LOS FLASHES DE LA CÁMARA HACEN QUE PAREZCA UN SUEÑO (Supercorp)

Capítulo 17: Treacherous

Two headlights shine through the sleepless night
(Dos faros brillan en una noche de insomio)

And I will get you, and get you alone
(Y yo te tendré, te tendré a solas)

Your name has echoed through my mind
(Tu nombre ha hecho eco en mi mente)

And I just think you should, think you should know
(Y solo pienso que deberías, deberías saber)

That nothing safe is worth the drive and I would
(Que nada es seguro y vale la pena arriesgarse)

Follow you, follow you home
(Y te seguiría, te seguiría a casa)

I'll follow you, follow you home
(Te seguiré, te seguiré a casa)

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"La etapa europea de mi gira vino después. Toqué en Belfast y Dublín en marzo, y no tienes idea de lo bien que se siente estar en casa. Realmente nunca había pensado en National City como mi hogar, y Londres lo era, en algunos aspectos, pero Irlanda... era donde realmente me sentía en paz y normal, y me hacía muy feliz estar en casa. Estuve en Londres unos días después, lo cual fue igual de reconfortante, y fue bueno para mí estar cerca de tantas cosas que me recordaban a mi hogar. Por supuesto, yo no estaba realmente bien, y extrañé a Kara más que nunca". Lena se rió mientras fruncía el ceño ligeramente, con una mirada confundida en su rostro. "¿Sabes cuánto tienes que extrañar a alguien para estar en la gira mundial de un álbum aclamado por la crítica o estar en casa en Irlanda, en todos los lugares en los que tocaste antes de que siquiera te mirara un sello discográfico y darte cuenta de que tenías todo lo que siempre habías querido, y sentir... nada".

"Regresaste con ella", adivinó Leslie, su voz era un murmullo bajo mientras miraba a Lena con lástima.

Dándole una sonrisa poco entusiasta a cambio, Lena se encogió de hombros, "no hasta mayo".

"¿Qué pasó en mayo?"

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La segunda etapa de la gira mundial Speak Now terminó a fines de marzo y a Lena se le ofreció un aplazamiento de dos meses antes de que comenzara la etapa norteamericana. Su último espectáculo había sido en Londres, y se quedó una semana más en la ciudad, yendo a tomar el té con su madre, jugando al tenis con su padre y almorzando en su club de golf en Wimbledon. Después de una semana, regresó a su casa en National City.

Sin nada que hacer y semanas de tiempo libre en sus manos, Lena se encontraba inquieta en su ático. Pasó horas caminando de un lado a otro, encerrada e irritable porque los paparazzi estaban acampados al otro lado de la calle, escribió algunas canciones e hizo mermelada casera, pasó horas al teléfono con amigos, haciendo planes para verlos cuando sus horarios se alinearan. Todo fue aburrido. Para compensar, Lena se compró una casa nueva.

Casa era un término generoso porque Cape Cod Colonial se alzaba sobre un acre y medio de terreno con un largo camino de entrada cerrado y una casa de huéspedes en la parte trasera. Todo era tablilla blanca con puertas francesas que se abrían a pérgolas cubiertas de enredaderas que daban sombra a balcones, porches y patios. Incluso tenía una cancha de tenis.

Pasó horas comprando muebles, llenando la cocina estilo casa de campo con vajilla antigua y utensilios de cocina caros, las encimeras relucientes cubiertas con libros de cocina y pequeñas macetas, cacerolas de cobre colgando sobre la estufa industrial y flores frescas en un jarrón todos los días. Su naranjo estaba en la esquina, en la mancha de luz solar que entraba a raudales por las ventanas, y por las mañanas bebía café en la barra del desayuno y lo miraba pensativa.