LOS FLASHES DE LA CÁMARA HACEN QUE PAREZCA UN SUEÑO (Supercorp)

Capítulo 11: The story of us

This is looking like a contest
(Esto parece un concurso)

Of who can act like they care less
(De quién puede actuar como si le importara menos)

But I liked it better when you were on my side
(Pero me gustaba más cuando estabas de mi lado)

The battle's in your hands now
(La batalla está en tus manos ahora)

But I would lay my armor down
(Pero dejaría mi armadura)

If you say you'd rather love than fight
(Si dijeras que prefieres amar que pelear)

So many things that you wish I knew
(Tantas cosas que desearías que supiera)

But the story of us might be ending soon
(Pero nuestra historia podría terminar pronto)

Now I'm standing alone in a crowded room
(Ahora estoy parada sola en una habitación llena)

And we're not speaking
(Y no nos hablamos)

And I'm dying to know
(Y muero por saber)

Is it killing you like it's killing me?
(¿Te está matando como a mí?)

Yeah, and I don't know what to say
(Sí, y no sé qué decir)

Since the twist of fate, when it all broke down
(Desde el giro del destino, cuando todo se derrumbó)

And the story of us looks a lot like a tragedy now
(Y nuestra historia se parece mucho a una tragedia ahora)

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Después de esa primera semana, cayeron en una rutina fácil. Lena escribía sus canciones y se encerraba en su departamento o en el estudio de grabación, Kara pasaba casi todos los días y la mayoría de las noches en el set, y se robaban momentos juntas en las primeras horas de la mañana, ambas luchando por mantenerse despiertas mientras sus ojos les picaban y se llenaban de café solo para poder pasar más momentos preciosos y secretos juntas.

Nunca fue difícil, aunque era frustrante la mayor parte del tiempo, querer estar cerca de alguien todo el tiempo, querer salir a la luz del día y caminar por las cálidas calles mientras se empapaban del sol de California. En cambio, tenían que ceñirse a las sombras, sabiendo ambas que incluso un susurro podía convertirse en una historia lujosamente hilada sobre ellas saliendo juntas. Con la presión ejercida sobre Lena para mantener su imagen pública inmaculada, ni siquiera podían aventurarse a salir por la noche a clubes oscuros con habitaciones privadas en la parte trasera, por lo que pasaban la mayor parte del tiempo yendo a dar un paseo nocturno para respirar algo fresco. aire, en lugar de quedarse encerradas en su apartamento.

Conducían toda la noche, recogían café y deambulaban por las calles mientras escuchaban viejas canciones. A veces encontraban un lugar abandonado fuera de los límites de la ciudad para estacionar el auto, sentadas en silencio sobre el capó del auto mientras el aire fresco y polvoriento llegaba del desierto. Subían las colinas rocosas y se sentaban hombro con hombro en el suelo arenoso, entre los matorrales, mirando el cielo aterciopelado mientras contaban las estrellas y Lena recitaba letras nuevas de vez en cuando. Una vez se encontraron río arriba, sentadas en un banco a lo largo de la pasarela de madera, contemplando las luces de la ciudad al otro lado del agua ondulante, y Kara había puesto su brazo alrededor del hombro de Lena como si hubiera sido la cosa más natural del mundo. La había tomado por sorpresa y se quedó inmóvil por un momento antes de que una sonrisa estallara en su rostro y se apretó más contra el costado de Kara. Era una de las pequeñas cosas que podían permitirse, al amparo de la oscuridad, sin un alma a la vista.