l̶e̶e̶ k̶n̶o̶w̶

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Lee Know había crecido con la idea de que aunque tal vez nunca tuviera amigos, pareja ó ninguna clase de compañía siempre estaría ahí para él su familia. Por qué con la familia se tiene un lazo, un cariño y un amor que nada podría romper.

Pero aquello no era verdad, lo había descubierto a penas unos días atrás, ahora sabía que estaba completamente solo y aquello lo hacía sentirse como un error, algo de él estaba mal.

Pero no podía cambiar lo que sentía, tenía ya tiempo que todos aquellos sentimientos por un hombre habían aparecido sin aviso, estaba seguro de lo que sentía, aún sabiendo que sus padres no lo aceptarían.

También estaba conciente de que su madre lo había comenzado a sospechar desde hacía ya tiempo pero no quería admitirlo por miedo a que fuera verdad, su padre en cambio no parecía haberlo notarlo antes.

Tal vez por qué nunca se había tomado el tiempo de escucharlo o convivir con él, pero había llegado el día de decir la verdad de demostrarle a sus padres lo que era en verdad.

Tal y como había temido, ninguno de los dos comprendió, lo obligaron a alejarse de la persona que amaba como si los sentimientos simplemente desaparecieran con un poco de distancia y estaba desilusionado, se sentía frustrado y sobre todo triste.

¿De verdad era tan malo sentir lo que sentía?

Era la desgracia de la familia, el mayor miedo de su padre, que ahora se cuestionaba que había hecho mal.

Llevaba ya una semana sin saber nada o acercarse a sus padres, aquella tarde regresaba del trabajo como todos los días, llevaba en las manos una bolsa llena de comida para sus gatos.

Sus lindos gatos eran lo único que le quedaba y que seguían a su lado aún cuando era el mismo. O tal vez era solo por qué los alimentaba.

Le gustaba pensar que aquellos felinos de verdad lo querían y es por eso que los apreciaba más que a nada.

Entró a su departamento y con solo ver quién estaba dentro volvió a sentirse molesto y cansado.

Su padre, lo esperaba sentado en el sofá de su pequeña sala de estar. — ¿Cómo entraste? — Preguntó de forma cortante.

— Tú madre tiene una copia de las llaves — Lee Know deseo nunca haberles dado acceso a su casa.

— Vete, porfavor — Soltó molesto, desafiando al mayor que se levantó del sofá, tras la respuesta de Minho.

— No, necesitamos hablar

— No quiero hablar contigo

— Tu madre está preocupada — Lee Know se encogió de hombros con indiferencia y su padre suspiro agotado.

— Vete — Volvió a repetir antes de comenzar a caminar hacia la cocina de su departamento para alimentar a sus tres gatos que aún no había visto.

— Traje la cena... — Escuchó a su padre a lo lejos antes de entrar a la cocina y que la bolsa sujetada por sus manos cayera al piso ante la impresión.

Soonie uno de sus tres gatos se encontraba en el piso, moviéndose frenéticamente mientras se asfixiaba lentamente, con el hocico abierto como si quisiera gritar pero sin que ni un solo ruido saliera de este.

El animal comenzó a vomitar y a tener lo que parecían convulsiónes cuando Minho se arrodilló junto a su mascota, finos hilos de saliva se escapaban de entre los colmillos del felino.

No supo que debía hacer lo agitó en el piso mientras le pedía a gritos que se detuviera como si el pobre minino pudiera evitarlo, pronto su padre también apareció en la cocina.

oddinary hotel - stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora