~ 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

𝟗 |『ᴄᴀᴍᴘᴏ ᴅᴇ ᴄᴏʟᴏʀᴇs』

[Hyunjin]

Miro hacia mi costado y me encuentro con la imagen del rubio, concentrado en mirar a través de la pequeña ventana del avión.

Como mi padre ha decidido, hay cinco oficiales armados a nuestro alrededor, ninguno dice nada y se sumergen en el silencio, tan solo mirando el techo o al compañero que tienen a su lado. Y es exactamente lo que deberían de hacer, ya que están aquí por un trabajo y no es necesario entablar una conversación. Pero lo que me molesta de este silencio calmado, es el de Felix, quién no se mueve de su asiento ni tampoco me dedica una mirada, sin mencionar que su pierna derecha hace un movimiento constante y resulta ser molesto.

No soporto ni un segundo más y tomo su mano que descansa en su regazo, para luego llevar mi mano libre hacia su mentón y girar su rostro, obligándolo a mirarme.

—¿Tienes miedo?—suelto de repente mientras dejo caricias con mi dedo pulgar en su mano.

—Si estoy contigo, no tengo miedo—responde con una pequeña risa para sonar convincente, pero para mi es todo lo contrario, ya que en estos últimos días aprendí a como descifrarlo con la mirada que me da.

—No mientas.

Un pequeño silencio reina entre nosotros y conectamos miradas, por lo que me doy cuenta que ya sabe que mentirme no le sirve.

—Oh vamos Hyunjin, claro que tengo miedo, jamás visité ese país y ni siquiera sé como es la gente allí, sin mencionar que literalmente estoy haciendo este viaje con una persona que conozco hace una semana, lo cual la mayoría de esos días estuve apoyando mi culo en una silla mientras estaba atado de pies a cabeza—habla tan rápido y subido de tono que los oficiales voltearon a mirarnos, eso logró que Felix baje la cabeza ante la verguenza—am, perdón—se disculpa, mirando a cada uno de ellos.

—¿Por que les pides perdón?—ruedo mis ojos—¿sabes que ellos harán lo que tu quieras si se los pides?—finalizo con ironía.

—Nunca está de más pedir perdón—ignoro por completo su habla y dirijo mis ojos hacia un oficial que se encuentra a mi costado de la derecha.

—¿Que tan grave es la situación para que mi padre pida trasladarme a otro país?

—Policías de ambas Coreas se unieron para buscarte, están dirigidos por una banda de mafiosos que les prometieron una gran cantidad de dólares si te encuentran sano y salvo. Descubrimos que te quieren para que les des la contraseña del banco que le pertenece a tu familia, claramente tu padre no pudo hacer nada contra esto porque son demasiados policías que lo desobedecieron para unirse a ellos, incluso te siguen desde hace dias y te detuvieron para preguntarte sobre él—señala a Felix—pero sabían que si actuaban en tan poco tiempo, acabarían mal, así que idearon un plan mejor.

—El policia que fué a la casa del lago—habla el rubio, quién esta demasiado concentrado en cada una de las palabras que suelta aquel oficial.

—Exacto—responde—al ver que el policía no volvió, decidieron ir directo a ustedes, pero como sabemos, su padre tuvo la suerte de enterarse sobre su plan antes de que la policia llegara a la casa del lago, por lo que tuvo el tiempo necesario para advertirte.

—Ahora entiendo por qué mi padre no pudo hacer nada, son demasiados policías y no puede interponerse a ellos.

—No es solo eso—se expresa nuevamente el oficial—el dinero mueve todo, no importa si eres policía, juez, abogado, político, si alguien pone en tu cabeza una suma de dinero como la que ellos dan por ti, harían cualquier cosa por ello—suelta un suspiro—sin embargo, tu padre piensa que en algún momento se cansarán y dejarán de buscarte, y para cuando eso suceda, tendremos el permiso de volver.