~ 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

𝟐𝟒 |『ᴇsᴄᴇɴᴀs ғᴀʟsᴀs』

[Felix]

La persona recostada en el suelo recibió una bala por salvarme.

En estos pequeños segundos me sentí como una completa mierda al ver que los ojos de Chris reflejaban pura desesperación. Claro, en el pasado dije que lo mataría cuando tenga la oportunidad de hacerlo, pero eso fue en un momento inestable donde me había enterado que el policía nos traicionó y me enojé como también decepcioné, sin embargo, ahora en esta posición, quiero salvarlo, definitivamente no quiero que muera porque nunca haría algo malo contra el. Y justo en este momento me doy cuenta de aquello, cuando sostengo su grande cuerpo con mis pequeños brazos.

Escucho un segundo disparo, pero ni siquiera me importa levantar la vista para ver de que se trataba porque no puedo despegar mis ojos del contrario, quién me observa con sus profundos ojos y me hace sentir la peor persona en este mundo. Chris tenía razón en decir que me cuidó durante todo este tiempo porque ahora, me salvó de la muerte.

—Hey, va-vas a estar bien, Chris, solo ti-tienes que ser fuerte.

Trato de sonar tranquilo, pero mi voz quebrada al oirse me delata. Ni siquiera tengo en claro mis pensamientos, ¿que debería hacer? ¿Llevarlo al hospital y olvidarme de Hyunjin? O deberia dejar que los oficiales se encarguen de esto, pero... ¿Y si los oficiales lo asesinan por ser un policía y el culpable por la que hoy todos estan arriesgando sus vidas? Dios.

Chris lleva su mano hacia la mía, comenzando a entrelazar nuestros dedos.

—Fe-felix...

—Sh, estas bien—aprieto nuestras manos con desespero y dirijo mi brazo hacia detrás de su cuello, posicionando su cabeza encima de mis piernas—te juro que todo estará bien, lo prometo...—lagrimas se acumulan en mis pequeños ojitos.

Siento que estoy condenado a no tener un final feliz, ya sea porque aún no encuentro a Hyunjin, o porque la persona que en un pasado fué tan importante para mí, está por morir en mis brazos.

—Felix e-escucha.

—No digas nada—ruego al suponer que se despedirá antes de partir.

Sé con claridad que empezaría a decirme muchas cosas que harán que mi corazón se rompa, más de lo que ya está, como esas despedidas de historias románticas cuando alguien se va a otra parte del mundo o muere, así que para que no siga diciendo más, llevo mi mano derecha hacia la mejilla de Chris, acariciándola con lentitud y como si se tratase del vidrio más sensible de todo el mundo.

—Pero, te-tengo que decirte algo—el contrario suelta mi mano y dirige esta hacia el cierre de su campera, bajándolo lentamente.

—Eres un hijo de puta Christopher—me expreso con resignación al ver el chaleco antibalas que tiene puesto, el mismo lo protegió por completo de la bala. Sin embargo, no tengo el pensamiento de separarme de su cuerpo, sino que sostengo su mano nuevamente y le regalo una sonrisa sincera, cargada de tranquilidad al saber que esta bien—literalmente pensé que te despedirias de mí antes de morir, te odio.

—No lo haces—suelta pequeñas risas mientras muestra su sonrisa hermosa y perfecta, haciendo ver sus pequeños y preciosos hoyuelos.

—¿Si sabías que yo también tengo chaleco, verdad?—cuestiono mientras entrecierro mis ojos, ya que se puede ver claramente que estoy protegido porque mi remera se vuelve un poco más grande de lo normal.

—Lo sabía porque los oficiales no te hubieran dejado entrar aqui sin uno—dice sin importancia—pero quería hacer un poco más de drama y generar suspenso.

—O sea que si no tenías el chaleco, ¿no me hubieras protegido?—me tomo el pecho con la palma de mi mano y exagero la situación en forma de burla.