descubierto y más peleas

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Un ave entro por la ventana de una habitación del palacio transformándose en un hombre de cabellera azul
-aaa que hermosa, porque es tan tierna y porque tiene que ser una princesa?- el hombre se sienta en su escritorio y empieza a escribir su respuesta a la nota enviada, no le fue necesario abrirla porque vio como la princesa escribió el nombre en grande.

Al terminar salió por la ventana para buscar a su primo pues según el príncipe le había dicho que iría a reconocer el territorio vecino.

- Qué fue eso?, Dijo que irá a reconocer el terreno ¡¿Otra vez se desvío!?- reprochó mientras tomaba su forma humana.

-No, claro que no, fui a recorrer el palacio imperial.

-De verdad??.- el príncipe frunció el ceño y sonrió con un deje de malicia y burla -no me crees? Pero si tú estuviste ahí ¿No es asi Mackenna?- el peliazul se sonrojo a más no poder y con un tartamudeo respondió: S-su a-alteza no se a que se refiere.
Disfrutando su victoria Heinrey sonrió con suficiencia- juro que te vi Mackenna.
- por favor déjese de barbaridades, yo solo le pido que tenga cuidado, debe recordar su posición su alteza Imperial Heinrey primero en la línea del trono del imperio occidente.
- valla que tienes una gran capacidad para desviar el tema, pero creo que tienes razón iré con más cuidado, además no es como si supieran que soy un ave.












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-Dios mio, está bien que esté aquí, a esta hora la emperatriz nunca viene por aquí. Además no es como si fuera la dueña del palacio, no hay razón para que usted no esté aquí, puede ir a donde le plazca, es la amante del emperador después de todo. Dijo la sirvienta de rashta sin notar la presencia de la emperatriz y la princesa- su majestad, su alteza.

Rashta se levantó asustada -herma... Digo su majestad su alteza q...

-ese sillón es mio- Navier estaba muy molesta ese sillón era regalo de la difunta emperatriz- y ese pañuelo también.
-yo lo- lo siento encontré este sillón y

-abstente a dar excusas tontas y sal de aquí- si Navier estaba molesta Dabria estaba más que furiosa.
-p-pero yo solo quiero ser su amiga.
-puedes ser amiga de la próxima amante pero ahora vete y deja a esa sirvienta aquí.

-p-proxima amante??- Dabria no lo había notado pero sus palabras fueron perfectas para hacer temblar a la amante y cuando escucho su pregunta sonrió con burla y por supuesto que contesto- claro, la que mi hermano traiga después de ti, ahora retirate y deja a tu sirvienta.

Rashta obedeció y salió llorando de ahí, mientras la princesa muy molesta llevaba a la sirvienta a otro lugar para reprenderla

-como osas a hablar así de su majestad la emperatriz

-a-a que se refiere su alteza??- pregunto algo asustada.

- escuché como hablaste de su majestad "no es dueña del palacio, usted puede estar por dónde quiera, es casi igual a la emperatriz" sabes que las cosas no son así, está parte del palacio le pertenece a su alteza la emperatriz Navier y tu pretendes disponer de el como si fuera tuyo trayendo a la gente que te venga en mente debes que eso merece un castigo no?
-por favor su alteza no me castigue se lo suplico

-no pensaba hacerlo pero quiero que trabajes para mí y me digas todo lo que haga Rashta- la mujer asintió rápidamente jurando lealtad- más vale que tú lealtad se verdadera si no habrá consecuencias.

La sirvienta asintió y salió corriendo para encontrar a Rashta.



























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Ya era tarde y la princesa esperaba que sus damas terminaran de preparar su tina.

-su majestad el emperador

- ¿¡ PORQUE CAMBIASTE TANTO!?

- ya es costumbre que entres gritando a mi habitación- la princesa dio un largo suspiro- yo no cambie ni siquiera se a que te refieres.

- hablo de Rashta...- Rashta, Rashta, Rashta estoy arta de escuchar ese nombre Sovieshu, si vas a ser como mi padre por lo menos ten la decencia que el tenía de mencionar a sus concubinas lo menos posible.

- ella también es una ciudadana de nuestro imperio, ni un poco de pena le tienes?- Dabria masajeó su cien con molestia- no, no le tengo ni la más mínima pena, pero si tanta pena te da su situación bien podrías hacer una ley que prohíba los esclavos, o solo es ella la única que merece un buen trato?? Si no dirás nada más puedes irte.

El emperador salió algo agobiado dejando a una princesa llorando en su balcón

-madre te extraño tanto, Sovieshu ahora es como mi padre tan solo le importa su amante y a mí me deja de lado, no sabes cuánto me serviría un consejo tuyo en este instante.


























Orgullosa porque por fin pude tener un capítulo largo, gracias a todos los que apoyan está historia los amo muxo😭😘😘

Princesa TraidoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora