babysitter | norenmin

Capítulo 4

Segundo día.

No podría ser tan malo como el primero, ¿verdad?

Incorrecto. Renjun se despertó con la imagen de Jeno luchando con Jaemin en el sofá de la sala a primera hora de la mañana. Si no hubiese llegado a tiempo, entonces Jeno podría haber matado a Jaemin. Regañó a los dos, lo que hizo que le doliera la cabeza. No estaba acostumbrado a usar mucho su voz, especialmente en los gritos. Era más del tipo callado y solo era ruidoso cuando estaba con Chenle y Jisung.

—Detengánse —Renjun ordenó y los dos se detuvieron de inmediato—, ¿por qué siempre están peleando?

—Jaemin no quería darme el control.

—Yo llegué primero.

—¡Pero ya has visto la televisión durante dos horas seguidas!

—Llegué primero, así que puedo ver lo que yo quiera el tiempo que yo quie-

Renjun le quitó el control a Jaemin y apagó la televisión. Luego arrojó el control a un lado, causando su destrucción. Jeno y Jaemin quedaron boquiabiertos y se giraron hacia Renjun, que parecía muy aterrador. A Renjun no le importaba si ese control costaba millones, siempre podía pagarlo con su dinero.

—Hagan todo lo que hacen cada día en las mañanas, cuando terminen regresen a desayunar. —Rápidamente hicieron lo que se les dijo a la velocidad de la luz.

Renjun permaneció en silencio por un segundo antes de finalmente soltar el aire que había estado manteniendo. Todo lo que quería era un trabajo para pasar el tiempo, y ser niñero era ideal para él, ya que amaba a los niños. Pero no sabía que cuidaría a dos chicos mayores.

¿Por qué esos chicos necesitaban un niñero de todos modos?

—Honestamente, esto me está estresando. —Preferiría mil veces ir a la escuela de manejo a estar con dos chicos que pelean todo el tiempo. Le pagaron para que los cuidara, así que, ¿por qué estaba tratando de evitar que se mataran? Dejó escapar otro suspiro—, deja de ser un ángel.

No quería admitirlo, pero tenía una debilidad por las personas. Podía enojarse pero no duraría nada. El mayor tiempo que estuvo enojado fueron dos horas, que fue cuando Chenle le hizo una broma en Halloween.

—Huevos y tocino. —Murmuró con un bostezo que escapaba de su boca mientras tomaba los ingredientes que necesitaba para cocinar el desayuno.

Ni siquiera sabía porque todavía no renunciaba. Debió haber renunciado en el momento en que supo que no iba a cuidar a unos bebés. En estos momentos ya estaría en el apartamento de Chenle, durmiendo y sin tener que soportar a dos niños tan temprano.

Hablando de Chenle, lo extrañaba.

Dejando la cocina por un rato, corrió hacia su- la habitación de Jaemin y tomó su teléfono que dejó en la mesa de noche. Marcó el número de su amigo y esperó a que respondiera.

—Hmm...

—Buenos días, Chenle. —Renjun dijo con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Buenos días. —Luego escuchó un bostezo desde la otra línea—, ¿cómo fue tu primer día?

—Estresante. Probablemente voy a llamar a las madres más tarde y decirles que me rindo —Renjun suspiró—, debieron haberme dicho que iba a cuidar a dos chicos y no a dos bebés.