Capítulo 21

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El ambiente se llenó de polvo y no la dejaba ver con claridad lo que acontecía en ese reducido espacio. Sintió una gran ola de calor mientras su tórax descendía constantemente al toser, evitando que más polvo ingrese a sus vías respiratorias.

Al recuperar sus sentidos, Mikasa notó que el ambiente se había vuelvo muy cálido y grande fue su sorpresa cuando alzó la vista y una gran estructura de carne y huesos se interponía entre ellos y los escombros que caían en el lugar.

— ¿Están bien? —preguntó Eren, luego de que salió de su forma incompleta de titán.

Era una suerte que el joven Jaeger hubiese actuado de inmediato y protegió a todos los que se encontraban en el lugar. Por otro lado, el titán de Annie se esforzaba por salir de ahí; sus piernas estaban atrapadas y era por eso que no quería bajar por ahí. Notó que Eren se había transformado tambien, aunque no con fines de pelear. Eso la alivió un poco, había posibilidades de que Mikasa estuviese viva, pero ahora mismo, no podía tener el lujo de preocuparse, ella ya había hecho su elección.

— Lo estamos —afirmó Armin—. ¿y tú, Mikasa? —se volvió para verla.

La azabache no respondió, solo mostró sus manos, aun aprisionadas, no podía ni levantarse por su cuenta.

— ¡Las llaves! —el rubio se fue a pedirlas a alguno de los soldados que estaban presentes. Si Annie se había transformado sin importarle si Mikasa saldría ilesa o no, le demostró que se equivocaron con la ojigris desde el inicio.

— Te ayudo —Eren se acercó a la azabache y la ayudó a levantarse tomándola de los brazos. Sin embargo, una vez de pie, Mikasa se zafó bruscamente de dicho agarre, aún estaba enojada.

Ambos chicos se entristecieron por el gesto que la chica les mostraba pero lo entendían, desconfiaron de ella. Pero no es que pensasen que fuese un titán como Annie, temían que supiese eso y, aun así, estar de lado de la rubia. Ver su desconcierto con la transformación de la joven Leonhardt les dio a entender que la Ackerman siempre fue ignorante de ello.

Marco ayudaba a los otros soldados mientras Armin quitaba las esposas de las manos de Mikasa. Todos se giraron en dirección a la titán hembra. No sabían qué esperar.

Hange, quien había sido la encargada de supervisar dicha misión secreta: la captura de Annie; se incorporó a la situación dando las órdenes mientras el resto de la ciudad era evacuada. Iniciaría el plan B y todo el armamento ya estaba preparado, junto a todos los soldados de la Legión disponibles, entre ellos, Auruo, quien tenía un asuntó pendiente en contra de la titán hembra.

La situación se agravó cuando Annie logró salir de esos escombros y se giró para buscar a Eren, puede que estuviese ileso pero no tan enérgico como antes, había tenido que transformarse así que algo agotado debía de estar, lo cual era perfecto, tenía más oportunidades de capturarlo y llevárselo.

Eren no tardó en transformarse para dar inicio a la pelea, aun no podía con la idea de que Annie fuese la titán hembra pero tuvo tiempo para mentalizarse ya que lo había pensado mucho, sobre todo, por la idea de que Mikasa estuviese involucrada con Annie.

Por su parte, la Ackerman no sabía qué hacer en esa circunstancia. Aun cuando se lo cuestionaba a sí misma en repetidas ocasiones, no entendía cómo es que su amiga más cercana —sí, más cercana que Ymir— había resultado ser aquel monstruo que asesinó a tantos compañeros en la última misión, y a quien llegó a odiar con justa razón.

Vio a Armin, Marco y a los demás soldados incorporarse a la pelea, todos se mostraban bastante decididos a hacer lo que debía hacerse. Tenía muchos sentimientos indescriptibles en dicho momento pero tuvo que dejarlos de lado, ella también debía hacer lo que tenía que hacer.

Parallel  [EreMika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora