LOS FLASHES DE LA CÁMARA HACEN QUE PAREZCA UN SUEÑO (Supercorp)

Capítulo 5: Fearless

Este álbum se llama "FEARLESS", y creo que me gustaría aclarar por qué lo elegimos como título. Para mí, "FEARLESS" no es la ausencia de miedo. No es estar completamente sin miedo. Para mí, FEARLESS es tener miedos. FEARLESS es tener dudas. Muchas de ellas. Para mí, FEARLESS es vivir a pesar de esas cosas que te asustan hasta la muerte. FEARLESS es volver a enamorarse locamente, aunque te hayan hecho daño antes. FEARLESS es entrar en tu primer año de secundaria a los quince años. FEARLESS es volver a levantarse y luchar por lo que quieres una y otra vez... aunque cada vez que lo intentaste antes, perdiste. Es tener fe en que algún día las cosas cambiarán. Es tener el coraje de despedirte de alguien que solo te hace daño, aunque no puedas respirar sin él. Es enamorarte de tu mejor amigo, aunque esté enamorado de otra persona. Y cuando alguien te pide disculpas suficientes veces por cosas que nunca dejará de hacer, creo que es no tener miedo el dejar de creerle. Es no tener miedo decir, "NO lo sientes", y marcharte. Creo que amar a alguien a pesar de lo que la gente piensa es no tener miedo. Creo que permitirse llorar en el piso del baño es no tener miedo. Dejar ir es no tener miedo. Luego, seguir adelante y estar bien... Eso también es no tener miedo. Pero no importa lo que el amor te depare, tienes que creer en ello. Tienes que creer en historias de amor y príncipes encantadores y felices para siempre. Por eso escribo estas canciones. Porque creo que el amor es no tener miedo. Creo que amar a alguien a pesar de lo que la gente piensa es no tener miedo. 

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       Durante los siguientes dos años, trabajó en su segundo álbum. Estaba lleno de canciones que ella misma escribió nuevamente, cubriendo sus años en la escuela secundaria y los eventos más recientes de su vida. Había canciones sobre los inicios de su carrera, sobre las relaciones que construyó y rompió durante ese tiempo. Escribió sobre su mamá, escribió sobre Jess, y sobre la escuela, y cómo la había amado y la había perdido, sin nombrarla, por supuesto, escribió una canción sobre Romeo y Julieta en veinte minutos en el piso de su habitación, después de leer la obra durante ese verano, imaginar un final más feliz para ellos y, sin saberlo, crear la canción que lanzaría su carrera al estrellato mundial.

            Y luego estaban las canciones sobre su primera novia, el momento en que conoció a alguien y pensó que era amor, y se quedó con el corazón roto. Su primera relación fue con una cantante llamada Veronica Sinclair. Para Lena, ella era Ronnie. A los treinta y dos años, debería haber sido una señal de advertencia que la cantante se interesara por Lena, de solo dieciocho años, todavía joven e ingenua, demasiado inexperta en el mundo del amor para saber siquiera cómo funcionaba una relación. Aún así, Lena era demasiado joven y estaba demasiado halagada por la atención de la mujer mayor, y cuando se conocieron en uno de los espectáculos de Veronica en National City, Lena se sintió enamorada de la mujer. Fue una sorpresa cuando la invitaron detrás del escenario, encontrándose muy tímida en compañía de la mujer mayor.

            Más rápido de lo que tuvo tiempo para pensar en ello, se encontró saliendo por primera vez en su vida. No se lo contó a sus padres, ni a Edge, ni a Mercy ni a Rhea, y se lo guardó mientras acompañaba a su nueva novia por la ciudad, bajo el pretexto de una amistad en ciernes. Observó a Veronica tocar en bares, rasgueando su guitarra y cortejando a la multitud, las chicas en la primera fila gritando su nombre y encendiendo los celos dentro de Lena, una emoción desconocida hasta ese momento. Iban a eventos nocturnos de alfombra roja, a lujosas cenas con el séquito de Ronnie, y los paparazzi los seguían cada vez que estaban en público.

            Pero fue un romance vertiginoso. Lena pensó que entendía el amor, había escrito suficientes canciones sobre él y visto suficientes películas, con la pasión y el drama, para pensar que sabía cómo se suponía que era. Cuando Veronica la ignoró durante una semana, Lena la persiguió, mostrándole que estaba interesada, que estaba allí y ansiosa por complacerla. Cuando Veronica estaba de un humor sombrío, demasiado borracha para siquiera mantenerse en pie, con las pupilas dilatadas por alguna droga u otra, y Lena la rodeaba de puntillas, con una sensación de inquietud creciendo en su pecho mientras esperaba que su novia le respondiera. La llamaba, preguntándose qué versión de ella iba a tener, si sería la dulce Verónica, quien le contaría sobre su día y le diría que le había comprado un regalo, o la borracha que arrojaría palabras desagradables hacia ella.