Capítulo 3

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—Estoy muerto.

¿Qué?

—Dile a Jisung que lo amo, quiero decir, no cómo tu lo amas, eso sería ew, sino como un hermano pequeño. Y en cuanto a ti, —Renjun respiró hondo—, Chenle, lamento haberte molestado tanto siempre. Sabes que así es como expreso mi amor ¿verdad? Te amo tanto que-

Ge, ¿de qué mierda estás hablando?

—Ni siquiera voy a regañarte por maldecir. Será la última vez que te escucho hacerlo...

Bloqueado, reportado, rechazado.

Renjun quedó boquiabierto, —¿diculpa? Pequeño, ¿cómo te atreves a rechazar a tu alma gemela china?

Tú no eres mi alma gemela, Jisung lo es.

—¡No me refiero a ese tipo de alma gemela! Dios mío, ¿en qué te has convertido desde que dejé tu apartamento?

Se escuchó un gemido desde el teléfono, —te fuiste hace cinco horas.

Justo cuando estaba a punto de responder, dos chicos comenzaron a discutir tan fuerte como para que Renjun pudiera oírlos desde la cocina. ¿Por qué estaba en la cocina? Pues, los chicos le pidieron que les preparara la cena y, como buen niñero que es, Renjun no se quejó. Al chino le encantaba cocinar de todos modos y se sintió como si estuviera en el cielo al ver tantos ingredientes dentro de la cocina.

¿Dónde estás?

—¿No sabes? Adivina. —Renjun dejó el cuchillo y comenzó a caminar hacia la habitación que los otros dos compartían, ya que Renjun estaba usando la otra.

Incluso al elegir dónde dormiría Renjun, volvieron a discutir. Jeno dijo que su habitación era mucho más cómoda, que la cama era dos veces más grande que la de Jaemin y que tenía muchísimas almohadas. Jaemin apartó a Jeno y comenzó a decir todas las razones por las que Renjun debería dormir en su habitación. Al final, Renjun eligió la habitación de Jaemin porque era más pequeña y los otros dos terminaron compartiendo la habitación de Jeno.

¿Cómo están los bebés? ¿Son lindos? Apuesto a que estás disfrutando de tu primer día.

Renjun se burló. —Me gustaría que fueran bebés. Desearía que fueran lindos, bueno, lo son, pero igual deseo que sean bebés. Y me gustaría estar disfrutando ahora mismo.

Chenle frunció el ceño, —¿qué pasa?

—Lee jodido Jeno y Na jodido Jaemin, bajen la voz porque puedo escucharlos hasta la cocina y ¡ESTO ES JODIDAMENTE DEMASIADO! —Chenle apartó el teléfono de su oído cuando escuchó los gritos del mayor y contó en silencio las veces que Renjun dijo la palabra joder.

Jeno sostenía una lámpara mientras que Jaemin sostenía una maleta. Parecía que estaban a punto de lanzarselas mutuamente, lo que hizo que Renjun suspirara. Se dirigió hacia ellos y les quitó la lámpara y la maleta de las manos y las colocó en el lugar correcto.

Si no fuera porque Chenle seguía al teléfono, entonces Jeno y Jaemin no sólo estarían mirando hacia el suelo con Renjun dándoles una mirada, una terrorífica. —No quiero saber qué sucedió. No sé quién es Lee jodido Jeno y quién es Na jodido Jaemin.

—¿Quieres conocerlos? —Dijo Renjun, todavía mirando a los chicos que ahora se encontraban uno al lado del otro.

Definitivamente no, quizás a la próxima, todavía tengo una tarea que hacer.Chenle soltó una risita—, ¡adiós gege!

—Saluda a Jisung de mi parte, —dijo Renjun antes de terminar la llamada. Luego se dirigió a los otros—, está bien, escuchen...

—Jaemin empezó.

—¡¿Qué?! ¡Fuiste tú quien me tiró una toalla a la cara!

—¡Porque no te ibas a bañar!

—¿No viste que estaba ocupado?

—Ocupado jugando ese estúpido juego.

—¡Candy Crush no es estúpido!

Renjun cerró los ojos, estaba obligado a escucharlos discutir. Aún era su primer día y ya tenía ganas de renunciar. Si se sintió como el chico más afortunado del mundo después de ser aceptado para el trabajo, ahora se sentía como el más desafortunado por tener que lidiar con dos chicos inmaduros.

—Renjun, te juro que fue culpa de Jeno.

—¿¡Qué!? Dios, Renjun ¿me escuchaste, cierto? Es su culpa.

Pero gritarles solo empeoraría la situación, por lo que suspiró profundamente. Esperó unos minutos antes de mirarlos. Eventualmente los hizo permanecer tranquilos, lo cual era extraño porque Renjun no les estaba dando una mirada terrorífica.

—La cena está lista. —Renjun se dio la vuelta, sin importarle realmente si lo seguirían o no—. Jeno, Jaemin no puede bañarse. Ya es tarde. Jaemin, solo cambia tu camisa o lo que sea antes de dormir.

El mayor salió de la habitación, sin importarle realmente si lo seguirían o no. Era su primer día, no debería estresarse. Solo se aseguraría de que los chicos cenaran y se fueran a dormir, y después el también podría ir a descansar.

Jeno se volteó para mirar a Renjun, —¿está loco?

—Apuesto a que va a renunciar a primera hora mañana. —Jaemin presionó sus labios en una delgada línea.

Los dos bajaron y caminaron hacia la cocina, solo para ver a Renjun colocando una olla sobre la mesa. Renjun se dio cuenta de que ya estaban ahí, pero no los miró. Fue al fregadero para lavar los utensilios que usó para cocinar y solo esperaba que comieran en silencio.

Después de lavar, se dio la vuelta y los dos se quedaron quietos. —¿Qué están esperando?

Se miraron el uno al otro, luego a Renjun y luego al suelo, —lo sentimos.

Claro, él estaba enojado por su comportamiento. Eran tan molestos, discutiendo por cosas pequeñas cada minuto. Habían pasado horas desde que Renjun comenzó su trabajo como niñero y ya había pensado en dejar de fumar, ya que era demasiado agotador, pero esa disculpa hizo que olvidará todo. Sonrió después de escucharlos disculparse.

—Los perdono. Por favor, coman, no quiero quiero que se salten ninguna comida. —Renjun estaba a punto de salir de la cocina, con una sonrisa en su rostro, pero fue detenido por dos manos que sujetaban sus brazos.

—Come con nosotros.

babysitter | norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora