Capítulo 8

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—¿A dónde vas? —Jaemin frunció el ceño cuando lo primero que vio en cuanto despertó fue que Jeno estaba vestido.

Jeno tomó las llaves del auto de la mesita de noche después de mirarse en el espejo. —Mamá llamó y dijo que tenía que ir a la compañía.

—¿Tengo que ir contigo?

Jeno se encogió de hombros. —¿Quieres acompañarme?

Jaemin sacudió lentamente la cabeza diciendo que no, dejando que su cuerpo volviera a caer sobre la cama. El mayor vió la imagen de un Jaemin recién despertado; cabello despeinado, labios fruncidos, ojos entreabiertos y mejillas sonrosadas. Ni siquiera iba a negar sus sentimientos por ese niño somnoliento ahí mismo. Pudo o no haberse enamorado de Jaemin. Incluso Jeno se preguntaba cómo había terminado enamorado de él cuando todo lo que el chico hacía era maldecirlo.

—Me voy

El pelirosa simplemente zumbó, —no vuelvas.

Jeno rió, sabía que era una broma. Pero en el fondo lo lastimó de alguna manera y le hizo pensar, ¿qué pasaría si realmente no regresara? ¿Jaemin lo extrañaría? ¿Jaemin lo buscaría? Jeno se burló, probablemente no le importaría.

Se arregló la corbata antes de caminar hacia la puerta, tropezando con algo blando en el suelo. Chasqueó la lengua cuando pateó esa, pero una sonrisa malvada creció en sus labios cuando tuvo una idea.

[...]

Renjun estaba tarareando una canción mientras preparaba el desayuno. No estaba acostumbrado a despertarse e inmediatamente mover su cuerpo.

El chino estaba a punto de apagar la estufa cuando un par de brazos rodearon su cintura y lo obligaron a saltar hacia atrás y golpear el pecho de la otra persona. —Que...

—Buenos días. —Una sonrisa muy linda saludó al hombre bajito.

Y eso puede haber hecho que se sonrojara, —t-te levantaste muy temprano.

Jeno suspiró mientras dejaba descansar su cabeza sobre el hombro de Renjun, —voy a salir.

Renjun quitó los brazos de Jeno de alrededor de su cintura y luego lo enfrentó, mirándolo de arriba abajo. —Es la primera vez que usas corbata, ¿verdad?

Jeno hizo un puchero, y pensó que finalmente lo había conseguido después de arreglarlo innumerables veces. —¿No debería usarla? Quiero decir, aún me veré bien, incluso si no llevo una.

Renjun puso los ojos en blanco ante la autoestima de Jeno. Luego dio un paso más cerca del menor para deshacer él nudo de la corbata y poder volverá a hacerlo. Había aprendido a arreglar una debido a Chenle, que a menudo era invitado por su familia a cenas formales y, a veces, Jisung lo acompañaba.

Jeno no pudo evitar mirar a Renjun, que parecía muy serio simplemente haciendo un nudo. No sabía por qué a veces se sentía cálido cuando miraba a Renjun, también había veces en que sus entrañas se volvían locas cuando miraba a Renjun.

—¡Hecho! —Renjun levantó la vista con una sonrisa orgullosa. Eso pronto se convirtió en un ceño fruncido y sus mejillas se tornaron de un color rosado—, ¿qué estás mirando?

—¿Alguien te ha dicho lo hermoso que eres? —Jeno todavía estaba aturdido cuando dijo eso. Tal vez que ni siquiera se dió cuenta de que lo dijo en voz alta.

—... ¿eh? —Renjun miró a todas partes menos a Jeno, sin saber qué responder.

Jeno salió de sus pensamientos al recordar que todavía tenía que salir y que no podía llegar tarde. Luego aclaró su garganta, —lo siento. Me voy ahora...

babysitter | norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora