Beautiful ||JimSu||

O1

—¿Y bien? —pregunto Chulmoo mientras cruzaba sus brazos y sonreía ladino—. ¿No te parece justo?

Quizás si era justo, Jimin lo estaba considerando, porque de todas formas, él había apostado que Chulmoo no podría robarle un beso a un alfa —pero lamentablemente estaba muy equivocado—, su amigo había cumplido, y por desgracia había recibido una buena golpiza departe del alfa que había sido victima de aquella acción tan precipitada, pero había cumplido, y Jimin no es ningún cobarde, pero ¿por qué tan siquiera la idea de tratar de conquistar a ese omega le hacía sentir el alfa más cobarde del mundo?

Chulmoo había sido claro; "Ya cumplí, ahora es tu turno, Park. Apuesto a que no puedes hacer que el omega feo se enamore de ti."

—¿No piensas hablar, Park? —de nuevo Chulmoo insistió y la mirada de Jimin no tardo en ir hacia él.

—¿Qué gano yo a cambio? —pregunto Jimin, Jungkook rodo los ojos al escuchar a su amigo, no podía creer que en verdad dijera esa pregunta—. Me estás pidiendo que salga con una escoria como esa, y no pienso hacerlo gratis.

—Y eso si te deja salir con él —comento Jungkook, los demás lo miraron y él soltó un resoplido—, no es como si Min Yoongi fuera alguien tan fácil.

—No lo es —Chulmoo se encogió de hombros—, pero toda persona tiene una debilidad, y ese omega tiene alguna —miro a Jimin—, pero parece que es demasiado para Park —soltó una risa.

Jimin mordió su lengua en el interior de su boca, detesta que piensen que es un incompetente, él no lo es, cualquier reto que le pongan en frente puede hacerlo sin importar qué, su mirada dejo a sus amigos para mirar en dirección de aquel omega al que debía de conquistar y fingir amar, el salón de clases era un desastre lleno de ruido, la mayoría se había quedado a degustar de su almuerzo en el aula, las conversaciones se escuchaban estruendosas debido al eco, pero parecía ser que para Yoongi el ruido no era un problema, porque en ese preciso momento se encontraba totalmente concentrado leyendo sus apuntes seguramente para estar preparado para los exámenes, rodo los ojos, ¿acaso ese omega no sabe lo que es la convivencia? Desde siempre ha compartido clases con Yoongi, y lo ha visto siempre de la misma forma, hundido en sus estudios y sin ganas de conversar, ese omega era sumamente extraño.

Su amigo estaba loco si creía que saldría con alguien como él, Yoongi no era como los demás omegas que lo rodeaban, siempre Jimin recibía elogios, confesiones, regalos de parte de los omegas del instituto, siempre decían lo apuesto que se ve, que amaban su aroma tan varonil, les encantaba mirarlo jugar en los partidos y en las practicas del equipo de soccer, pero solamente había un omega que no se dignaba a admirarlo, ni siquiera a darle un simple vistazo para verlo, y ese era Min Yoongi, de hecho parecía importarle un comino lo que pasará con los demás.

Sí, ese omega no sería fácil, no es como si Yoongi ya sintiera algo por él, quizás hasta ni siquiera lo conozca, pero no era difícil, ningún omega es difícil, Chulmoo tenía razón, todos tienen un punto débil, y quizás Jimin pueda lograr que ese punto débil aparezca en Yoongi más rápido de lo que cree, sonrió mientras miraba al omega a lo lejos, sí, no sería difícil, es más, el omega era perfecto para esa apuesta.

—Lo haré —dijo Jimin sin apartar la mirada del omega—, pero —dejo de mirar a Yoongi y volvió a mirar a sus amigos—, necesitaré algo a cambio.

—¿Qué deseas? —pregunto Chulmoo.

—Últimamente he visto que ya no conduces ese Ferrari negro que te regalo tu padre el año pasado —comento Jimin—, ¿qué le paso?

Chulmoo ya sabía por donde iba todo eso, así que simplemente soltó una risa corta, Park sí que sabía cómo jugar.

—La motocicleta resulto ser mejor de lo que creí —se encogió de hombros—, planeo vender el auto.

—Mejor dámelo —dijo Jimin—, hagamos un trato, si logró que el feo Min se enamore de mí, me darás tu automóvil.

—¿Tan seguro estás de que ganarás? —pregunto Chulmoo.

—Por supuesto, ese omega —señalo con su mentón a Yoongi—, no es un hueso duro de roer, cuando menos lo esperes lo tendré a mis pies.

—Bien —dijo Chulmoo—, tengo que ver eso.

—Esto es patético —comento Jungkook, los dos lo miraron—, deberían dejarlo en paz, él no les ha hecho nada.

—No seas aguafiestas, Jeon —canturreo Chulmoo para después acercar su mano hacia la cabeza de Jungkook y revolver sus cabellos con fuerza—, deja que Park rompa algunos sentimientos, será divertido.

Jungkook gruño en respuesta para después alejar la mano sobre su cabeza, miro hacia Jimin quien se veía en verdad demasiado confiado en lo que haría.

—Sólo no lo lastimes —advirtió Jungkook.

—Dudo mucho que Park lastime a ese omega —Jungkook rodo los ojos al escuchar a Chulmoo.