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Hace días que la rutina de Hyunjin era; ir a la escuela, llegar a su casa y encerrarse en su habitación, no salia para absolutamente que no sea para cenar, sus padres estaban algo preocupados debido a que el azabache no era así, pero Hyunbin les decía que tal vez solo se sentía mal y ya, que el azabache solía ser muy exagerado cuando le dolía algo.

—Hey, idiota, ¿porque no te dejas hacer tu estúpido drama? No te das cuenta que estas asustando a papá. —habló sentándose en su cama mirando la de su hermano.

El azabache no respondió.

—Te estoy hablando, ¿ahora aparte de mariquita también eres sordo?

Silencio.

—Hijo de puta. —susurró levantándose de su cama para caminar hacia la del azabache tirando de su frazada.

Cualquier persona que viera al pelinegro se le rompería el corazón, pero el del rubio ni se inmutó.

Hyunjin estaba hecho bolita, tenía la nariz al igual que sus ojos rojos e hinchados.

—Oh, mirenlo ahora también llorón. —dijo burlón mirándolo. —eres patético Hyunjin, no tocaras un Omega en tu vida.

—Cierra la boca. —se levantó agarrando su frazada volviéndose a tapar.

—¿Que le habrá pasado ahora al mariquita? Pensemos, ¿será que se dio cuenta que su papá esta avergonzado de él como alfa? ¿O tal vez que Jeongin jamás se fijaría en una mariquita llorona como él? Yo creo que ambas. —decía con su típico tono burlón.

La sonrisa del rubio se hacía cada vez más grande al ver que Hyunjin no respondía y se hacía más bolita en su cama.

—Esta bien Hyunjin, alguno tenía que ser el orgullo de esta casa y claramente no ibas a ser tú, solo mirate, no eres un alfa, eres un peluchito y siempre será así.

Cada palabra que salía de su boca iba con desprecio, él quería que su hermano supiera cual era su lugar.

El rubio se sentó cerca de la cabecera de la cama destapando el rostro de azabache.

—Quieres que Jeongin sea tu Omega pero ni siquiera podrías protegerlo, no tienes nada para ofrecerle, solo lo harías pasar vergüenza y que la gente lo juzgue por estar con un peluchito como tú. Solo rindete, no tienes oportunidad.

—Por qué tú si. —dijo una conocida voz femenina. —de seguro a alguien tan amable, empático y dulce como Jeongin le gustaría saber como es que tratas a tu hermano, y a tus padres también, se pondrán contentisimos. —decía mientras se acercaba al alfa.

—Tú que sabes. —respondió levantándose de la cama del azabache.

—Se que no les gustara en absoluto. —camino hasta estar frente a frente. —no reflejes tus inseguridades en Hyunjin, comete tu mierda y déjalo en paz, él no tiene nada que ver contigo pedazo de mierda. —susurró en el oído contrario con todo el desprecio del mundo.

Hyunbin se alejó soltando una risa.

—Siempre serás un peluchito, siempre. —dijo mirando hacia Hyunjin para luego salir de la habitación.

Si Yeji pudiera lo mataría ahí mismo con sus propias manos, pero era ilegal.

—Eres el peluchito más bonito que existe y el Alfa que todo Omega desería tener, Jinnie. —se sentó en la cama, Hyunjin apoyo su cabeza en las piernas de la alfa mientras la lágrimas salían de sus ojos. La alfa le acariciaba la cabeza mientras le daba suaves caricias.

—Nunca escuches lo que Hyunbin te diga, es un bastardo bueno para nada que esta celoso de lo maravilloso que eres.

...

Estado: triste

𝘑𝘦𝘰𝘯𝘨𝘪𝘯 | 𝘏𝘺𝘶𝘯𝘪𝘯. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora