Capítulo# 8 Rendirse nunca fue una opción.

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Perspectiva Rafael.

Noche de la fiesta.
Estar con Naiara me relaja tanto. Su olor, la manera en que me mira, como lo dice todo con su mirada, expresa sus mayores miedos, deseos, preocupaciones. Es tan diferente a mí, que aunque mi mundo se esté derrumbando nunca se sabrá, siempre intento parecer feliz, aunque la verdad no lo esté, pero con ella se me olvida que mi mundo es un desastre. Es tan delicada, frágil, un poco débil quizás, deja expuestas sus debilidades con tan solo una palabra, aunque también sé que guarda secretos, que lo más probable es que nunca nadie los supo. Aunque Naiara piense que mi vida va bien, la verdad no es así, mi madre se destabiliza y le entran ataques de ansiedad que ni el mejor psiquiatra puede controlar, mi padre comete millones de fraudes en su empresa por lo que ha tenido que sobornar al juez más de una vez para librarse de la condena, eso por no hablar de las tantas mujeres que lleva a la casa sin el menor respeto por mi madre. Mi abuela está muy enferma en un hospital para ancianos y no me dejan entrar a verla, lo más seguro es que muera sin poder darle el abrazo que tantas ganas tengo de darle. Me siento totalmente solo en esta tormenta inacabable. Tuve muchos problemas en mi escuela anterior y todo por una relación amorosa que hubo entre mi padre y la directora, que por supuesto no acabo nada bien. Sufrí bullying por culpa de eso, tuve discusiones y fuertes peleas con mis excompañeros de clase. La muerte de mi hermano se unió a toda mi tristeza y en tan poco tiempo mi mundo, "mi familia feliz" acabó, sin dejar rastro de lo que un día fue.
Estoy metido en mis pensamientos y mirando a Naiara, cuando comienza a sonar mi teléfono y me alejo de Naiara para contestar:
-Hola.
-Hola, buenas noches, llamamos del hospital psiquiátrico, hemos tenido un grave problema con su mamá, se ha escapado.
-¿Qué? Voy para allá urgente.
Llevo a Naiara a su casa, sin decirle nada de lo que pasó y me dirijo al hospital, mi cabeza está que arde, mi mirada esta nublada, llena de ira, desesperación, mi corazón está acelerado y mi respiración es agitada. Al llegar al hospital la enfermera me mira con cara de vergüenza.
-¿Cómo que se escapó? Se supone que esto es un lugar seguro. Este lugar cuesta mucho dinero, nos aseguran una protección enorme y no es así, más les vale que aparezca sino este lugar no volverá a trabajar. - digo con autoridad, la preocupación que siento hace que me salga de mis casillas.
-Señor disculpe fue un descuido, le juramos que no va a volver a pasar, es algo difícil, pero debe mantener la calma, sus gritos y maltratos no resolverán nada. Su madre va a parecer. ¿No sabe algún lugar dónde pueda encontrarse?
-Llamaré a mi padre para que me ayude a buscar. ¿Ya llamó a la policía?
-La policía no, si se enteran del error cometido, nos cerrarán el centro.
-Haberlo pensado antes, lo único que me importa ahora es que mi madre aparezca, no me importa la reputación de este lugar.
Me aparto y llamo a mi padre, pero no contesta y para más desgracia me quedo sin batería.
-Mi padre no contesta, llame a la policía, hay que reportar, mi madre tiene que aparecer.
-Señor...
-Señor nada, haga lo que le pedí.
La enfermera coge el teléfono y llama a la policía, quienes demoran poco en llegar.
-¿Qué ha pasado exactamente? Necesitamos que cuente todos los detalles, todo es importante para que aparezca lo más pronto posible. - comienzan a interrogar a la enfermera.
-Minutos antes de lo ocurrido, le había dado la medicación para dormir, como siempre me aseguré de que se la tomara, me quedé un rato con ella y luego aparentemente quedó dormida. La verdad oficial, no espere los 30 minutos que es necesario para que haga efecto el medicamento, pero parecía estar profundamente dormida cuando recibí una llamada de mi madre. Tengo una niña pequeña que está enferma, mi madre me llamó para decirme que mi hija estaba con fiebre muy alta y no bajaba con nada, por la que la llevaría al hospital y que cuando terminara el trabajo fuera para allá con ella. Me asomé otra vez en la habitación y estaba dormida, así que me fui a cambiar para irme. Cuando regresé, ya no estaba y comencé a buscarla por todo el lugar. Avise rápidamente a seguridad, pero no estaba en todo el centro. Así que avisamos rápidamente a la familia.
-¿Han revisado las cámaras de seguridad?
-Las cámaras... se rompieron la semana pasada con la fuerte tormenta y no se han arreglado aún.
-¿Dónde está el director del centro, este lugar no es seguro, así como se escapó ella pueden hacerlo otros? Reúna a todos los trabajadores, es necesario hablar con ellos de inmediato, por si alguno vio a algo más. Por favor muchacho acompáñenos.
Después de más de 3 horas buscando por los alrededores, no hay ninguna señal de mi madre. El sol comienza a salir y por más que hemos buscado no está por ningún lado. Mi padre no ha aparecido por el centro, las enfermeras lo han llamado varias veces, pero no contesta.
Pasadas las 12 del mediodía, se me ocurre un lugar donde podría encontrarla, el cementerio. Salimos todos para allá y efectivamente estaba allí, acostada sobre la tumba de mi hermano. Se ve tan calmada y tiene una sonrisa dibujada en sus labios que parece que estuviera abrazada a mi hermano y no a su tumba.
-Mamá, mamá. - la despierto sutilmente.
-Rafael. - después de tanto tiempo sin decirme mi nombre me alegra tanto escucharla.

Me pasó toda la tarde haciendo papeles para cambiar a mi madre de hospital, este nuevo lugar es más seguro aunque también más caro, lo importante es la seguridad de mi madre. Mi padre no ha aparecido en todo el día y por más que lo llamo no responde, en verdad comienza a preocuparme. Al llegar a casa estoy muy cansado así que voy directo a mi habitación, necesito dormir.

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