—¿M-me veo mal? — respondí ante el comentario de Kageyama.
—¿Qué? No, no, para nada. T-te ves muy bien. — dijo nervioso.
—Así es, se ve muy bien ¿no es así Tanaka?— dijo Nishinoya.
—Tienes razón, pero Shimizu es más hermosa. —respondió Tanaka acercándose a Shimizu.
—WHAOO (Tn)-chan te quedó muy bien. — gritó Hinata.
—¿Por eso no te querías quitar el gorro? — preguntó Yamaguchi. —No tenías que esconderlo, te ves muy bien.
—G-gracias a todos...
—¿A todos? Tsukishima aún no ha dicho nada. — dijo Nishinoya. El rubio estaba detrás de todos mirando la escena y se exaltó a escuchar su nombre. Había quedado algo anonadado ante el cambio de la chica. —¿Cierto que se ve bien?
—Eh... sí. — tomó su bolso y comenzó a caminar. A su mente se venían muchas más palabras para describirla, pero no logró decir ninguna.
Comenzamos a caminar en dirección al gimnasio para poder entrenar.
—¿Y qué es exactamente lo que te hiciste? — preguntó Hinata.
—Oh, al principio no sabía muy bien que hacerme, pero al final opté por aclararme un poco el pelo y para que no fuera algo tan sencillo y trivial me teñí algunos, varios en realidad, mechones de cabello negro y rosados.
—Tu cabello es muy FUAA y también WHOAA.
—Qué ruidoso. — dijo Tsukishima mientras pasaba a nuestro lado.
El entrenamiento comenzó, era en una escuela distinta a la de la otra vez, aunque de nuevo partimos jugando nosotros contra el Fukurodani.
El partido era algo desastroso, nadie coordinaba con nadie, pero todos trataban de poner a prueba lo que tanto habían entrenado, menos uno. El set terminó, nosotros perdimos y el castigo de esta vez era correr cuesta arriba una colina que estaba en la cercanía. Dios, me cansé de solo verla.
—Ten Hinata. — le acerqué una botella con agua. —Sugawara-san, toma.
El día pasó y no logramos ganar ningún juego. Tanaka junto con Daichi, Sugawara y Asahi descansaban el pasto.
—Iré a practicar más saques. — comentó Asahi.
—¿Saques? yo también debería...
—¿Seguirás entrenando? —le pregunté a Yamaguchi que estaba a mi lado.
—Sí, necesito entrenar más.
—Oh, entiendo. Creo que adentro está Tsukishima, ve si quiere entrenar contigo. Te acompaño.
—Está bien. — nos acercamos a la entrada del gimnasio y dentro estaba Tsukishima tomando algo de agua. —Hey Tsukki, iba a hacer unos saques me preguntaba si...
—Me daré un baño y me dormiré. — respondió interrumpiendo.
—Eh... yo me preguntaba si ibas a entrenar algo por tu cuenta. — preguntó Yamaguchi algo apenado.
—Ya entrenamos más de lo que queríamos. Entrenar sin parar no resolverá nada.
—Oh, ya veo...
—Oye, no te pongas así. — puse una mano en su hombro. —No le hagas caso, tú sólo sigue entrenando y serás el mejor. —le sonreí
—Gra-gracias. —respondió. Me separé de él para ir a darme un baño y también irme a la cama. El lugar era grande, aunque era de noche no hacía frío.