Pov Bellota
Salí de la casa y me fui a los entrenamientos de fútbol. Después de eso vería al entrenador para darle las estúpidas "clases sobre como declararse".
Llegue a la escuela y fui a la cancha para comenzar.
-De acuerdo, comenzaremos con el calentamiento, den 3 vueltas completas a la cancha y luego un partido, vamos... muévanse.- Gritó el entrenador y todos hicimos lo que dijo.
Terminó el calentamiento y jugamos un partido, algo corto y fácil desde mi punto de vista.
Sequé mi frente con una pequeña toalla de manos y bebí agua de mi termo. Divisé al entrenador acercándose corriendo desde el otro lado de la cancha.
-Hey bellota, es cierto lo que me dijiste sobre que jugabas muy bien, te felicito.
-Gracias. Donde quiere que le de sus estú...,digo, normales clases sobre como declararse.
-Pues... que tal si en la plaza que está aquí a la vuelta.- Asentí y observé que casi todos los del equipo ya se habían ido.
Empezamos a caminar para fuera de la escuela y nos dirigimos a la plaza.
Llegamos y nos sentamos en una banca.
-Bueno... hableme sobre ella.- comencé yo.
-Mmm... está en el cuadro de honor, en el equipo de fútbol; así es como la conocí, según sé su familia es de mucho dinero y es muy popular en la escuela.
-Ah, ya veo... por lo que me dice es la típica chica perfecta.
-Si...
-Tiene que declarársele.
-Pero, ¿cómo?
-Mmm... por lo general a las chica perfectas les gustan los chicos malos... que sean atrevidos, decididos y que sean ellos los que den el primer paso.
-Ya veo... pero en dónde, cuándo y cómo me le declaro.
-Tal vez en la cancha de fútbol, cuando todos se vallan y solo estén ustedes dos, le dice que necesita hablar con ella sobre algo relacionado al equipo y pues cuando te escuche... se lo dices y luego la besas...pero ten cuidado con el tiempo ,tiene mucho que ver, su cabeza debe estar un poco inclinada y debe de ser cuando tenga los labios un poco entreabiertos.
-Okey... pero sigo creyendo que no podré y todo saldrá mal.
-Tu tranquilo, si podrás, venga... ánimo.- dije dándole una palmada en la espalda y sonrió débilmente.
-Oye no te molestaría... ya sabes... ayudarme a practicar el momento.- mi sonrisa al momento se borró.
-No lo creo, es demasiado.- dije fríamente.
-Por favor... haré lo que tu quieras si me ayudas.- dijo suplicante.
Mmm... con que lo que yo quiera eh, pues talvez... No. jamás. aunque...
-De acuerdo, pero solo por unos tachones color verde Nike.- dije con una sonrisa.
-¿Qué? ¿Acaso me ves cara de rico?
Con que por ahí va la cosa. Já, ni crea que lo haré gratis.
-¿Y tu me ves cara de servidora social... o monja? .- dije indignada y molesta.
-Bueno, está bien, te los compraré pero ayúdame.- dijo desesperado.
Sabía que me saldría con la mía. Eso es bellota. Me felicité a mi misma mentalmente por unos segundos y luego seguí mi vista al entrenador.
-Okey, mañana empezamos con la misión "Enseñemos al entrenador a ser menos idiota frente a las chicas".- dije con mi dedo índice levantado y mi cara de "experta en el tema". El profesor me miró mal.
-Recuerda que sigo siendo tu profesor.- dijo con el ceño fruncido.
-Recuerde que sigo siendo su alumna.- dije retándolo con la mirada.
-Vaya bellota, eres imposible.- dijo después de sostener una guerra de miradas desafiantes conmigo.
-Lo sé.
El entrenador me acompañó hasta casa y cuando llegamos me despedí y se fue de ahí pero justo cuando iba a meterme a la casa llegó el imbécil de Butch a fastidiar.
-Oh bellota, no conocía esa faceta tuya romántica y menos con un profesor... con que te gustan mayorcitos eh.- dijo el maldito con una sonrisa burlona en el rostro.
-No deberías estar espiándo, ah y aunque no es cierto... a ti que te importa, para empezar no me conoces idiota.- dije fulminándolo con la mirada.
El maldito se burlaba. De mí.
-Pues no es que espiaba, yo solo salí a tomar aire fresco y me encontré con ustedes. Juntos. Y tienes razón no me importa ni me interesa conocerte.- dijo el estúpido.
Me enojé con él y entré a la casa dando un sonoro portazo.
-Ese estúpido...- gruñí entrando a la habitación y me encontré a burbuja hablando por teléfono y a bombón con un libro en las manos leyendo.
Al instante que entré, me fui a recostar a la cama y cerré los ojos muy fuerte.
-Pero que te pasa bellota.- me preguntó bombón dejando a un lado el libro que anteriormente estaba en sus manos.
-Nada.- dije secamente.
-Anda, dinos.- dijo burbuja.
-Que nada, solo un estúpido que me encontré por ahí que me hizo enojar.
-Ah bueno y como te fue en el entrenamiento.- me preguntó burbuja.
-Bien, la verdad no fue para nada difícil, hasta me felicitaron los del equipo. Y ustedes, ¿encontraste trabajo burbuja?
-Oh si, mañana empiezo a trabajar en una tienda de ropa en el centro comercial.- dijo burbuja emocionadísima.
-Si, deberías haber visto como se puso, casi me asfixia de un abrazo y toda la tarde a estado hablándo por teléfono a sus amigas del salón para contarles. Ya me tiene mareada.- dijo bombón cansada.
Me reí y burbuja se llevó una mano a el pecho ofendida y luego rió con nosotras.
-Bueno... talvez exageré un poco Jejeje.- dijo burbuja.
-Ya me voy a dormir, estoy muy cansada.- les dije a las chicas.
- Yo igual.- dijo bombón bostezando.
-También yo, tengo que estar descansada para mi primer día de trabajo. ¡Yay!.- gritó burbuja alegre y nos acostamos a dormir.
Presiento que mañana será un día pesado.