𝐈𝐍 𝐌𝐘 𝐓𝐇𝐎𝐔𝐆𝐇𝐓𝐒 ┊ Atsumu Miya. ☑

𝐈𝐍 𝐌𝐘 𝐓𝐇𝐎𝐔𝐆𝐇𝐓𝐒 ┊ 009.

Salí de casa, suspirando profundo; Había nevado, justo como pensé y deducí, la mala suerte era que no tenía una bufanda, solo mi abrigo, comencé a caminar dirigiendome al establecimiento. Llegué a una esquina, justo antes de cruzar me topé con Atsumu, sorprendiéndome de verlo sin su gemelo.

— ¿Atsumu? 

— ¿Masumi? No creí verte por aquí. — Sonrió nervioso. 

— Me sorprende que estés por aquí, sin tu gemelo. — Respondí, cruzando la calle seguida por él.

— Pasaba por aquí, me quedé dormido, 'Samu se adelantó. — Explicó.

— Entiendo.

Por lo menos Atsumu si estaba abrigado, más de la cuenta, con una bufanda alrededor de su cuello, por un momento le envidié, ya parecía gelatina de lo que temblaba.

— Este invierno al parecer será más frío.  — Me conmovió su intento de entablar conversación.

— Al parecer si, mi mala suerte es no tener bufanda. — Me quejé.

— Mm... 

Casi me caí con la acción que hizo Atsumu, tomándome del brazo para detenerme, colocándose en frente, lo miré sorprendida.

— ¿Q-Qué pasa? — Este chico me colocaba nerviosa.

Me dedicó una cálida sonrisa. — Te resfriarás.

La bufanda que tenía él pasó a mi, él mismo acomodó la bufanda alrededor de mi cuello, sintiendo lo cálido que estaba, sentí mis mejillas arder, ¿por qué mi corazón comenzaba a latir más rápido? 

— G-Gracias. — Hice una pequeña reverencia en forma de agradecimiento.

Este acarició mi cabello y se alejó, manteniendo sus sonrisa. — Vamos, llegaremos tarde.

Le seguí en silencio, observándolo de vez en cuando, aún pensando en que no debió hacer eso ya que él podría enfermarse.

— Atsumu... Te resfriarás... Tu bufanda.

Este me observó. — Pero si me enfermo... Me cuidarás ¿No?

¡¿Cómo es posible que este chico logre cautivar mi corazón?! Me quedé en silencio, dando un escaso asentimiento, nerviosa.

— Masumi me habías dicho que no tenías bufanda, ¿Por qué traes una? — Preguntó Fumie.

— ¿No has llegado muy temprano?

— ¡No me cambies el tema! — Me regañó.

— Atsumu me la colocó, dijo que era para no pescar un resfriado. — Sentí mis mejillas arder de solo pensar en su cercanía.

— Ay el amor. — Se burló Fumie. — Con tu belleza, cautivaste el corazón del Setter. 

— No digas tonterías... Seguro me ve como una hermana y tu ya andas planeando algo que no será.

— Nunca se sabe, Masumi, solo espera y verás. 

Al cabo de unos minutos, la clase empezó, con el profesor anotando varios ejercicios en el pizarron, mientras anotaba, me embriague con el olor que emanaba de la bufanda, era el aroma regular de Atsumu, simplemente delicioso, parecía estúpida al hacer este tipo de cosas.

El día transcurrió de lo más normal, durante la tarde pedí permiso para ausentarme del entrenamiento ya que debía hacer un trabajo así que me quedé en la biblioteca, en una sección donde nadie iba pero había una mesa y lampara, mi lugar favorito de la biblioteca. Perdí la cuenta del tiempo que pasó, me acomodé sobre la mesita, soltando un bostezo, a veces los trabajos agotaban tanto mi mente que me daba sueño, cerré los ojos un momento, dejándome llevar por el sueño.