Parallel [EreMika]

Capítulo 6

Maratón (1/3)

Un desayuno tranquilo habría sido lo único que tanto Mikasa como Annie hubiesen querido. Sin embargo, parecía ser que las cosas no iban nunca como ellas querían, y menos cuando aquel comedor estaba lleno de gente que se apresuraba a comer para poder asistir a las practicas matutinas.

— ¿No está Annie algo rara? —preguntó Mikasa mientras se llevaba un pan a la boca.

— Ella siempre es rara —le restó importancia Ymir.

Eso último era algo que la azabache no podía cuestionar pero no evitaba preocuparse por el reciente alejamiento de la rubia. No era muy notorio, pero Annie solía dar la imagen de una solitaria, aun cuando la Ackerman siempre la acompañaba.

— Hola —saludó Christa con una sonrisa agradable, sentándose en la misma mesa que Mikasa e Ymir, teniendo a Annie en la misma esquina.

— Buenos días —contestó la ojigris, aunque aún le era algo incómodo que esa pequeña rubia le hablase. Habían estado comiendo juntas desde que empezaron su entrenamiento militar, pero no era como si realmente tuviese algo que compartir con ella.

— Hola —saludó también Ymir pero le robó un pedazo de pan a la pobre, Christa no se quejó.

— Llegarán tarde —avisó Annie, quien ya había terminado de comer y se levantaba para ir al campo de entrenamiento.

Todos aquellos que todavía estaban desayunando, se apresuraron aún más. Un par de miradas, esmeralda y azul, la vieron cuando salían del comedor. No supo distinguir si solo era un saludo o algo más pero, increíblemente, no le molestó.

— ¿Ese que salió es Jaeger, no? —preguntó Ymir, aunque no se la veía muy feliz.

— Sí, es él —respondió Christa, sin notar el cambió de humor en la castaña—, también estaba Armin —sonrió la rubia, parecía ser que los conocía.

— ¿Eres su amiga? —la pregunta iba para Mikasa.

— No.

Después de que le pidiesen ayuda la semana previa, fueron muy pocas veces en las que interactuó con ellos. No le caían mal, pero tampoco es como si pudiese decir que eran amigos. Aunque a veces, se encontraba a ella misma observando a Eren, no sabía por qué, pero era como si lo conociese de algún otro lado, lo cual no tenía sentido, ella solo conocía al doctor Jaeger, no a su hijo.

Ya quedaba poco para empezar el calentamiento matutino por lo que cada uno de los que quedaban en el comedor, salieron rumbo al campo sin saber todo lo que les traería ese día.

***

Solo una palabra podría definir lo de aquella mañana: cansancio. El entrenamiento había sido muy exhaustivo, y muy enfocado al uso del maniobrador tridimensional. Mikasa no se lo tomaba a mal, después de todo, era buena en ello, pero prefería el combate cuerpo a cuerpo, era a lo que más estaba acostumbrada; y con solo darles una mirada a Annie e Ymir, podía darse cuenta que ellas pensaban igual.

Por suerte, no vio nada programado para la tarde, por lo que supuso que lo tendrían libre. Sin embargo, llamaron a toda la Tropa al campo: el instructor Shadis tenía un comunicado.

— ¡Formen, cadetes! —exclamó el instructor y los demás obedecieron formando escuadrones— Se omitieron las actividades regulares de la tarde pero no significa que estarán libres.

Los pobres cadetes ya veían venir lo peor, solo les quedó decir adiós a esos planes de lanzarse a sus camas y descansar hasta la hora de la cena.

— Formarán grupos de tres y se les enviará a realizar una tarea en específico, hoy es día de limpieza y mantenimiento.