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Bien dicen que momentos desesperado requieren medidas desesperadas. Y es que la propia Suleima se vio obligada a ir a la casa de té de su ex amiga y rival. A las afueras de la ciudad en un entorno rural, la única mega estructura de 30 pisos era para la líder de Omphalos Flowery, la mafia rival de Killer bite.

El elevador se abrió permitiendo a la veterana ver el techo del edificio forrado de pasto; una cúpula de vidrio cubría el enorme vivero, las raíces y flores adornaban la muralla transparente. Suleima notó la mesa blanca puesta con una tetera y dos tasas. Los ojos de la fornida mujer se cruzaron con la anfitriona.

Su melena blanca corta hasta la nuca aún mostraba un mechón rojo que caía por su frente como caudal. Su largo vestido blanco le daba un aura de pureza y divinidad sumado a su rostro fino y brazos delgados dándole una aire de diosa griega. La mujer invitó a Suleima a sentarse y ella aceptó. Estoica, la anfitriona sirvió el té y se le dió a la fornida.

—debes estar muy desesperada para pedir mi ayuda— dijo Suleima sorbiendo de la tasa.

—lo mismo digo— respondió la mujer sin irritarse— sabes a qué nos enfrentamos— aludió.

Suleima fue algo celosa pero al final decidió hablar.

—enfrentamos a una Primis Predator— dijo ante la mirada incrédula de su compañera— durante la historia de nuestra existencia, lo que nos hizo lo que somos. La mutación que nos convirtió en depredadoras viene de ella, "ellas"— corrigió.

Sagra ingresó por la puerta doble del antro, las luces negras iluminaban la pista donde los rayos laser tintilaban. Miró de frente a la barra y al final estaban los sofá de media luna donde habían varios grupos de personas. Sagra usaba una camisa blanca amarrada en la cintura y un faldón de colores brillantes. Llegó a una mesa de la zona vip donde habían 3 chicas.

—busco a "Raptor"— dijo seriamente.

Una pelirroja de cabello recogido en una trenza se levantó mostrando sus 1.99 y torso bien trabajando cubierto solo por una chamarra de cuero negro abierto mostrando sus rollitos en la cintura pero abdomen fuerte. Al sonreír, mostró su dentadura con colmillos largos.

—estoy terminando un trabajo— dijo pellizcando su lonja en su costado— si sabes a los que me refiero— dijo guiñando un ojo.

Sagra suspiró con poco ánimo.

—por un segundo pensé que serías un dinosaurio real— dijo decepcionada— hace milenios que no como uno así— dijo triste.

—puede que Sagra sea tan vieja como la tierra misma— dijo Suleima frente a su compañera.

—¿Cómo la detenemos?— preguntó interesada la mujer.

—¡Por favor, detente!— dijo horrorizada la chica.

las piernas de Raptor colgaban por la mandíbula de Sagra mientras ella pasaba su lengua por su grueso culo. Las dos chicas golpeaban el bulto abdominal de Sagra mientras la mitad superior de su presa se retorcía confusa dentro. Se le hacía exquisito ver el miedo en el rostro de sus víctimas, saber que tiene la victoria asegurada sin importar los pataleos o los gritos dentro o fuera de sus entrañas. Esa satisfacción primitiva era incluso mejor que la satisfacción de un estómago lleno, pero fácilmente podía tener ambas.

Selló sus labios cuando las botas de Raptor pasaron. Tomó a las 2 chicas del cuello y las presionó contra su busto y finalmente dejó caer sus fauces sobre ambas cabezas. Después de tener 3 metros de panza, nada le detuvo para aumentarla con las demás personas en el antro.

—y si no podemos detenerla ¿Cuál es el fin de nuestra alianza?— preguntó la mujer.

—esta acabando con mis chicas— dijo mostrando las cámaras del antro.

Tiffany AND The Bad BelliesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora