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El frío que se colaba por las ventanas abiertas de la cocina golpeaba su cuerpo sin piedad provocándole escalofríos y temblores pero aquello no lo preocupaba, su concentración se centraba en buscar el cuchillo más grande y fíloso que pudiera hallar

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El frío que se colaba por las ventanas abiertas de la cocina golpeaba su cuerpo sin piedad provocándole escalofríos y temblores pero aquello no lo preocupaba, su concentración se centraba en buscar el cuchillo más grande y fíloso que pudiera hallar.

Una vez que se había decidido por su arma pensó en como llevaría a cabo su plan, lo que menos quería era hacer sufrir demasiado a su víctima, tras meditar lo que estaba por hacer unos minutos tomó la decisión que le pareció correcta.

Se dirigió a la habitación que compartía con su amado a paso lento y en silencio, las luces estaban apagadas pero sabía bien que el cuarto no estaba vacío, dentro las ventanas se mantenían cerradas por lo que el aire no era tan fuerte como en la cocina.

Tras entrar cerró la puerta a sus espaldas y se acercó a la cama, se sentó en la orilla al lado de su amado. Prendió la lámpara que estaba en la mesita de noche, y frente a sus ojos con claridad apareció Hyunjin.

Con su rostro completamente relajado, se encontraba dormido, con sus cabellos rojos que desordenados caían sobre su rostro haciéndolo ver perfecto, Felix sonrió amargamente ante la imagen, había visto tantas veces a Hyunjin de esa forma y aún le parecía sorprendente que alguien tan hermoso existiese.

Pero que fuera así de hermoso no evitaba que cometiera errores y el amor de Felix por el era tan grande que no podía permitirse perderlo, por lo que había decidido hacer algo al respecto.

- Hyunjin, cariño - Susurró el de cabello platinado de forma dulce escondiendo el arma tras su espalda, mientras con la otra mano acariciaba la mejilla del contrario para hacerlo despertar lentamente.

Los ojos de Hyunjin se abrieron poco a poco acostumbrandose de a poco a la tenue luz de la lámpara a su lado, sus ojos se encontraron con los de Felix y sonrió con inocencia.

- Se lo que has hecho - Volvió a hablar Felix casi en susurro aún con una sonrisa en su rostro y sin dejar de darle caricias al mayor.

El rostro de Hyunjin se contrajo ante la confusión pero no se movió. - ¿A qué te refieres? - Preguntó sin separar su mirada de los hermosos ojos de Felix.

- Jeongin... - Soltó aquel nombre el platinado y Hyunjin se tensó ante la mención de aquel muchacho. - Te amo Hyunjin, te amo como no tienes idea - Continuó Félix

- Espera, puedo explicarlo - Hyunjin se incorporó terminando sentado sobre la cama ahora a la altura de Félix.

El menor negó con la cabeza y una lágrima se escapó de sus ojos, Hyunjin lo miró angustiado pero antes de que pudiera decir algo Felix continuo hablando. - No puedo permitirlo, no puedo ni siquiera pensarlo. Hyunjin fuiste hecho para mí y yo para tí -

Durante varios segundos el único ruido en la habitación fue el del viento que golpeaba con fuerza las ventanas. - Por eso aunque me lastime, necesito asegurarme de que si yo no puedo tenerte nadie más podrá. - Para este punto los ojos de Felix estaban completamente llorosos y las lágrimas brotaban sin control.

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