~ 𝐸𝑠𝑡𝑜𝑐𝑜𝑙𝑚𝑜 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

𝟐𝟓 |『ᴘɪsᴄɪɴᴀ ʏ ᴇsᴛʀᴇʟʟᴀs』

[Hyunjin]

-—¿Felix?—grito con un poco de desesperación.

Como lo hice antes cuando buscaba "el cuerpo" de mi novio, abrí nuevamente cada puerta que me encontraba por los pasillos interminables de esta mansión, pero no podía oír nada, y eso de alguna manera me da un poco de risa porque hace tan solo una hora atrás todo esto era un caos de tantos disparos que se escuchaban. Y por si se lo preguntan, ni siquiera me importa ver cuerpos muertos, es más, algunos los piso sin darme cuenta debido a que estoy demasiado concentrado en encontrar a mi novio que lo demás no me importa. Claro.

Al rededor de treinta puertas fueron abiertas por mis manos, los cuales, en ninguna se encontraba Felix. Un poco frustrado y cansado, camino hacia un pequeño bar que se encuentra a sólo unos pasos de la sala principal, y me dirijo hacia un estante que contiene diferentes bebidas alcohólicas. Sin embargo, al ver cada una de las botellas, inmediatamente se me vino a la mente el recuerdo de mi pequeño haciendo ese trago que era demasiado delicioso. Nuevamente una punzada de tristeza me inundó y me maldigo por no saber hacer ese trago, porque tal si lo hacía ahora, podría imaginar que el rubio lo hizo y podría sentirlo cerca de mi.

Pero lamentablemente yo no lo sabía hacer, así que tomo el primer licor que ví y lo serví en un vaso que estaba hacia mi costado, luego llevo la sustancia hacia mi boca y lo termino en un solo trago. Siento el alcohol arder mientras baja por mi garganta hasta instalarse en mi estómago, lo que ocasiona que realice un gesto de disgusto ya que nunca tomo estos tipos de bebidas, claramente soy más de la cerveza.

Dejo el vaso en su lugar y tengo la intensión de servirme otro, pero de repente siento que hay algo raro en toda esta escena, hay algo que no cuadra cuando miro todo a mi alrededor y una sensación extraña me inundó. Entrecierro mis ojos y miro hacia el estante frente a mis ojos (el mismo donde se encontraban las bebidas) y observo que allí se encuentra la falla, especificamente en una de las esquinas de aquel mueble enorme. Me acerco hacia el lugar con pasos lentos y me pierdo en que aquella esquina el mueble se encuentra flojo, el mismo se mueve demasiado y eso me genera un poco de curiosidad.

Levanto mi mano y empujo el estante hacia atrás, pero al hacerlo, inmediatamente se observa un camino demasiado grande y oscuro frente a mi, solo hay pequeñas luces puestas en la pared que alumbran muy poco y al parecer es uno de esos tipicos escapes de las casas mafiosas. Ni siquiera lo dudo y me introduzco dentro del tunel, claramente antes de hacerlo saqué mi cuchillo por precaución y alcé a la altura de mi rostro el arma que me dió papá. ¿Y si Felix esta aqui adentro? ¿Y si un policía lo tiene de rehén?

Camino unos cuantos pasos observando el lugar, lo cual no hay muchas cosas por ver más que las cuatro paredes y el silencio. No hay demasiada luz como dije, por lo que se me dificulta ver un poco pero es lo suficiente para que me pueda guiar, es así que camino por unos segundos mas y de un momento a otro, puedo ver una silueta escondida detrás de un pilar, quien al darse cuenta de mi presencia y que me dí cuenta de su escondite, empieza a correr a una velocidad inhumana.

—¡Hey, detente!—grito tan fuerte que el eco no tarda en hacerse escuchar, sin embargo, comienzo a maldecir en susurros al ver que aquella persona no tiene ni la más mínima intención de parar.

Pero entonces comienzo a correr también. Trato de igualar sus trotes y de a poco lo voy logrando, ya que puedo jurar que aquella persona es más pequeña que yo, aunque una pequeña tristeza y decepción se sintió dentro de mi al ver que claramente esa silueta no le corresponde a Felix, porque se puede ver a larga distancia que aquella persona es un poco más grande y con músculos en sus brazos.

Y yo que conozco cada esquina del cuerpo de mi novio, me sería imposible confundirme.

En ningún momento detenemos nuestras piernas, ambos corremos demasiado rápido mientras siento que la respiración se me acaba, pero grito victoria al ver como aquella persona tropieza con sus piernas en consecuencia de su cansancio (casi me pasa lo mismo), eso logró que tome ventaja de esta maldita carrera y llegue más cerca hacia aquel chico, sin embargo, maldigo de nuevo cuando se levanta del suelo y empieza a correr nuevamente.