Punto y Aparte » Park Jimin

№21 - El mercadillo

Elisa

Qué horror de noche, ya que apenas pude pegar ojo por culpa de mis pensamientos.

Me incorporé de la cama con la cara hecha un desastre. Solté un largo suspiro y mis ojos se fijaron en la pulsera que Jimin me había regalado la noche del festival.

Estaba enfadada, decepcionada, triste... Muchos sentimientos para una persona que apenas sabía controlarlos, así que, como impulsiva que era, me arrebaté la pulsera y la dejé de mala manera encima de la mesita justo al lado de mi móvil.

Fui a darme una ducha a ver si así el aspecto de mi cara mejoraba. El agua fría recorriendo mi cuerpo la verdad que me sentó bien porque aunque era muy pronto en la mañana ya hacía bochorno.

Me dirigí a la cocina para desayunar junto con la madre de Jimin que como de costumbre ya estaría despierta.

- ¡Vaya cara, Elisa! ¿Has dormido mal? - me preguntó cuando me vio llegar. Qué vergüenza.

- Un poco - contesté y me reí por lo bajo para no mostrarme tan seria.

- Hacia mucho calor... pero mira esas nubes - me señaló la ventana y me acerqué para ver. El cielo estaba parcialmente tapado por unas nubes que estaban moviendose poco a poco - Tiene pinta que llega una tormenta de verano... Después de tanto tiempo... Por fin.

- Qué bien.

- Por cierto, hoy se celebra el mercadillo y aún no has ido a trabajar ahí ¿Te apetecería ir junto con Suni?

- ¡Claro! - acepté con algo de ilusión. Suni se encargaba siempre de ir al mercado a vender algunas cosechas que ellos recolectaban. Al parecer vendía muy bien y era muy querida por el pueblo.

- Jimin no irá, dice que tiene cosas que hacer.

- Vale - respondí mostrando indiferencia mientras me preparaba el desayuno.

- Buenos días - Jimin entró en la habitación mostrando una seria expresión.

- Hablando del rey de Roma... - expresó su madre divertida.

- ¿Qué pasa?

- Hoy es el mercadillo, le he dicho a Elisa que acompañe a tu hermana.

- Ah, ya... Guay... - Jimin me miraba pero yo intentaba esquivarlo.

- Bueno, voy hacer cosas. Luego nos vemos, chicos... - Jiyu se despidió y se marchó de la cocina. Rápidamente me serví un café sintiendo la presencia de Jimin por mi alrededor que hacía lo mismo que yo.

Quería huir de ahí.

- Espera Elisa - su voz me detuvo cuando estaba por salir de la cocina.- Por favor, tenemos que hablar.

- N... no. - tartamudeé contestando - No tenemos nada de qué hablar Jimin. Mejor vamos a dejarlo así.

- De verdad... - ahora me tomó del brazo pero negué con la cabeza. Se veía desesperado y un pelín triste. Me soltó suavemente sin apartar la mirada de mis ojos pero luché conmigo misma y logré marcharme de ahí.

Era por mi bien.

...

Suni era bastante más espabilada de lo que parecía. Tenía 21 años y ella sola era capaz de gestionar el stand que montaba en el mercadillo del pueblo. Tenía un talento innato vendiendo y tratando a los clientes. La verdad es que era de admirar. El montaje había sido rápido ya que ambas nos pusimos a ello, luego me explicó cómo colocar las frutas y verduras que habían cosechado y me explicó unas cuantas cosas antes de que la gente se acercara a nuestro puesto. Me sorprendió la de gente que venía al mercado, anteriormente ya me habían dicho que era porque venían de otros pueblos, pero no me esperaba tanta gente. Había mucho bullicio, los demás stands llamaban y vendían sus artículos a grito pelado para llamar la atención a los que pasaban por su lado. Suni también hacía lo mismo y captaba algunos clientes potenciales que se paraban a mirar las deliciosas cosechas que la familia Park trabajaba y cuidaban cada día.

Fue una experiencia muy grata de vivir, aunque al principio me costó un poquito abrirme a los clientes, poco a poco fui cogiendo confianza y me animé a intentar vender todo lo posible junto con Suni.

- Lo estás haciendo muy bien, Elisa - me felicitó Suni cuando llevábamos mucho dinero recaudado. Bebí un poco de agua, tenía la garganta seca de tanto hablar con otras personas. Estaba encantada pues la gente había sido muy amable y además de vender también me hablaban de su vida. Algunas eran bastante entretenidas.

Había descubierto otra faceta de mí, había conseguido vencer mi personalidad introvertida para convertirme en la persona más extrovertida del mundo realizando este trabajo. Y me había dado cuenta que me gustaba mucho, que me gustaba socializar con desconocidos. Y que estos me trataran tan bien me hizo creer que había más gente buena que mala en el mundo.

- Vamos a recoger -indicó Suni empezando a guardar algunas cosas en las cajas. Habíamos pasado casi todo el día ahí y los otros stands también empezaban a recoger - ¿Quieres ir llevando estas cajas al coche? Yo me encargo del stand.

- ¡Claro!

Llevé con cuidado las cajas con las frutas que nos habían sobrado del día de hoy. Pesaban un poco pero tenía la suficiente fuerza como para transportarlo de un sitio a otro. De camino iba mirando el cielo, qué suerte que no había empezado a llover mientras estábamos en el mercadillo, si no tendríamos que habernos ido corriendo y me habría perdido la experiencia.

- ¡Hey! ¡Tú!

Me asusté cuando alguien me gritó. Menos mal que no se me cayó la caja. Me giré y me encontré con el mecánico. Este se encontraba en la puerta de su taller, con su uniforme sucio y los brazos en garra.

- ¿Cuándo piensas venir a por el coche? Si ya no lo quieres dímelo que lo descuartizo a piezas y lo vendo.

¿Había escuchado bien?

- ¿Qué?

- Que ya está arreglado ¿Lo habías olvidado?

- ¿Cómo que si lo había olvidado?

- ¿Jimin no te lo dijo? -esperó mi respuesta pero al ver que no reaccionaba siguió hablando- Ay... Madre mía cómo están las cabezas...

- ¿Q-Qué? ¿Cuánto hace que está listo?

- Mmm, pues te diría que desde hace dos semanas... Yo ya no sé dónde meterlo, así que pásate a buscarlo, eh - no pude articular ninguna palabra intentando asimilar todo - Eh... ¿Todo bien?

Reaccioné moviendo la cabeza.

- Todo perfecto - fingí una sonrisa aunque por dentro empezaba a sentir un calor sofocante - Dame unos minutos y vengo a por él.

- ¡Aleluya!

Seguí mi camino hacia el coche de Suni sintiendo los nervios aparecer en mi cuerpo.

¿Por qué Jimin no me había dicho que el coche ya estaba listo?

En serio, estaba muy molesta.

...♡...

alv jimin cagaste

he estado estos días ocupadísima y los próximos días se prevé que va a ser igual

en menos de dos semanas me mudo y creo que no me va a dar la vida para todo lo que tengo que hacer antes de marcharme

pero bueno, que yo seguiré escribiendo así que, que no cunda el pánico que de aquí no me voy

espero que os haya gustado este capitulo <3

que tengáis un buen día/tarde/noche

adiooooos