Capítulo 2

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Al pasar los días ninguno dejaba de pensar en el otro, aunque no quisieran aceptarlo algo estaba creciendo entre ellos, por lo mismo Sara decidió ir en busca de Franco, cuando lo vio cerca de los limites de hacienda se acercó a él aprovechando que ambos estaban solos, podrían hablar tranquilos sin el miedo a ser vistos por alguien.

SARA: ¡Franco!

FRANCO: Señora Reyes ¿cómo le va? -ríe-

SARA: Mire gran estúpido, déjese de burlas, necesito hablar de algo muy importante con usted.

FRANCO: ¿Y cómo de que sería?

SARA: De nuestro divorcio, quiero que empecemos con los trámites ahora mismo si es posible.

FRANCO: Pues como la ve que no será posible, usted está acostumbrada a salirse con la suya, porque es una caprichosa, pero déjeme decirle que hoy no le daré el gusto, porque no nos vamos a divorciar, usted y yo vamos a seguir felizmente casados, y ya me voy, porque su marido tiene muchas cosas por hacer, que tenga linda tarde señora Reyes -se va-

SARA: -le grita- ¡Gran estúpido!





Leandro invitó a toda la familia Elizondo a un evento en el centro de modas, y como Franco era uno de los dueños obviamente también estaría, y se pasaría la noche entera molestando a Sara, esa era mas bien la única razón para asistir, verla.

OSCAR: Nos llegó la invitación de la reinauguración del centro de modas, es el próximo viernes y pinta muy bien me imagino que vamos a ir ¿no?

JUAN: No, conmigo no cuenten, a mí no me gustan esas fiestecitas y mucho menos si son de moda.

FRANCO: Pues yo tampoco, tengo muchas cosas que hacer todo el día y voy a estar molido.

OSCAR: ¿Entonces piensan dejarme solo? Pues por lo menos tú deberías acompañarme Franco, es uno de tus negocios, es tu dinero y es tu inversión, aparte mira que lujo, la invitación tiene nuestros nombres.

FRANCO: -lee- Franco Reyes, Oscar Reyes y Leandro Santos invitan ¿quién les dijo que me pusieran en la invitación?

OSCAR: Eres el socio capitalista, no podías faltar, mira flaco nos vamos a divertir mucho, va gente muy importante y muy buenas niñas, ¡vamos flaco, anímate!

FRANCO: -piensa en Sara- Sabes que, algo me dice que debo ir y no voy a faltar, asistiré a la fiesta del centro de modas.





Sara y Jimena, salieron a escondidas de la hacienda, debido a que Gabriela les había prohibido tajantemente asistir a la fiesta en el centro de modas.

SARA: Jimena debimos avisarle a mamá.

JIMENA: ¿Estás loca? No nos habría dejado salir.

SARA: Cuando se dé cuenta se va a poner muy nerviosa.

JIMENA: Furiosa es lo que va a estar, pero eso no importa, mañana la enfrentamos y listo, después del gusto que venga el susto -ve la escopeta en la parte trasera del auto- ¡Ay, Sarita! ¿tú qué haces con esta escopeta aquí?

SARA: Yo siempre la cargo, sé me olvido bajarla ¿bueno?

JIMENA: ¡Ay niña esa manía tuya de andar con armas siempre! Lo que es a mí, me aterran.

SARA: Bueno ya, tranquila, cúbrela con una manta que tengo atrás.

JIMENA: Lo único bueno es que te hayas dejado arreglar a mi manera, ¡te ves preciosa!

SARA: ¿De verdad?

JIMENA: Sí, por poco y quedas igual de bonita a mi.

SARA: ¡Ay, payasa engreída!

¿Qué pasaría si...? "Un matrimonio un tanto borroso y tormentoso"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora