Naokoboke re emocionada me dejaste de hacer este especial, así que lo escribo ahora (6am)
⚠️Esta historia no tiene influencia en la historia principal ni está sujeta a los hechos de la misma⚠️🔞
Hace 3 años que salí de la preparatoria. Actualmente hacía mi práctica, y a pesar de lo agobiante que pueda resultar me encantaba muchisimo.
Hace tiempo que no sabía nada de aquellos chicos que hicieron mi adolescencia algo inolvidable. Había escuchado algunos rumores de Daichi pero nada concreto. Tsukishima por su parte, nos veíamos la gran parte del tiempo. Estábamos en la misma Universidad.
Luego de salir de una asamblea, sonó mi teléfono.
—¿Sí?
—¡Yamagawa-chan!, tanto tiempo sin oírte. ¿Cómo estás?— esa alegre voz me resultaba familiar, pero luego de una larga jornada, mi cerebro ni se esforzó en diferenciar a quién pertenecía.
—Lo siento, ¿quién es?
—¡Soy yo, Hinata Shoyo!
—Oh Dios, ¿en serio? Que alegría escucharte Hinata. Me ha ido muy bien, ¿qué tal tú?
—Mejor de lo que hubiera pensado cuando estaba en la secundaria. He seguido jugando voleyball y he llegado hasta el otro lado del mundo, Brasil.
—¿Es enserio? Me impresionas.
—Jaja, gracias. —sentí como se regodeaba del otro lado de la línea.
—Además de llamarte para saber de ti, quería saber si mañana estabas libre...—Si por supuesto, justo mañana no tengo práctica.
—Perfecto, te mandaré la ubicación. Es una pequeña reunión con los chicos del Karasuno y algunos más. ¡Espero verte allí!
—Claro, nos vemos. —me quedé analizando un poco lo que había pasado, había sido todo demasiado rápido para mi cansada mente. Lo importante es que volvería a ver a todos esos buenos amigos.
Al llegar a casa, Hinata había creado un grupo donde nos añadió a los chicos del Karasuno y otros más. Dejé mi teléfono en la mesa y me fui a bañar para ir a dormir.
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Al día siguiente, luego de preparme, me dirigí a la parada de autobús para ir a la dirección que Hinata nos mandó, pensé que sería un departamento cualquiera, como el mío, pero la verdad es que el mapa indicaba uno de los hoteles residenciales más lujosos de prefectura.
Le mandé un mensaje indicando que ya había llegado y me respondió que solo avisara en portería que venía a verlo y ellos me darían las indicaciones y me dejarían subir.
El lugar era hermoso, todo muy delicado, perfectamente limpio y puesto en su lugar. El ascensor era amplio y con bastante elegancia. Al llegar al piso que me indicaron, busqué el número de puerta que Hinata me dió y caminé por el pasillo buscando. No tardé mucho en ver el número 500 en su puerta. Me acerqué a tocar el timbre y esperé.
Casi de forma inmediata se abrió la puerta, un chico con cabellos desordenados y anaranjados, algo más alto y con más cuerpo de lo que recordaba, me dio la bienvenida.
—¡Que bueno volver a vernos!, vives en un lugar bastante lujoso...
—Creo que tuve suerte con mi carrera deportiva. —respondió con humildad y con la misma energía que tenía de adolescente.
Me indicó que pasara y al hacerlo pude ver a los demás integrantes del equipo. Nishinoya bromeaba con Kageyama, Tsukishima miraba un documental, de un museo con fósiles, en la gran pantalla de la sala. Yamaguchi junto a Sugawara conversando con un café en la mesa.