Ya las pequeñas vacaciones habían terminado, y todos habían vuelto a sus rutinas; Fernando y Gabriela llamaron a la hacienda y hablaron con Norma, obviamente aprovecharon para amenazarla diciendo que tenían prohibido llevar a los Reyes a la casa mientras ellos no estuvieran. Ya en la noche como se les estaba haciendo costumbre, las hermanas Elizondo fueron a cenar a la casa de los Reyes.
JUAN: Pues que ni piense el cobarde de Escandón que va a venir a amedrentarnos con lo que dijo, pues es que no está ni tibio. Ese tipo no es más que un vividor, un aprovechado, no acaba de casarse con doña Gabriela y ahí está sacando las garras, ya lo quiero ver cuando regrese a la hacienda, va a empezar a mandar y disponer como si fuera el dueño de todo. ¿Quién se cree que es para venir a amenazarte?
NORMA: Pero es mejor no prestarle atención, ni matarnos la cabeza pensando en ese asunto, y bueno a mí tampoco me gusto lo que dijo, ni en el tono en que lo hizo, pero ¿para qué nos vamos a atormentar?
JIMENA: No, yo no estoy de acuerdo contigo Norma, Juan tiene toda la razón, Fernando ya está empezando a mostrar sus alcances y si es así, no te extrañe que además de manejar la hacienda, también quiera meter su nariz en nuestras vidas.
SARA: Jimena tranquila, porque a ese estúpido no le va a quedar tan fácil, sí cree que nos puede intimidar no esta ni tibio, así que ustedes muchachos pueden frecuentar la hacienda cuando ustedes quieran.
QUINTINA: Todo eso es cierto, pero no pierdan el tiempo, por qué no aprovechan el tiempo para compartir disfrutar con sus novias, en vez de atormentarse por las llamadas de ese señor, yo por mi parte encantada de cocinar para todos.
FRANCO: Bueno, perdón, pero tampoco hay que dedicar a divertirnos, miren yo creo que hay que organizar las cosas muchachos antes de que llegue doña Gabriela y el condenado de Fernando Escandón, ya hay que tener los planos concretos, para que no nos agarren por sorpresa ¿estamos de acuerdo?
NORMA: Sí, sí, yo creo que tienes toda la razón Franco, eso ahora es lo más indicado.
Ya después de cenar, las hermanas Elizondo debían regresar a su casa, y Juan se ofreció a llevarlas.
NORMA: Estaba todo muy delicioso, pero ya nos tenemos que ir, el niño me está esperando para acostarlo y además el abuelo está solo y me da pesar dejarlo tanto tiempo.
QUINTINA: Debieron traerlo con ustedes para que no se quedará aburrido.
SARA: Pues si se anima, le decimos para traerlo mañana ¿qué les parece?
JIMENA: No, les propongo algo mejor, mañana la cena corre por cuenta nuestra y los esperamos en la hacienda ¿les parece?
OSCAR: Por mi encantado de estar con mi morenita, tú sabes que yo voy con los ojos cerrados a donde sea con tal de estar contigo.
FRANCO: Y a mi me parece una excelente idea, así que no se diga más -abraza a Sara por los hombros-
JIMENA: Bueno y usted también está invitada Eva, el abuelo se muere de ganas por verla.
EVA: Allí estaré señorita Jimena, hace mucho tiempo no veo a don Martín y la verdad lo extraño muchísimo.
OSCAR: Bueno muchachas, yo las acercó a la hacienda.
JUAN: Tú te quedas aquí quieto, yo las voy a llevar.
FRANCO: Juancho no me digas que vas a llevarla en ese cacharro viejo, oye no creo que sea buena idea, te tendría que dar pena subirlas en esa lata.
OSCAR: Si Juan, Franco tiene razón, además no tienes derecho a someter a nuestras mujercitas a semejante tortura, si se montan en esa chatarra, pues se arriesgan a quedarse sordas con ese ruido de lata suelta.
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¿Qué pasaría si...? "Un matrimonio un tanto borroso y tormentoso"
FanfictionEsta historia transcurre en los acontecimientos del la primera temporada, pero con algunos cambios, dado que la historia de Franco y Sara comenzará de una particular, ya que en medio de todas sus peleas y discusiones, a ambos la vida les dará una vu...