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Capítulo 24

Tal vez era Renjun.

Jaemin observó desde la sala a los dos chicos lavando los trastes. No hacían sólo eso, también estaban jugando. Renjun llenó el vaso de agua y lo derramó sobre Jeno que quedó claramente sorprendido. Jaemin bufó, audaz de parte de Jeno besarlo y luego actuar todo enamorado con Renjun. Aunque fue Jaemin quien pidió el beso, así que no era culpa de Jeno.

—¡Renjun, ¿qué hiciste?! —Jeno gritó.

—Tú frotaste el jabón en mis mejillas, lo merecías —Renjun dijo mientras reía burlonamente y los dos corrieron alrededor de la cocina con Jaemin mirándolos.

¿Cuál era la palabra? Celos. —Pfft, ¿yo, celoso?

Vió a Jeno atrapando a Renjun por la espalda y abrazarlo fuerte. El más bajo dejó salir un quejido y la mano de Jeno, húmeda por el agua, pasó por toda la cara de Renjun. El chino gimió y dejó de retorcerse.

Jeno rió, Jaemin no pudo evitar admirar esa hermosa cara sonriente. Entonces lo invadió el pensamiento de hacerlo sonreír por siempre y lastimar a quien pusiera siquiera un ceño fruncido en la frente de Jeno. Fue sacado de sus pensamientos cuando vió a Jeno dándole un besito a Renjun en la frente.

Puso una mano en su pecho, apretándola, —¿son celos?

—Lo son, cariño.

Jaemin se asustó cuando repentinamente escuchó una voz junto a él. Giró su cabeza hacia el lado y vió la sonrisa juguetona de Donghyuck. Empujó la cabeza del chico lejos de él y regresó a leer un libro cualquiera que acababa de recoger de la mesa.

—Apuesto a que te acabas de dar cuenta de que estoy aquí —Donghyuck se dejó caer dramáticamente en el sofá con un llanto falso—, estabas muy ocupado mirándolos como para notarme.

—No los miraba —Jaemin murmuró, levantando despacio su cabeza del libro que leía para volver a mirar lo que hacían ya que no volvió a escuchar ningún sonido viniendo de ellos.

Es porque estaban besándose. Estaban besándose silenciosamente en la cocina con Jeno abrazando a Renjun desde atrás. Esa imagen lastimó tanto a Jaemin que comenzó a pensar que Donghyuck tenía razón. En que estaba celoso. De como los brazos de Jeno se apretaban alrededor de la pequeña cintura de Renjun, de que lucían bien juntos, de que tan apasionado era su beso.

Pero espera, ¿por qué pensó incluso por un momento en sus brazos alrededor de la pequeña cintura de Renjun en lugar de los de Jeno? Sacudió la cabeza y escuchó la voz de Donghyuck molestándolo de nuevo.

—Claro, definitivame-

Jaemin desvío sus ojos de vuelta al libro del cual no sabía siquiera que página estaba leyendo. —Estoy leyendo, así que, ¿podrías por favor largarte?

Donghyuck escondió una sonrisa, un Jaemin celoso era otra cosa, —Lee un renglón en voz alta, entonces.

Ahí fue cuando Jaemin realmente revisó que libro leía y la página en la que se encontraba. Pero le tomó segundos darse cuenta de lo que sucedía.

—Está al revés, estúpido —Donghyuck le dió un codazo al chico e inmediatamente se congeló cuando el pelirosa lo fulminó con la mirada. Ahí fue cuando supo que la había cagado. Pensando en una forma de salvar su vida, decidió arruinar el momento de los dos chicos y llamar Jeno—, hombre, si no te apresuras-