𝟑 |『ᴍᴇɴᴛɪʀᴀs』

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Países como Rusia, Estados Unidos, México y algunos de latinoamerica, quedaron marcados por mis asesinatos, eso quiere decir que cada país que visité, dejaba como regalo algunas muertes y desastres ocasionados, la mayoría por mi, y algunos por mis amigos.

De esto se trata mi vida, vivir divirtiéndome y acabar con todo aquel que arruine mi tranquilidad en momentos donde solo quiero paz. Y si se preguntan, todo lo hago con el dinero de mi padre, tiene tanto poder en su mano que ni siquiera pregunta en qué gasto el dinero, sin embargo, vive con la esperanza de que algún día pueda cambiar lo que soy.

Pero amo lo que hago y en lo que me convertí.

Aún recuerdo aquella vez donde papá me obligó a ir hacia psiquiatra, a decir verdad el primer día me gustó asistir, me sentí muy bien al hablar y soltar sobre todas las personas que asesino a diario y los cuerpos que dejo por cualquier contenedor de basura, en conclusión, yo abrí mi corazón hacia ese señor y le conté todo lo que hacía o sentía, sin embrago, el hizo algo demasiado mal y que para mi definitivamente no estaba aprobado, pues quiso encerrarme e internarme con medicamentos. Pero entonces, todo fué rápido, asesiné aquel doctor con varias apuñaladas y enterré su cuerpo en un "desierto" plantando un árbol encima de su cuerpo, hasta el día de hoy me siento orgulloso porque aún no encuentran el cadáver.

Después de matar al repartidor con mi cuchillo, que hasta entonces tenia escondido en mi pantalón, llevo su cuerpo a un cuarto de limpiezas que se encuentra literalmente a un costado de las escaleras, que para mi suerte, la puerta estaba sin llave

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Después de matar al repartidor con mi cuchillo, que hasta entonces tenia escondido en mi pantalón, llevo su cuerpo a un cuarto de limpiezas que se encuentra literalmente a un costado de las escaleras, que para mi suerte, la puerta estaba sin llave. Por un momento había entrado en pánico al ver toda la sangre en mi rostro y manos, ya que no podía volver con Felix de esta forma, hasta que observo un trapo colgado en uno de los estantes en la misma habitación, por lo cuál lo mojo con el caño de agua que se encuentra a mi diagonal y comienzo a limpiar la sangre. Una vez hecho todo, cierro la puerta detrás de mi y salgo nuevamente hacia el cuarto, tomando la caja de pizza que quedó tirada en el piso mientras coloco nuevamente la llave en la cerradura para abrirla.

—¿Por qué tardaste tanto?—cuestiona Felix en el preciso momento en que me hago presente frente a él, viéndolo con detencion como se acerca con pasos lentos hacia mi con sus ojos entrecerrados.

—El repartidor no tenía cambio para darme el vuelto, así que tuvo que bajar nuevamente hasta conseguir billetes más chicos—sonrío, porque mentir me sale a la perfección—pero podemos seguir en lo que quedamos—con el descaro manejando mis manos, dirijo una de estas hacia su cintura y lo atraigo hacia mi, dejando que nuestras respiraciones choquen pero sin besarnos aún.

—Mmh—es lo unico que responde antes de juntar nuevamente nuestros labios con la misma intensidad de hace un rato, solo con la diferencia de que ahora tengo su cuerpo alzado mientras que sus piernas se envuelven en mi cintura.

Tener sexo con mis victimas no siempre fueron parte de mis asesinatos porque casi nunca llegué hasta ese punto, las personas me dan asco y con solo besarnos, logran que sienta ganas de vómitar y que me detenga de inmediato para terminar matándolos, sin embargo, este chico rubio con pequeño cuerpo y ojos bonitos no me ocasiona eso, el asco o desagrado no lo puedo sentir con el y eso es algo que me asusta, o simplemente no me gusta sentirlo porque ni siquiera sé que es.

~ 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora