~ 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

𝟏𝟒 |『ʙᴇʙɪᴅᴀs ᴀʟᴄᴏʜᴏ́ʟɪᴄᴀs』

[Felix]

Como se sabe, la cocina es mi lugar favorito desde el primer momento en que pisé esta mansión.

Ha pasado una semana desde que estamos juntos en este hogar, la mayoría del tiempo la paso con Hyunjin haciendo postres y otras cosas más con la intensión de hacer que el más alto se olvide de las muertes y decida pasar mas tiempo conmigo. Y algo que es demasiado raro, es que Hyunjin lo hizo, se olvidó de las muertes y solo se concentra en mi y en satisfacer mis necesidades, y claramente una de esas es cocinar brownies.

—¿Sabias que antes trabajaba en un bar?—cuestiono mientras que al mismo tiempo mezclo la preparación del brownie.

—Mmh, no—responde tranquilo y con sus ojos puestos en su cuchillo, mirándolo detalladamente como si fuera la primera vez que toca y ve un objeto como ese en toda su vida.

—Puedo prepararte un trago que siempre me lo pedían, y en mi opinión, es el mejor que probarás en tu vida—tomo el cuchillo de Hyunjin y lo apoyo en la mesada, obteniendo así toda la atención del más alto—a parte de que yo lo hago, te encantará—le guiño un ojo y el me responde entrecerrando sus ojos para luego caminar hacia mi y pararse a un costado de mi cuerpo.

—¿Y se puede saber como se llama ese trago que tanto te gusta?—sus manos toman mi cintura y deja un suave y pequeño beso en mi cuello.

—Sex on the beach—sonrío con picardía al soltar el nombre.

—¿Sexo en la playa? Con el nombre ya me emocioné.

—Entonces te vas a emocionar más cuando lo pruebes—termino de mezclar la preparación del brownie y salgo de los brazos de mi novio para colocar en un recipiente la mezcla, y finalmente, mandarlo al horno—pero primero tengo que ver si tienes las bebidas necesarias.

Dicho esto, camino hacia los estantes de color gris oscuros ubicados hacia mi izquierda, y abro estos con la esperanza de encontrar aunque sea para la base de la bebida, pero me encuentro con absolutamente nada, todo está vacío y me es inevitable no poner una cara de tristeza, ya que tengo muchas ganas de hacerle probar aquella bebida a mi novio y hacerle ver que sirvo aunque sea para algo, pero al parecer no será esta noche.

—Iremos a comprar—anuncia Hyunjin mientras camina hacia mi y deja un beso en mi frente.

—No quiero salir a estas horas, ya es muy tarde.

—Entonces mandaremos a unos de los oficiales a comprar.

—Pero...

—No se discute—es lo último que dice antes de darse la vuelta y desaparecer fuera de la cocina.

Quedo parado en el mismo lugar mientras apoyo mis manos en la mesada, sumergiéndome en la idea de que ni siquiera le dije qué bebida debía traer, por lo que deduzco que traerá cualquier cosa que vea. Solo espero que traiga lo que necesito.