𝐈𝐍 𝐌𝐘 𝐓𝐇𝐎𝐔𝐆𝐇𝐓𝐒 ┊ 001.

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— ¡Izquierda!

Recibiendo el balón, avancé por la cancha, rebotando el balón constantemente esquivando las defensas, logré hacer una clavada fuerte que removió un poco el aro, ese fue el punto de la victoria.

— ¡Ganamos!

— ¡Ganamos!






Sonó la campana en todo el establecimiento, indicando la entrada a los alumnos, acomodé mis cosas sobre la mesa, las cuales, correspondían a la primera hora.

— ¡Masumi Sumie! — Apareció mi mejor amiga, sentándose a mi lado con una respiración agitada, ya sabía porqué.

— ¿Cuántas alarmas colocaste esta vez? — Pregunté, enarcando una ceja.

— Mm... — La pensó antes de responder. — Como unas... 5, si, 5.

— ¿Y ninguna escuchaste? Dios, siempre llegas tarde Fumie. — Regañé, abriendo mi cuaderno.

— ¡Escuché la última! — Exclamó. — Escuché la última y me apresuré en venir.

Antes de que pudiera responder, aparece la maestra encargada de la primera hora.

— Nuevo récord, has llegado antes que la maestra, es un avance. — Susurré.

Fumie sonrió orgullosa.






Durante el receso, bajé al piso de los de segundo año, encontrándome con varios en el pasillo busqué el salón adecuado, justo había alguien en la entrada que podría ayudarme.

— Hola, ¿Estará Miya-san? — Pregunté, con un semblante serio.

— ¿E-Eh? S-Si. — El chico se sonrojó, y llamó al que buscaba.

Pronto la persona que buscaba salió del salón cargando 2 libros.

— Sumie-sempai. — Saludó.

— No es necesario las formalidades, puedes llamarme Masumi. — Sonreí levemente.

Este asintió, esbozando una pequeña sonrisa. — Igual puedes llamarme Osamu o 'Samu.

— Trato hecho. — Solté una pequeña risita.

Me ofreció los dos libros que cargaba. — Gracias por los apuntes, me han servido bastante. 

— No es nada, sabes que puedes pedirme ayuda cuando necesites. 

— Gracias, lo tendré en cuenta. — Aceptó.

— Por cierto, tengo un libro de recetas que puede interesarte. — Mencioné.

— ¿En serio? — Sus ojos dieron un pequeño brillo.

— Si, lo traeré mañana.

— Cuando llegue, pasaré a tu salón. — Ofreció.

Asentí.






Me encontraba en el gimnasio, calentando un poco con el balón antes de empezar el entrenamiento, Fumie se había ido a cambiar, esto ya era costumbre después de que acabaran las clases.

— ¡Masumi! — Se acercó Fumie con un balón. — No lo dije pero supe que fuiste al piso donde están los de segundo, ¿Fuiste a ver a Osamu?

— Si, anteriormente le ofrecí ir para buscar los apuntes que le presté. — Expliqué, rebotando el balón.

— ¿Segura qué no es nada más? — Preguntó pícara. — ¿Cuándo te declararás? 

— ¿De qué hablas? — Hice una mueca.

Los ojos de Fumie brillaban, ¿Acaso me iba a shippear con cualquier chico que me hable?

Suspiré. — No me gusta Osamu, lo considero un amigo, es todo. Fumie no puedes shippearme con cualquier chico que se me acerque. 

— Si no es con Osamu, será con su gemelo Atsumu. — Dijo segura.

— ¡Ni siquiera le he hablado! — Hice otra mueca de disgusto. — Contigo no se puede.

— Esta bien, esta bien, dejaré de molestarte. — Fumie comenzó a reírse.

Sin duda tengo una amiga loca.

Me adelanté, corriendo hasta la línea correcta y lancé el balón, ganando una canasta de 2 puntos, recogí el balón y seguí practicando las clavadas y demás.

— Oe Masumi, ¿supiste qué hay nuevos postulantes este año? — Preguntó Fumie, uniéndose. 

— Algo así supe, es bueno, después de todo estamos en tercer año, en unos meses nos graduaremos, la idea es no dejar morir este bonito deporte, ¿No crees?

— Eso pensé, es fascinante, el otro día espié algunos y tienen jugadas interesantes. — Mencionó.

— ¿A sí? — Pregunté insegura. 

Sea cierto o no, pensaba que sería bueno para que el equipo creciera y avanzara mucho más.



𝐈𝐍 𝐌𝐘 𝐓𝐇𝐎𝐔𝐆𝐇𝐓𝐒 ┊ Atsumu Miya. ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora