~ 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

𝟐𝟎 |『ᴇsᴛʀᴇʟʟᴀ ʏ sᴀᴛᴇ́ʟɪᴛᴇ』

[Felix]

El sol se fué escondiendo en su más preciada amiga, la luna es la única que alumbra esta noche oscura y se refleja a través de una ventana triangular arriba en el techo. Hyunjin y yo nos describíamos como ellas, mi novio decía que el sol reflejaba mi esencia, como el brillo que resplandecía al amanecer durante el día y que el calor que aquella estrella brindaba, yo lo tenía en mis cálidos brazos. Por otro lado, yo decía que Hyunjin era la luna, ya que sale en la más profunda oscuridad y alumbra cada noche en cualquier parte del mundo; la noche es fría como él y la brisa se vuelve más fuerte en consecuencia de la luna.

Una estrella y un satélite, polos opuestos que se atraen. Pasan mucho tiempos solos debido a que uno sale de día, y el otro sale de noche, pero claramente no siempre es así. Llega un momento donde ambos dicen que es tiempo de dejar de estar solos y se unen en uno solo, creando un eclipse por solos unos minutos para luego separarse de nuevo. Minutos, pequeños minutos que para ellos, lo sienten como una eternidad, ambos están enamorados, pero están aquí para cumplir un rol, y es que una sale en el día para dar calor y el otro sale de noche para hacerla más fría, esperando que en algún momento, sus caminos vuelvan a encontrarse.

Mis lágrimas no pararon, aún no sabía que el sol podía llorar, pero aquí estoy con mis manos atadas y con mi espalda doliendo como la mierda, tan solo deseando escapar de aqui. En mi cabeza solo inunda Hyunjin, de qué le estarán haciendo, lo que debe estar sufriendo y si pensará en mi, ¿si quiera pensará en como estoy o que me estarán haciendo?. El poco tiempo que conocí al pelirojo, me he dado cuenta de que es duro cuando no quiere soltar algo, eso significa que no les diría la contraseña del banco, aún cuando le estén dando múltiples golpes hasta el punto de llegar a la muerte, no les diría, pero aún me quedan esperanzas, esperanzas de que escape de ahí y venga por mi para salir vivos de aquí.

Sin embargo, si Hyunjin les dice o no la contraseña, de todas formas terminaría muerto porque toda la mafia y todos los policías quieren acabar con un asesino. Pero lo esperaría, minutos, horas, incluso días, lo haria, porque el me prometió, prometió que siempre estaríamos juntos.

La puerta de esta habitación se abre, pero ni siquiera bajo mi cabeza para mirar quién era, mi mirada está perdida en la ventana del techo mientras me sigo perdieron en la luna que brilla con intensidad. Parpadeo por un segundo y siento mis ojos arder de tanto que he llorado, hasta que las lágrimas por fin se detienen ante el recuerdo de Hyunjin al decirme que ponerme así, no ayudaba en nada.

Sin mencionar que a mí novio no le gusta cuando gotas de aguas recorren por mis mejillas que solo le pertencen a él.

—Tienes que comer—la voz de Chris se escucha al entrar en esta habitación.

—No tengo hambre—mi voz suena entrecortada y sin ganas de ser escuchada, pero me obligo a bajar mi cabeza y conectar miradas con el ex oficial.

Gran error al hacer eso, porque comienzo a sentir nuevamente las ganas de llorar al ver su rostro y recordar que perdí un amigo, peor aún, al ver ese rostro que nos traicionó y que por culpa de él estamos aqui. Por culpa de Christopher Bang me separaron del amor de mi vida, me quitaron una parte de mi corazón y por momentos siento que me falta la respiración si Hyunjin no está a mi lado.

¿A caso Christopher me quiere matar? Porque lo está logrando.

—No te pregunté si tienes hambre o no, comerás y caso cerrado.

—En mis tiempos, recuerdo que el que mandaba aquí era yo y tu solo eras un simple "oficial" que debia protegerme—el sarcasmo me acompaña con gracia para no dejar que vuelva a derramar lagrimas. Esto es todo lo que puedo hacer.

—Antes—inclina su cuerpo y queda a la misma altura de mi rostro—tiempo pasado, las cosas ahora cambiaron y debes hacerme caso para que sigas vivo, por favor, Lix.