c̶h̶a̶p̶t̶e̶r̶ 007

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Subió por las escaleras volteando seguidamente a sus espaldas para asegurarse de que Minho no estaba detrás de él, al final cuando llegó a la azotea recargó sus manos en sus muslos mientras respiraba pesadamente.

Y entonces cayó en cuenta de que no podía ir a ningún lado desde ahí, alzó la mirada y un escalofrío se apoderó de su cuerpo, tal fue la sorpresa de lo que vió frente a él que cayó sentado sobre el suelo mientras parpadeaba seguidas veces para asegurarse de que lo que veía era real.

Aquello no podía ser verdad, se estaba volviendo completamente loco, sus ojos comenzaron a lagrimear y dejó de respirar ante la sorpresa, aquello simplemente era imposible.

Nunca había creído en los fantasmas o cosas paranormales pero ahí estaba Hyunjin con el frío viento despeinando y haciendo volar sus rojos mechones de pelo, todavía llevaba la sangre seca escurriendo de su cuello.

Aquello no era y no podía ser real, Felix lo había asesinado, había estado ahí cuando Hyunjin había dejado de respirar y ahora lo tenía de pie frente a él, lo miraba bastante tranquilo.

- Tú, estás muerto... - Dijo Félix en un susurro volviendo a tomar aire, se encontraba más que impactado, se levantó del piso lentamente y golpeó sus mejillas repetidas veces como si intentara de despertar de un sueño pero sin separar la mirada del contrario.

Hyunjin era demasiado real como para ser una visión o un sueño, Yongbok se acercó hasta el con pasos cuidadosos y lentos temiendo que repentinamente el pelirojo desapareciera, hasta que sus manos pudieron posarse en las mejillas pálidas del contrario que no se movía en lo absoluto.

Podía tocarlo, sentía la suave y helada piel del rostro de Hyunjin bajo sus manos, no había forma de que aquello fuera alguna visión.

Los ojos del platinado viajaron a los de Hyunjin que no se veían como antes, y después a los labios del muchacho que estaban algo morados, pero aún así Hyunjin seguía siendo el ser más hermoso que Felix  había visto.

- ¿Te arrepientes? - Preguntó Hyunjin con un tono tan frío que a Félix lo recorrió un escalofrío nuevamente, la dulce voz de Hyunjin ahora le hablaba con frialdad.

Felix que después de tanto tiempo había vuelto a tocar y escuchar a Hyunjin se encontraba llorando, esta vez con una sonrisa sincera y triste, asintió con la cabeza.

- Si, no debí haberlo hecho pero estaba tan molesto - El platinado cabizbajo se concentro en llorar pero sin alejar sus manos de Hyunjin.

- No sirve de nada... - Volvió a hablar el pelirojo y se alejó de golpe del contrario. - De hecho me alegra saber que sufres arrepintiéndote, por qué sabes muy bien que sin mí no tienes a nadie, eres tan miserable - Unas sonrisa amarga decoró el rostro de Hyunjin.

Y la mirada de Félix busco compasión en la del contrario, le dolían aquellas palabras por el simple hecho de que decían verdades.

- Y eres tan idiota que aún sabiendo que no tienes a nadie más que a mí, tus estúpidos celos te llevaron a quedarte solo por el resto de tus días. Podrías haber continuado junto a mí, si no fueras tan egoísta - Félix tapó sus orejas con sus manos y agachó la cabeza no quería que le recordarán la traición que Hyunjin le había hecho.

Estaba cansado de sufrir en aquel lugar, deseaba poder dejar de sentir, tenía tanto miedo, tanto dolor, tanto sufrimiento que lo hacía sentirse tan cansado y que solo le permitía llorar sin control.

Necesitaba alejarse de aquel hotel que lo único que le había atraído era puro sufrimiento, así que sin querer escuchar ó ver a Hyunjin se dió la vuelta pero rápidamente fue detenido.

Sintió una mano sobre su brazo, su piel estaba helada y le había transmitido todo aquel frío a su pobre cuerpo que tembló ante el tacto, se giró nuevamente frente a él. - ¿Que crees que haces? - Preguntó con el mismo tono frío.

- Tengo que irme de este lugar - Respondió Félix antes de volver a abrir los ojos e intentar caminar hacia las escaleras.

Hyunjin río dejando a Yongbok inmóvil, aquella seguía siendo su misma risa, está era algo burlona pero seguía siendo aquella hermosa risa que tanto le gustaba a Félix, su corazón retumbó dentro de su pecho.

- ¿Aún no te das cuenta? Es imposible salir de aquí a menos que pagues por lo que has hecho - Dijo Hyunjin con obviedad sin soltar el brazo del platinado. - Lo mismo por lo que todos los demás han pasado, Han, Changbin y Lee Know, todos son unos asesinos tal y como TÚ - Está última palabra fue remarcada con un toque del dedo de Hyunjin en el pecho de Félix.

- ¿Cómo puedo pagar? - Preguntó Felix en un tono suplicante y asustadizo aún con las lágrimas escurriendo por las mejillas, recordó también a Changbin y a Han ambos habían muerto ahí dentro, no podía permitir terminar en un lugar así.

- ¿Sabes por qué viste a Changbin, a Han ó a  Lee Know comportándose de esa forma? - Félix negó sin despegar su mirada de la de Hyunjin - Era una demostración de parte del Hotel de como la desagradable gente como tú debe pagar.

Félix negó con la cabeza mientras la confusión se marcaba en su rostro lloroso. - Tengo demasiadas preguntas Hyunjin, solo quiero irme de aquí - Explicó con desesperación Félix, un puchero doloroso apareció en su rostro.

- No hay nada que explicar... el Oddinary Hotel somos todos, Chan, Seungmin, yo. Y nuestro único objetivo es hacerte pagar por lo que has hecho.

Félix quedó petrificado, el era una de las víctimas de aquel misterioso hotel, las frías manos de Hyunjin ahora se dirigieron a su rostro y acariciaron sus mejillas, Félix cerró sus ojos ante el tacto, aún le era difícil comprender la situación pero aún así su cuerpo se emocionaba ante el contacto de Hyunjin.

Todo aquello sonaba tan irreal que aún tenía esperanza de despertar sobre su cama con Hyunjin a su lado, el Hyunjin que respiraba y tenía la piel cálida.

- Ahora es tu turno... - Susurró en el oído de Félix haciendo que sintiera aquella sensación de su estómago hundiéndose ante la cercanía del contrario.

Hyunjin tomándolo de los brazos lo obligó a moverse junto a el, Félix mantenía sus ojos cerrados con fuerza mientras respiraba agitadamente, su cuerpo no reaccionaba, no se movía ni intentaba luchar contra Hyunjin.

Sentía que estaba siendo completamente controlado algo que era simplemente inexplicable, un leve empujón en su pecho y cayó de espaldas al vacío.

Sus ojos se abrieron de golpe cuando sintió que caía y encima del edificio dónde debía de estar Hyunjin también estaban Chan y Seungmin que lo miraban con aquellas sonrisa tranquilas y extrañas mientras los tres movían una de sus manos, despidiéndose dulcemente del platinado.

La caída fue demasiado rápida, Félix intentó sostenerse torpemente de algo que los salvara, inútil no había nada más que el frío aire que lo acompañó hasta el piso a una velocidad impresionante.

Tan poco fue el tiempo de caída que Félix no tuvo demasiados pensamientos simplemente la imágen de un Hyunjin vivo que le sonreía con el amor que tanto anhelaba.

Un fuerte golpe al piso y Félix murió al instante mientras la herida tras su cabeza comenzaba a crear un charco de sangre a su alrededor, sus ojos se habían quedado completamente abiertos con toda aquella confusión y dolor.

Pero ya no podía sentir nada más.

No más dolor

No más remordimiento.

No más tristeza

Había pagado.

Una víctima más del Oddinary Hotel

Condenada a vivir dentro de sus viejas paredes.

Para siempre.

Y todo...

¿Por amor?

oddinary hotel - stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora