Tres

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JaeMin se marchó después de una larga charla que tuvo Jeno con JungWon.

Al final arropó a ambos y preparó todo para mañana comenzar un nuevo día.

El fantasmita recorría las calles aún furioso. Esa mujer, que antes apreciaba tanto, era una total bruja.
Caminó y caminó, deseando que la situación se pudiese arreglar o que en el más extremo de los casos, Jeno le prohíba que se acerque a su hijo.

Atravesó la enorme puerta de cristal, siendo recibido por el trío de hermanos Kim.

—Buena noche, trío de demoni-angeles. ¿Su día estuvo tranquilo?—

—¡Nana!, sí estuvo algo tranquilo, no salimos de este lugar...— Fue el menor Sunoo el que le respondió con una enorme sonrisa.— ¿Fuiste a ver a tus bebés?—

—Sip, fue una noche realmente agitada.—

Jisoo, la mayor, colocó la mano sobre su hombro a modo de apoyo.

—Nana... el Chihuahua con complejo de bulldog te está buscando.— Le mencionó la chica con pena.

Y claro que a cualquiera le daría pena su pobre alma, ¡Huang RenJun lo estaba buscando!

—Si pudiera tener otro infarto créeme que lo tendría... en fin, gracias chicos, ¡nos vemos mañana!— sonriente se despidió y salió corriendo de la entrada.

Siendo cauteloso se escurrió entre las demás almas, viendo tan cerca pero tan lejos su urna.

Solo unos pasos más.

Unos pasos más...

Ya estaba frente a la placa... Y ...

—¡NA JAEMIN!

Alguien aplaudió a su lado. Oh qué sorpresa, era su querido chamán rastreador.

—¡Ya casi llegaba! Ya, dime qué quieres.

—Que mal educado eres para estar muerto. En fin, ¿dónde estuviste todo el día?

—Yo uhm... acompañe a mi madre a su cita con el médico.—

—Y yo nací ayer, ¡otra vez fuiste con tus hijos!—

—Ash, ¿y qué si lo hice? ¿tienes alguna orden de alejamiento que tenga que cumplir? no porque estemos muertos podemos dejar de ser ciudadanos libres, ¡exijo mi libertad!— Na escandaloso JaeMin empezó una revuelta, dónde varios fantasmas se acercaron divertidos a observar.

RenJun rodó los ojos y le dió un golpe en la cabeza con el manojo de hierbas que siempre llevaba con él.

—¡Auch! Violencia, tenemos un caso de violencia, llamen a control canino—.

—¡Na JaeMin, esto es serio! ya te he dicho muchas veces que la energía de los niños...—

—Si, si, si, es muy débil y no debo acercarme mucho, ya lo sé. Ahora tengo que irme a descansar, si mira la hora, adiós, chayito— y escapó.

Logró entrar a su urna de un saltó y RenJun apretó los puños.

—¡Na JaeMin ya tendrás que salir!

—¡Na JaeMin ya tendrás que salir!

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¡Hola y adiós, papá!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora