𝐈𝐍 𝐌𝐘 𝐓𝐇𝐎𝐔𝐆𝐇𝐓𝐒 ┊ Atsumu Miya. ☑

𝐈𝐍 𝐌𝐘 𝐓𝐇𝐎𝐔𝐆𝐇𝐓𝐒 ┊ 012.

El tiempo transcurrió rápido, llegando así la graduación, suerte habíamos tenido con Fumie aprobar los examenes finales, estaba feliz pero la felicidad nunca dura, mi madre quién estuvo presente en la graduación me dio la noticia que tanto le preocupaba; Irme al extranjero para tomar la empresa de mi padre, según había entendido que ese fue el acuerdo, fue una noticia tan de golpe que solo mis lagrimas salieron, de solo pensar que me iría de Japón para hacer algo que no me agradaba.

— Llegaremos a la casa y prepararás tus maletas, todo está listo allá. — Dijo mi madre sin importar como estaba.

Así fue, no vi a nadie de mis amigos, ni a mi novio, no celebramos nada, solo armé mis maletas con el dolor de dejar el lugar, me demoré bastante en terminar, ganándome la regañada de mi madre.

— Te dije que no hicieras amigos, muchos menos novio. Debiste hacerme caso y no llores por estupideces, cuando estés en el extranjero te olvidarás de todo, ¿Oíste? Tampoco quiero que lo sepa tu padre. — Regañó mi madre.

— Pero mamá...

— Nada de peros, no hay vuelta atrás, te vas o te vas, es importante que tomes la empresa, no seas idiota. — Dijo ella.

Durante el trayecto el envié mensaje a Fumie de lo sucedido, observando borroso por las lágrimas. Estando ya en el aeropuerto, faltaba 30 minutos para que nuestro vuelo saliera.

— Quédate aquí, iré a confirmar los boletos. — Dijo mi madre, yendo con la recepcionista.

Me quedé sentada en una silla mientras miraba el chat de Fumie, no recibí respuesta solo estaba ahí, suspiré, me dolía, me dolía no poder despedirme como corresponde, me dolía, ¿Podría ser este mi destino?

Llegando la hora, mi madre me arrastró hacia donde se subía al avión, esta se adelantó para hablar con la que tomaba los boletos y yo solo me quedé ahí, con ganas de salir corriendo pero no podía, estaba quieta, cuando creí que este sería mi destino, escuché una voz familiar, haciéndome voltear.

— ¡Masumi!

Atsumu, Osamu, Fumie estaban con la respiración agitada, con ojos de preocupación y desaprobación, lo primero que hice fue dejar caer mis cosas y abrazar con fuerza a Atsumu.

— Preciosa... — Acarició mi cabello.

— Masumi no puedes irte.

— No nos dejes.

— Haga lo que haga mi madre me llevará... — Me separé de Atsumu para verlo. — Solo quería despedirme, gracias por venir.

— Masumi... — Soltaron a la vez.

— Fue divertido pasar con ustedes. — Miré a Osamu y Fumie. — Gracias por ser mis amigos... Por siempre cuidarme y no dejarme de lado. 

Sonreí con nostalgia antes de mirar a Atsumu.

— Me iré al extranjero, quién sabe por cuantos años, no es justo para ti esperar, tenemos que terminar Atsumu. — Acaricié su mejilla con la diestra.

— Masumi... — Sus ojos se llenaron de lágrimas. 

— Fue hermoso todos los momentos que me diste pero ahora es una despedida, lo siento... — Seguí brindándole caricias. — Gracias por todo Atsumu.

— Lo siento Masumi... Pero... No acepto que terminemos. — Habló seguro.

— ¿Qué dices? Pero ¿Por qué? — Lo miré sorprendida.

— Porque así tendrás un motivo por el cual regresar. — Sonrió con nostalgia. — Esperaré por mi novia, esperaré por ti, Masumi.

— También esperaremos por ti, Masumi, que Atsumu no se lleve todo el crédito. — Gruñó Fumie.

Solté una pequeña sonrisa. — Esta bien, haré todo lo posible por regresar... Chicos...

— ¡Masumi! — Me llamó mi madre.

— Nos veremos... Los quiero... Atsumu .... Te amo...

— Yo también te amo, Masumi.

Unimos nuestros labios por unos segundos antes de irme a donde mi madre esperaba, yéndome con el trabajo y propósito de que volveré en algún momento.

— Espero te hayas despedido y terminado con ese chico. — Suspiró ella.

— Si mamá... Podemos irnos... — Mentí, subiendo primero al avión, sin mirar atrás.