Capítulo II

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Melanie no dejaba de llorar, sus lágrimas le caían tan de prisa que cuando se había dado cuenta ya los tenía llorar hasta el punto que les picaba. En su cabeza solo salía una pregunta ¿tengo algún defecto?
No podía creer lo cruel que podía llegar hacer amber, nunca ha notado su presencia pero lo que sí sabía es que con ella se reía, puede que lo haya fingido o solo para quedar bien. Era incapaz de creer que la rubia no se sintiera bien con ella y hay cayo en cuenta lo enamorada que estaba.
Le vino un recuerdo del pasado el cual quería que pareciera perdido en su mente para siempre 

-Buenos días, chicas 
Ese día era el más importante para las chicas, era la primera fiesta del curso y también la oportunidad para conocer chicos. A melanie no le interesaban mucho esas fiestas por el simple hecho de las sustancias y lo peligroso que son los chicos adolescentes con eso en el cuerpo. Todas pensaban que solo era porque odiaba a los chicos de su clase pero la verdad es que ella sabía de lo que estaba hablando 
-Estoy deseando ver a los chicos y estar tan borracha como para no saber qué pasó el día anterior
Se sentía desplazada, como si no encajara y la forma en la que ignoraban sus palabras la hizo ser como una de ellas. Estaban tan felices con esas sonrisas estúpidas que no encontraba la forma de decir que simplemente no iba a ir
-Zanahoria vas a venir? ¿O todavía le tienes fobia a los chicos?
No podía ni mirar a esa rubia tatuada, seguirle el juego era lo mejor para melanie ya que del grupo solo se metía con ella. Lo que más rabia le daba era el hecho de que amber la miraba y no hacia nada
-no le hables así, eres una maleducada 
Siempre la defendía, era la única del grupo que le importaba su existencia. Su nombre era cassandra adams, era la más amable y sobre todo con ella
-mira y aprende calandra 
Stacy se levantó acercándose a la pelirroja 
-no te molesta estos comentarios, verdad zanahoria?
Le acariciaba el cabello a melanie mientras cassandra estaba tan enfadada que parecía que iba a estallar
-eres una niña de mami
Se rió de tal forma hasta que amber se levantó. Cogió la mano de stacy y caminó hacia su coche. Nunca creyó que amber podía llegar a hacer tal cosa porque sabía que no era tan importante para ella como para que se atreviera hacer tal cosa
-Estas bien, pecas
Nunca antes había hablado con ella, sentía que no estaba a la altura de hablar con una chica tan guay como lo era ella
-si, estoy bien gracias a ti. Por cierto porque siempre me defiendes, sabes que puedo sola
Las palabras salieron solas de su boca. Estaba tan nerviosa como para pensar con claridad que soltó lo primero que se le ocurrió
-no tengo ninguna duda pero tu no eres esa clase de niña que se defienden solas
Melanie se cruzó de brazos ofendida pero sabía que la castaña tenía razón
-haber dime tu porque soy débil
La otra chica la miraba con ¿pena?o era ¿admiración
-Yo ni he dicho que seas débil pero si insistes… para empezar eres indefensa, tienes 13 años, no tienes buenas palabras para defenderte, sigo?
Cassandra sonrió de lado, pero esa sonrisa no era de humillación si no de ser una amiga con la que divertirte. Nunca había tenido amigas y amber no contaba así que cassandra fue su única amiga y deseaba tener su amistad en un futuro.

Amaneció haciendo que acelerara más rápido, su madre no la dejaba salir tan tarde pero eso no le importaba porque amber le había destrozado. Cada paso era una tortura para sus recuerdos. Las lágrimas le caen como gotas de agua con dolor, el recuerdo que acababa de proyectar era uno de los más dolorosos de su infancia. El hecho de haber perdido una amistad tan poderosa como lo era con cassandra le partía en dos
-solo alejó a la gente buena de mi lado y me aferro a personas que no me merecen 
Se dijo a sí misma con las lágrimas cayendo por su rostro sin compasión. Sólo deseaba que en un futuro más lejano entre amber y ella vuelva esa amistad que podía con todo, sabe que no sería lo suficientemente valiente como para confesar sus sentimientos. Ella sabe que merece felicidad pero, a su alrededor no veía gente cambiando para que así sea. 
Detrás de ella se escuchaba un coche a velocidad bastante lenta. Se giró y se encontró con un coche color rojo
-¿Qué quieres?
el chico no paraba de mirarla, la forma en que la miraba la incómodaba mucho
-te llevo
se quedó quieta temblando de miedo ¿porque me pasa esto a mi? 
-no gracias, estoy bien 
El chico parecía buena persona pero melanie no se fiaba nada 
-segura? mira que vas con un vestido que te lo pisas, con los ojos llorosos y se nota que estás cansada 
El chico le fue muy insistente y se preguntó asi misma ¿y si me subo haber que quiere?
-está bien, voy a aceptar subir pero primero dime tu nombre 
Estaba aterrorizada sbiendo que su madre estaría muy preocupada 
-soy Jacob, Jacob Jones 
Le entendió la mano a melanie y ella aceptó 
-hola Jacob, soy melanie spencer 
Cuando escucho esas palabras el chico de quedo con la boca abierta. Melanie no sabia de que la conocía pero sabía que no iba hacer nada bueno 
-soy amigo de amber william, ya te habrá hablado de mi. En el internado no paraba de hablar de ti y siempre preguntaba cuando iba a escuchar tu voz otra vez pero nuna la dejaron 
No sabia si confiar o no. Eso significa que ¿amber siente lo mismo que yo?, a melanie le dio esperanza de poder llegar a ese futuro 

Dentro del coche, melanie no apartó la miraba a las nubes con una sonrisa que nunca había hecho jamás. El hecho de pensar en que amber sienta lo mismo ledio mucha felicidad
-y bueno Jacob…como me has encontrado o reconocido?
El chico sostenía en la mano un cigarrillo, cosa que melanie lleva viendo desde pequeña a su madre después de la muerte de su abuela. El chico le ofreció una calada pero inmediatamente negó con la cabeza. No paraba de mirarla con una mirada acosadora como si quisiera intimidarla 
-deja de mirarme así. Me incomodas demasiado con esa mirada y la verdad no se lo que quieres pero para ya
Le saco el dedo corazón con un rostro con rabia. Sólo quería llegar a su casa sin sentirse observada por un chico rubio con tatuajes
-no te estoy incomodando y si estás aquí es para llevarte con tu mami. Deja de hablar y déjame conducir tranquilo si no quieres morir
Se sintió muy ofendida por ese comentario y como cassandra dijo, no se sabía defender lo suficientemente para hacerse saber. En ese asiento mirando hacia el cielo, se sentía muy débil y pequeña. ¿No puedo con un chico? 
Esa pregunta apareció por su cabeza haciendo que sus lágrimas cayeron  por sus mejillas. No quería hacer creer al chico, qué era tan fácil hacerla llorar, por lo que apoyó la cabeza en la ventana con sus lágrimas cayendo observando el cielo colorido por el amanecer
-niña cristal ya estas en tu amada casa
No le podía mirar ni a los ojos después de lo que le había hecho sentir. Se quitó el cinturón con suavidad y abrió la puerta para dejar atrás esa horrible situación
-Se dice gracias 
Estába por entrar cuando escucho esas palabras con ese tono tan desagradable. Se giró con rabia dentro de ella 
-eres un imbécil que no merece nada 
Iba a decir más pero creyó que era mejor dejar eso asi para no preocupar a su madre. Su madre la miraba orgullosa aunque no se enterada de la situación, se acercó a melanie cogiéndole la mano para acabar con eso

Las dos tomaron asiento con una mirada oscura en el rostro de la madre. No entendía el porqué de esa mirada ya que fuera sus ojos se mostraban con felicidad y admiración hacia melanie.
-madre, porque es cara? estás enfadada? 
La madre negó con la cabeza 
-cariño no estoy enfadada, solo no entiendo porqué ese comportamiento, nunca te has portado de tal forma 
Estaba más tranquila tras las palabras de su madre pero tenía miedo de contarle y que se decepcione más 
-mamá, te prometo que te lo contaré pero mañana, estoy un poco cansada 
Se sentía algo mal por mentirle, pero no era mentira del todo. Melanie subío las escaleras con mucho cansancio y sentía que se iba a caer. Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas desconsoladamente. Su cabello se sostenía en su rostro.

Melanie cuando por fin llegó a su habitación, se dirigió al baño donde se quitó el vestido rojo para ponerse su pijama rosado de lunares blancos. Antes de dirigirse a su cama se miró en el espejo sonriendo mientras sus lágrimas caían y caían. Cuando por fin se metió, cogió un sueño profundo tanto que sus pesadillas crecieron y crecieron.

Nota de la autora:
Creo que he mejorado la forma de narrar. Gracias x vuestros comentarios de mejora y lo agradezco mucho .
Gracias por leer mi libro <333 espero que os guste la historia

El futuro que nunca tendremos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora