Capítulo 10

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Renjun sostuvo la correa de su mochila, ㅡasí que... ㅡmiró a los dos chicos sentados frente a él en el sofá, estos miraban hacia abajo con la tristeza marcada en sus rostrosㅡ. Esto es un adiós.

No, no renunció. Aunque lo había pensado, se divirtió mucho en los últimos días viviendo y cuidando de los chicos que jamás se le paso por la cabeza el fumar.

ㅡVolveré el lunes ㅡRenjun había cortado con sus madres que volvería a su casa todos los fines de semana. De todas formas, esos chicos eran adultos, así que no necesitan supervisión todo el tiempoㅡ. Por favor, no quemen la casa en mi ausencia.

—Lo prometo ㅡJeno levantó su cabeza mientras hacía un saludo de militar, haciendo a Renjun reír.

No quería admitirlo pero su favorito era Jeno, al menos él estaba tratando de hacercarse a él, por otro lado, no había logrado tener una conversación real con Jaemin. Renjun intentó de todo los últimos días y nada funcionó. La únicaa vez que logró interactuar realmente con Jaemin fue cuando le sonrió y le agradeció por haber encontrado su peluche de Ryan.

ㅡY por favor, no se maten ㅡRenjun suspiróㅡ. No quiero escuchar en las noticias que dos chicos fueron encontrados muertos en su casa.

ㅡEso no puedo prometerlo.

ㅡ¡Jeno!

El mencionado sólo rió, —bromeaba —luego pasó su brazo por encima del hombro de Jaemin—, jamás podría matar a mi futuro esposo.

Jaemin levantó la cabeza, sintiéndose confundido. Primero, porque Jeno acababa de aceptar el hecho de que estaban comprometidos y segundo, porque no sintió asco ni ningún sentimiento cercano a eso cuando Jeno lo abrazó. No sintió la necesidad de tapar su nariz, empujar su brazo, o insultarlo.

En cambio, sintió un hormigueo que le molestó.

Renjun sonrió, —voy a extrañarte.

Jeno se levantó del sofá, quitando su brazo de los hombros de Jaemin, yendo a abrazar al más bajo. Abrazarlo demasiado fuerte probablemente podría asfixiarlo, —¡tambien te voy a extrañar, Injunie!

Jaemin chasqueó la lengua, sentado en el sofá mientras los miraba fijamente, —sólo se va a ir dos días.

—¿¡Dos días!?

Renjun cerró los ojos, los oídos le dolían cuando alguien gritaba, —sí Jeno.  Dos días.

—¿No sabes contar? —El pelirosa rodó los ojos.

—Bueno, lo siento René Descartes* no soy tan inteligente como tú —Jeno hizo un puchero.

Renjun sonrió cuando vio el puchero de Jeno. Luego tomó las mejillas del menor y las apretó, —¿por qué eres tan lindo?

Jeno también hizo lo mismo con las mejillas de Renjun, —¡tú eres el lindo aquí!

Jaemin ya había perdido la cuenta de cuantas veces había rodado los ojos ese día. Estaban actuando tan lindo y dulce justo frente a él, pff. Tomó el control remoto que estaba al otro lado del sofá y encendió la televisión, sacando a los otros dos de su burbuja.

El chino sólo le dio una sonrisa al pelirosa, —adiós Jaemin.

—Vas a volver el lunes, así que, nos vemos —contestó Jaemin, viendo la televisión.

Entonces, Renjun recordó algo y tomó algo de su mochila, una lista. —Ustedes van a hacer las compras hoy.

—¿Qué?

Jeno aplaudió, —¡va a ser divertido!

[...]

—Esto es aburrido —Jeno murmuró, empujando el carro hacia la dirección en la que iba Jaemin.

babysitter | norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora