- Que paso!- grito una señora de pelos rojizos.
- E-el intento- tartamudeo mientras sus mejillas se llenaban de lágrimas.
- Su respiración es pausada, puede morir- dijo otra chica de cabellos negros. La adulta volteó a ver a su hija.
- Vete, tienes que irte de aquí, sí él despierta te querrá matar y si no lo hace, su gente te perseguira hasta verte muerta y no puedo enterrar a otro hijo- dijo su madre ocultando su rostro, la chica se levantó con ayuda de su hermana mayor y tomo una mochila con poca ropa y algo de dinero, ambas salieron corriendo en dirección a la estación de trenes.
- Lo lamentó -
- No te preocupes, hiciste lo necesario para defendernos- respondió y le dejo un beso en su frente para después, salir corriendo. La chica de pelos castaños tomo con fuerza la correa de su mochila y subió al tren.
Se sentó en el primer asiento que vio libre y puso su mochila frente a ella como almohada, donde recargo su cabeza y se quedó completamente dormida.
Yamashita Sayumi, cuarta hermana de seis, hija de una Geisha y un ex soldado. Su primer hermano Yoichi parecido a ella falleció a la edad de 20 años después de haber recibido una bala en el corazón junto a su padre.
Su madre Chihiro volvió a casarse con el líder de una mafia y tuvieron a dos hijos, los más pequeños Kairi y Tomeo. Ahora Sayumi debía huir de su casa al haber defendido a sus hermanos de ser golpeados.
Se despertó de golpe cuando sintió como alguien choco contra ella.
- Perdóneme señorita, mi intención no era asustarla- dijo el señor de traje mostrando una sonrisa nerviosa.
- No se preocupe- respondió sin más y se levantó del asiento dejándolo libre, se puso frente a las puertas y espero a que estas se abrieran para salir y caminar rumbo a la dirección del hogar donde antes había vivido junto a sus dos hermanos mayores.
Al llegar, la viejecita ya la estaba esperando y al verla con el ojo izquierdo morado y su labio partido se apresuró a llegar hasta su lado y revisarla como se debía.
- Que paso ahora, Yumi, tenía tiempo que no te veía por estos rumbos desde ya sabes- dijo pasando un algodón bañado en alcohol sobre el labio de la chica. Antes de que está respondiera soltó un quejido y apartó rápidamente su cara de las manos hechas pasa de la dueña de aquel hogar.
- Lo mismo de siempre- respondió y dejó que la señora continuará curando su labio herido. Al terminar la guió hasta su antiguo cuarto y la dejó que se vistiera, terminando le llevo un plato con soba frío y un poco de té.
- Gracias, de casualidad usted no podrá conseguirme un empleo; si quiere puedo ayudarla con su puesto de periódicos o a su nieto -
- Tranquila pequeña, ya veré que te pondré a hacer- respondió guiñandole un ojo y cerró la puerta del cuarto la chica se acostó en el futon; abrazando una almohada y se quedó dormida de nuevo.
A la mañana siguiente se levantó y limpio el cuarto, bajo a la recepción y vio a la viejita platicando con un muchacho.
- Oh que bueno que ya bajaste te presentó a mi nieto, Yamato -
- Hola, tu debes ser Sayumi, verdad -
- Supongo- se encogió de hombros y estiró su mano.
- Ahora acompañenme ambos se encargarán del puesto- asintieron y comenzaron a trabajar. El primer cliente que llego fue un señor de edad avanzada.
- Sano-san como ha estado-
- Muy bien, pero con la lata que dan mis nietos y el quehacer de la casa no me alcanza el tiempo para ir a mi dojo- se quejó el mayor entregando un periódico y unas galletas.
- No te preocupes por eso, mira que yo conozco a una muchacha de la edad de tu nieto el más grande y es muy ordenada y limpia y también le gusta cuidar de los niños- la señora llamó a la chica y está se presentó. Prometiendo que mañana iría a la casa del señor para empezar con el trabajo.
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BECAUSE I LOVE YOU
Fanfiction- Abuelo quien es ella- preguntaron los tres al ver a la chica sentada al lado de su abuelo. Él tomo a la chica de los hombros y la puso frente a sus nietos. - Ella es Yumi, me ayudará con Emma y Mikey y también con la limpieza de la casa- la chica...