Capítulo 70 El Jardín de las Hadas (3)

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Durante este tiempo, caminé relajadamente alrededor del mercado del Área Residencial, revisando los valores de los items en el mercado y cuáles tiendas estaban en qué lugar. Conocí a dos personas más que trataron de robar mi arma.

Uno fue un anciano que actuaba débil y pedía limosna, entonces trató de tomar mi arma y correr. Lo agarré por el brazo y lo sostuve con una llave de pierna. El siguiente fue una exploradora que exponía demasiado de su voluptuoso cuerpo que se me acercó con una sonrisa amigable. Mientras le respondía tímidamente, trató a escondidas tomar mi lanza y correr con una habilidad de sigilo.

Por supuesto, no pudo engañar a mis sentidos. Le torcí la muñeca y recuperé mi lanza. La agarré por el borde de su vestido y la lancé por sobre mi hombro (no haber podido sentir su piel debido a mi armadura permanecerá siempre como un arrepentimiento). Ella entonces me lanzó todo tipo de maldiciones y huyó.

Al darme cuenta de que la Lanza Negra Terrestre parecía una gran arma para otras personas, dejé de llevarla a donde quiera tontamente. Usualmente la tenía en mi inventario, pero no había tenido el tiempo para guardarla, ya que vine al Área Residencial justo después de hablar con Lin.

Entonces, finalmente encontré el lugar en donde podía comprar una residencia. El jugar al que llegué –después de preguntarles a varias personas– era llamado El Centro Comercial Oficial de la Primera Mazmorra. También conocido como el mercado, era un lugar en donde los exploradores subastaban los items que encontraban en la mazmorra, comparaban casas o incluso Tiques de Entrada a Mazmorras de Evento.

El administrador del centro comercial no era humano. Cuando lo noté, también me notó y habló rápidamente.

—Diré esto de antemano, no saques tu arma. Ya estamos cansados de eso.

—Un hobgoblin[1] ¿Cierto?

En vez de sacar mi arma, supuse su identidad. El hobgoblin de piel verde –que estaba sentado en una silla mirando a unos documentos– aplaudió después de escuchar mi suposición. Su uniforme negro era una cosa, pero sus guantes de seda blancos no le quedaban para nada bien.

—¿Cómo lo notaste tan rápido? ¡Increíble!

—Los goblins normales no son tan altos como tú, ni tan inteligentes tampoco.

Ante mis palabras, una sonrisa nació en la arrugada cara del hobgoblin. En verdad, se veía bastante tonto. Elfos, hobgoblins y hadas eran de la misma raza ¿Pero cómo es que había una diferencia tan desafortunada?

—Mm, bien, bien. Ha pasado tiempo desde que vi a un recién llegado con sentido común. ¿Qué negocio tienes en mente? ¿Quieres subastar algún ítem? Muy bien, aunque normalmente hay una tarifa del 10%, te lo dejaré en un 5% ya que es tu primera vez. Solo tienes que llenar este formulario con la duración de la subasta, menor precio y la descripción del ítem

—Ah, no. Quiero reclamar una casa.

—¿Casa?

El hobgoblin me miró de pie a cabeza y puso una expresión de sorpresa.

—El Set del Caballero Lagarto del piso 20 ¿Cierto?

—Cierto.

—Increíble. Nunca pensé que habría un explorador que completara un set de equipamiento en estos tiempos. Estoy contento de haber conocido a un joven con un futuro brillante. Mi nombre es Meladel. Puedes llamarme hyung[2].

La sensación de distancia se acortó grandemente.

—Soy Kang Shin. Cuida bien de mí, Meladel.

—¿Tsk, tan difícil es llamarme hyung? Bueno, lo que sea. Kang Shin, entiendo completamente tu habilidad. Ser capaz de derrotar al Jefe de Piso tú solo, deberías estar orgulloso. Pero

[1] La competitiva sociedad infinita de mazmorras/ICDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora