- ¿Has visto a ___?
- Si, te estaba esperando en el estacionamiento, dijo que se regresarían juntos
- Gracias Gaten
Corrio para encontrarse con la chica, al lugar acordado
- Hola, ¿Llevas mucho esperando?
- No mucho - lanzando el cigarrillo que tenía en la mano- por un momento pensé que te habías arrepentido de invitarme
- ¿Arrepentirme? Eso nunca- sonriendo- ¿Estas lista?- haciendo una pequeña reverencia
- Mas que lista, ¿Nos vamos?
- Cuando tu digas-
- Bueno queda una pregunta mas que hacerte ¿manejas tu o me lo dejas a mi?- enseñándole las llaves del auto
- Lo haré- tomando las llaves
Abrió la puerta del coche y la invitó a subir, haciendo una pequeña reverencia
- ¿Siempre eres así de atento?
- Bueno, solo cuando se trata de ti-
Regalando una pequeña sonrisa, esa misma que el los últimos días me hacia estremecer, por más que estuviera sonriendo para alguien más
Durante todo el camino mis nervios estaban a flor de piel, era algo inexplicable, ¿Como podía haber hombre que luciera perfecto?, No había necesidad de que te dijera lo que siente, con sus ojos expresaba todo lo que necesitaba saber, pero sinceramente, estoy aterrada.
- Bueno, llegamos ¿Lista para soportar un par de horas escuchandome tocar la guitarra?-
- Amm, si, si, sera un honor- sacándome de mis pensamientos
- ¿Estas bien?- abriendo la puerta del auto
- Si, es solo que me estaba quedando dormida-
- ¿Entonces, vamos?- ofreciendo su mano para ayudarme a salir
El lugar era cálido y acogedor, justo como lucia el cuarto de música que mi padre solía tener cuando era más pequeña
Joseph tomo la guitarra y sin más rodeos inicio a reproducir la pista, realmente se veía concentrado, "Master of puppets", la favorita de mi padre
- Joseph Quinn, realmente eres como una cajita llena de sorpresas - sonriendo
En ese momento su vista se despego de la pantalla y por un instante nuestras miradas se cruzaron
- Bueno, quedate a mi lado y disfruta de cada sorpresa- sonrió, mientras regresaba su mirada hacia la pantalla
Su mirada me congeló completamente los sentidos, realmente se miraba hermoso
- No, no espera- sentándose frente a mi- no quería que suene de esa manera, no me malinterpretes-
- No, no, tranquilo- sacándome repentinamente de mis pensamientos- no pasa nada- tomándole el hombro
- Yo solo... Solo quiero ser tu amigo- nervioso- quiero ser esa persona en la cual confíes y en la primera que pienses cuando necesites ayuda
La conversación estaba tomando una dirección la cual no me estaba agradando del todo, no quería herir los sentimientos de Joseph pero...
- Tranquila, no te estoy presionando a hacer algo que no quieras ¿Si? Solo dejame acercarme
Sus palabras eran lo que necesitaba para sanar un poco el corazón, esas palabras que espero por mucho tiempo pero que ni Joe ni Dacre supieron expresar, sin embargo el sentimiento de Inseguridad aún permanecía ahí
- Se a lo que quieres llegar, pero en estos momentos no puedo darte lo que buscas
Las lágrimas comenzaron a hacerse presentes, listas para rodar por las mejillas en cuanto Joseph dijera algo más
- Sabes, no estoy seguro de que es por lo que estes pasando- acariciando mi mejilla- pero solo te pido que me dez una oportunidad, prometo no hacer algo que pueda dañarte, permíteme enseñarte a querer y amar sin miedo, solo déjame acercarme a ti- tomando mis manos temblorosas
Las lágrimas comenzaron a caer sin control, sus palabras eran tan reconfortantes
- ¿Lo prometes?-
- Lo prometo- respondió con una hermosa sonrisa en su rostro
- En verdad prométeme que esto saldra bien Quinn-
- No dudes ni un segundo de mi palabra Evans- tomando la mejilla- ahora si me lo permites terminaré mi práctica- incorporándose nuevamente al área de ensayo
Mi corazón estaba latiendo tan fuerte, que no podía explicar todas las emociones que se encontraban dentro de mi en ese momento, el resto de la práctica de Joseph me la pase pérdida en mis pensamientos
- Bueno, es hora de irnos - sentándose nuevamente frente a mi- ¿Quieres ir a cenar o prefieres que te lleve a casa?
- Prefiero irme a casa, realmente estoy muy cansada y tampoco quiero causarte demasiadas molestias
- Tranquila, no pasa nada, y si así lo prefieres entonces te llevaré a casa- colocando la guitarra a un lado
- Te veo afuera, recuerda que me toca manejar ahora- sonriendo mientras salía del lugar
Después de todo Quinn aun no tenía el auto, y no podía dejar que regresara en taxi a su hotel
- ¿Nos vamos?- pregunto amablemente mientras subía al auto
- Como usted diga señor- mientras una sonrisa se escapo de mi rostro sin querer
- Deberías sonreír mas seguido, realmente te vez hermosa haciendo
¡Díos mio! ¿Hay algo que este hombre no haga bien?
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Querido Joseph
RomantizmLas relaciones amorosas, pueden triunfar o fracasar, depende de cuan valiente decidas ser al momento de enfrentar los obstáculos más grandes, o lo que son del tamaño de un grano de arena...