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Hyunjin preparaba su bolso con tranquilidad pensando bien que cosas debía llevar y cuáles no, solo se iba un fin de semana, se iría el viernes por la mañana y volverían el domingo por la tarde. Jisung le había propuesto a Seungmin que fueran a un cámping fuera de la ciudad el fin de semana y el Omega no se negó, le encanto la idea de pasar tiempo en familia y con amigos preciados.

Seungmin le había dicho que invitara a Yeji, después de todo también la consideraban de la familia y su presencia no molestaba, además no querían que Hyunjin se aburriera o estuviera solo. Al azabache le gustó la idea y sabía que la alfa no se negaría.

Terminó de ordenar todo y lo dejó a un costado para después tirarse a la cama a esperar que la alfa llegara, se iba a quedar a dormir porque al otro dia ya se iban.

No tardó mucho cuando sintió un rico olor a algodón de azúcar inundar sus fosas nasales, no le gustaba mucho el olor dulce porque le empalagaba pero el olor de Yeji siempre le gustó, lo tranqulizaba mucho.

La alfa dejó su bolso en un costado y se tiró sobre su mejor amigo.

—¡Auch! —se quejó el azabache.

—¡Aaaaa, estoy tan emocionada! —sonrió abrazando al alfa que se quejaba debajo de ella.

—Bueno pero bajate, pesas mucho. —trató de sacar la de encima suyo pero fracaso en el intento.

—Cierra la boca, no me arruines la emoción.

El alfa rodeo los ojos.

Cualquiera que los viera en esa situación lo malinterpretaria, menos la familia que los ha visto en esa y otras situaciones millones de veces.

—No sabía que ahora tirabas por esa onda. —entró a la habitación con una mueca de burla.

—¿Todavia no te moriste? Que desperdicio. —dijo con desprecio la alfa sin mirarlo.

—No te daría el gusto. —se recosto en la cama mirando al par.

—Ja, darme el gusto —se corrió de arriba del azabache sentandose en la cama mirando al rubio.— eres la última persona que quiero que me de un gusto.

El rubio soltó una risa.

Hyunjin ignoraba la discusión pero estaba atento a cualquier mierda que pudiera salir de la boca del contrario.

—Aunque es entretenido hacerte enojar y ver cómo te crees tanta cosa, ahora estoy cansado así que cierra la boca. —cerró los ojos y puso sus manos sobre su estómago, acomodandose para dormir.

La alfa sonrió de lado recostandose al lado de su mejor amigo.

—Oh Jinnie, a veces me pregunto porque el señor te hizo gemelo de un ser tan inservible y no de mi. —hablo casi gritando para que el rubio pudiera escucharla.

—Yo me pregunto lo mismo, Ye.

Hyunbin fruncio el ceño.

—Es que tan sólo miralo y mirame, por favor, soy mejor que esa cosa. —dijo reprimiendo una risa.

—Por supuesto que si. —le seguía el juego.

Empezaron a hacerse muecas raras, haciendo los reír.

El rubio estaba a punto de insultarlos cuando su teléfono sonó, a regañadientes lo agarró cambiando su expresión completamente cuando vió el nombre que saltaba en la pantalla.

—Innie bebé, hola. —saludó con una sonrisa mientras miraba de reojo al azabache.

La alfa rodeo los ojos.

𝘑𝘦𝘰𝘯𝘨𝘪𝘯 | 𝘏𝘺𝘶𝘯𝘪𝘯. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora