Capítulo 13

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—Eres tan hermosa —dijo Jaemin, lo suficientemente alto como para que la chica lo escuchará mientras se acercaba a ella.

La chica acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja, ruborizándose ante ese cumplido. —Sólo estoy siendo yo, Jaemin.

El chico rió, —eres hermosa.

Ella sólo le dio un pequeño golpe en el brazo para después entrelazarlo con el de ella. —¿Vamos?

Jaemin asintió. —Hay una cafetería que acaba de abrir hace dos días. ¿Quieres ir allí?

—Mientras esté contigo, estoy bien con cualquier cosa —dijo, poniéndose más cerca de Jaemin.

El chico continuó caminando con una sonrisa plasmada en su rostro. No dijo nada y simplemente dirigió el camino. Caminar en una calle llena de gente resultó ser muy molesto para Jaemin

Esta era la primera vez que Jaemin quería estar durmiendo en casa que en una cita con su novia.

Su novia aferrada a su brazo no lo tranquilizaba. De alguna manera también lo molestaba, no sabía por qué, ni tampoco que le sucedía. Él no solía ser así. Todo lo que pudo hacer fue sacudir la cabeza para alejar esos pensamientos. Tal vez fue el lugar lleno de gente el que hizo que su sangre hirviera.

—Jaemin, ¿estás bien?

No, no lo está. ¿No puedes ver su ceño fruncido y esa mirada fastidiada en su rostro? Pero entonces Jaemin forzó una sonrisa sólo para que su novia no se preocupara. —Ya casi llegamos

—Eso es bueno, estaba empezando a irritarme entre tanta gente —la chica se quejó, ganando una risa forzada de parte de su novio.

Jaemin también está irritado, pero no lo oyes quejarse en voz alta. —Hina.

La chica levantó la cabeza tan pronto como escuchó su nombre —¿Qué sucede?

Jaemin apretó los labios en una delgada línea y luego sacudió la cabeza, olvidando lo que iba a decir. Pero honestamente, estuvo a punto de arremeter contra su novia. —Ya llegamos

Hina dejó ir el brazo de Jaemin y entró rápidamente a la cafetería, sin esperar a Jaemin, yendo a buscar una mesa para los dos.

Jaemin estaba agradecido de que la cafetería no estuviera tan llena. Había mucha gente pero no tanta como en la calle. El pelirosa suspiró ante la imagen de su novia prestándole toda su atención a su teléfono, sentada como una princesa esperando que le tomaran la orden.

Paciencia, Jaemin.

¿Qué sucede con él ese día? No suele enfadarse con facilidad. Y su novia siempre ha tenido esa actitud, entonces ¿por qué ahora? ¿Por qué se sintió irritado justo en ese momento? Decidió ir a pedir su comida, al menos podría distraerlo por un rato e incluso calmarlo.

Jaemin tardó diez minutos en ser atendido. En lugar de tranquilizarse, estaba cada vez más impaciente y molesto. Molesto porque el estaba ahí haciendo fila y Hina estaba sentada sonriéndole al teléfono y todo eso.

—¿Señor?

Jaemin parpadeó, ni siquiera se había dado cuenta de que estaba mirando a su novia. —Oh, lo siento.

[...]

—¿Por qué tardaste tanto? —preguntó Hina, con la mirada fija en su teléfono.

Jaemin se sentó y puso su orden sobre la mesa, —¿puedes dejar tu teléfono?

—Estoy jugando.

babysitter | norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora