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La noche de Halloween siempre ha sido muy especial para ella, un día en el cuál podía ser cualquier persona, cosa o momstruo. No tenía recuerdos muy gratos puesto que su familia pobre no le permitía disfrazarse ni salir de fiesta esa noche. La necesidad ya no le alcanzaba en el piso más alto de aquella torre de lujosos departamentos.
Shamary había sido enviada a casa con su madre, Yaharia no tenía misiones para ella. La noche era suya y quería aprovecharla. Ponerse presentable era poco, puesto que quería arrasar está noche.

—¿De que me voy a disfrazar?— preguntaba Tiffany mirándose al espejo.

Yajaira entro por la puerta y saludó a Tiffany, usaba una blusa rosa ceñida al cuerpo y una falda negra.

—dijo la jefa que no nos divirtamos mucho hoy, ¿entiendes?— le guiñó el ojo a Tiffany.

Ambas rieron por esa comentario.

—¿De que te vas a disfrazar?— preguntó Tiffany calmada.

—¡Ya estoy disfrazada!— dijo Yajaira fingiendo enojo— soy kirbi— río.

Ambas rieron, puesto que llegaron a la conclusión de que ellas por si solas daban suficiente miedo.

—¿No sabes de qué disfrazarte?— preguntó jugando Yari— no te esfuerces tanto, el año pasado solo me puse unas vendas en los pechos y salí de momia—.

Tenía razón, podía llevar algo simple. Fue a su armario, aún había algo de la utilería de la convención de cómics, sentía que algo le faltaba. Un sombrero, otro outfit. No se decidió por nada y en cambio salió a dar una vuelta. El elevador estaba descompuesto así que no tuvo de otra que bajar a pie desde la cima de ese edificio.

Bajo a paso lento viendo como el sol se ocultaba desde el horizonte. Llegó hasta los primeros pisos y noto a alguien golpeando violentamente la puerta de un departamento. Era un hombre sosteniendo un enorme ramo de flores. El hombre golpeaba agresivamente la puerta exigiendo que le abran. Tiffany lo pensó, era un patán, no había almorzado. Haría un favor de deshacerse de ese tipo. Caminó hacia el de forma discreta cuidando que sus pasos no suenen. Ella fue sin ser detectada, estiró los brazos y su boca se abrió dejando ver su oscuro interior. Parecía facil pero rápidamente abrieron la puerta.

Era una chica de cabello corto pintado de blanco, voluptuosa y alta. Usaba unas pantis negras y una playera oversize que ocultaba su cuerpo. Ella miro al hombre y rápidamente se puso alegre.

—¡Hola mi amor, que hermosas flores!— dijo arrebatandole el ramo— no te hubieras molestado—.

Ella se dió la vuelta y estuvo a punto de cerrar la puerta.

—¿Puedo entrar?— preguntó ansioso el hombre.

Ella torció el labio con enojo pero rápidamente fingió entusiasmo.

—¡Claro corazón, te estaba esperando!— dijo tomando al tipo por los hombros y metiéndolo al departamento.

La puerta se cerró detrás del tipo. Tiffany se acercó a la puerta a oír lo que pasaba del otro lado.

—vi tu post en redes sociales y quise venir a acompañarte— dijo el tipo nervioso.

—¡Que lindo, eres el único que vino a ver cómo estaba!— dijo enérgicamente la chica— ya no hay hombres como tú; tiernos, amables y caballerosos—.

—m-muchas gracias— dijo el hombre nervioso— yo me preocupo por ti, no solo te sigo por tu cuerpo—.

—y por eso tengo un lugar especial para ti— dijo la chica.

Tiffany estuvo a punto de irse, pero oyó algo que era demasiado familiar. Hubo un forcejeo, se oyó su mandíbula desquiciarse y pronto sonó el eco de las degluciones.

—provecho— dijo Tiffany mientras se apartaba de la puerta.

Mientras se iba se cruzó en el pasillo a otro muchacho caminando con un ramo de flores.

—Disculpe— dijo el muchacho algo tímido— ¿sabe dónde vive está dama?— le mostró una foto con el celular.

Era la chica que acababa de comer al tipo. Usaba un traje entallado de cuero y tenía maquilladas cicatrices en el rostro; Tiffany le pidió que le siga mostrando fotos de ella. Era una cosplayer profesional, sus trabajos eran de calidad y sexys. Tiffany vió la oportunidad de tener un gran disfraz para la noche gracias a esa chica.

—vive en este departamento— señaló Tiffany— pero creo que está con su novio ahora— dijo calmada.

—¡No puede ser, Jessica es soltera!— dijo furioso el tipo— ¡Yo debería ser su novio, yo le donó cada mes!— dijo furioso. El tipo apartó a Tiffany y golpeó violentamente la puerta de Jessica.

—¡Oye, tranquilo!— se apuró Tiffany.

—¡No es justo, yo debería ser su novio. Siempre le dono en sus directos, reacciono a todas sus publicaciones. Una vez contestó uno de mis comentarios!— dijo frustrado el tipo.

Tiffany soltó una pequeña risilla al escuchar eso.

—¿Quieres darle celos a esa chica?— preguntó juguetona Tiffany— prueba acabar dentro de una mujer— dijo abrazándolo.

El hombre se puso rojo y luego asintió.

—¡Ya voy!— dijo Jessica del otro lado de la puerta.

—esa perra se va a arrepentir— dijo el chico despechado.

Tiffany sonrió con malicia. La puerta se abrió despacio pero la mandíbula de Tiffany se cerró rápido. Las suelas de los zapatos se perdieron dentro de su garganta y cuando todo acabo solo quedaba el vientre expandido de Tiffany con músculos abdominales marcados.

—que asco dan los perdedores— dijo Tiffany frotando su abdomen hinchado.

—¿Se le ofrece algo?— dijo la chica reservada.

—vi que eres una gran cosplayer, me gustaría que me ayudes con mi disfraz para halloween— sonrió alegre Tiffany.

Ambas se miraron fijamente esperando la respuesta de la otra. El estómago de Jessica rompió el silencio con un golpeteo en el interior. El tipo que se había comido daba batalla para escapar deformando la circunferencia en pequeños montículos tras los golpes.

—bueno, te deshiciste de otro fan odioso mío, pasa— dijo Jessica tranquila.

El departamento de Jessica era un poco más pequeño que el de Tiffany; había una mesa con sierras, una máquina de bordado, rollos de tela, tablas y algunos maniquíes con prendas de algunos personajes de anime y videojuegos. Jessica se sentó en su sofá dejando que su barriga descanse en sus rodillas.

—¿Que tienes en mente?— preguntó prendiendo un cigarro.

—algo acordé a mi, que me haga sentir bien— dijo Tiffany tirándose en el sofá al frente— una conejita sexy o algo así—.

—seria algo con el abdomen al aire— dijo Jessica— por si sigues rompiendo la dieta.

—hoy pienso romper la dieta—.

—okay, creo que lo tengo...—.

Pregunta para ti, lector
¿De que quieren que se disfrace Tiffany?

Tiffany AND The Bad BelliesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora