Capítulo 71 El Jardín de las Hadas (4)

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[Serás transportado.] Sucedió el mismo fenómeno que cuando llegué al Área Residencial. Cuando cerré mis ojos y los volví a abrir, había una casa de dos pisos frente a mí. Era una casa ordinaria con un techo de ladrillos rojos. Sobre él, había un cartel que decía Casa de Segundo Grado. Cuando miré alrededor, vi líneas de casas que se veían exactamente igual a esta. Cuando traté de caminar hacia ellas, me encontré en el mismo lugar del que había partido. Al parecer no se puede ir a las otras casas.

–¿Palludia?

[¡Entra!] Abrí la puerta delantera y entré. La casa –que estaba construida con ladrillos– era extremadamente ordinaria y su interior estaba increíblemente limpio. En verdad, no era un lugar en donde una chica podría vivir sola.

Palludia no estaba usando su usual uniforme de sacerdotisa, sino un vestido azul claro. Le quedaba perfectamente bien a sus delgadas piernas y brazos. Por un momento, me quedé atónito por su belleza. Además¿Hm? Algo era distinto en su rostro. ¿Qué era? ¡Ah, podía oler perfume![1]

–¡V-Viniste[2]!

–Uh, sí, gracias por recibirme.

Aunque no sabía por qué me llamó.

–¿Quieres algo para beber? ¡C-Cierto! Té.

Además de sus ropas y el perfume, estaba realmente actuando extraño. Sus movimientos torpes eranlindos, pero eso no era importante.

–¿Puedo sentarme?

–¡Sí! ¡En la mesa!

Ella probablemente quiso decir en la silla al lado de la mesa.

Con eso, fui y me senté en la silla al lado de la mesa del té. Entonces, observé a Palludia preparar el té. Aunque estaba en su propia casa, hizo movimientos muy incomodos, como si sus brazos y piernas se estuvieran moviendo en la misma dirección y derramando agua porque sus manos temblaban incontrolablemente.

A partir de ahí, tomó 20 minutos para que Palludia se calmara y terminara de elaborar el té. Tomó otros 10 minutos para que se sentara a la mesa comenzara a bebe el té y me miraba. Bebiendo el té tibio le pregunté a Palludia.

–¿Entonces, cuál es la razón por la que me invitaste a tu casa[3]?

– ¿I-Increíble, cierto? ¡Ya tengo una Casa de Segundo Grado!

–Ah, eso de verdad es increíble.

«¡Esta chica, cambió el tema!»

–Por supuesto, no fue algo que logré solo por mí. Muchas personas me apoyaron con su oro. Puedes no saberlo, pero soy equivalente a un representante de tu país. ¡Una simple Casa de Segundo grado, no es nada para esta Palludia Gren Ehuir-nim!

–Ah, sí. Felicitaciones, Palludia.

Para su salud mental, decidí no decirle de mi Mansión Especial.

–¡Llámame Ludia! A-Así es como todos me llaman.

–¿Es así? Okay, Ludia.

Shuna sí le llamaba Ludia. Pensé que era un apodo entre amigas cercanas. ¿Cuándo comenzó Palludia a considerarme un amigo? Ya que no pensaba que hubiéramos tenido la oportunidad de hacernos amigos tan cercanos, me quedé bastante desconcertado.

Sin embargo, el verdadero desconcierto estaba por pasar.

–E-Entonces veráslala razón por la que te llamé.

Palludia, no, el rostro de Ludia estaba increíblemente rojo. Después de tomar un sorbo de su té, ella apenas logró continuar con sus palabras.

–Hay algoque necesito explicarte

[1] La competitiva sociedad infinita de mazmorras/ICDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora