№7 - Imprevistos

522 74 15
                                    

Jimin

- ¿Necesitas ayuda? - ofrecí mientras la observaba detenidamente. La vi dudar un poco. Se notaba mucho que no era de los pueblos próximos. Quizás se había perdido.

- No - contestó - Creo. - esta vez confundida y fruncí una ceja. En ese mismo momento se escuchó una pequeña explosión proveniente de la parte delantera del coche. Ella pegó un grito cuando se vio ahumada por una nube de humo negra. 

- ¿Segura? - pregunté aguantándome la risa. 

Aparqué delante del coche, algo lejos, fuera de posibles peligros. Luego me bajé del coche y me dirigí hacia ella. 

- Tiene muy mala pinta - comenté con los brazos en jarra y viendo como aquella chica intentaba de alguna manera que la batería del coche dejara de echar ese humo. 

- Ay por Dios! - lamentó y vi que se rindió. Simplemente dejó que el capó abierto. - ¿Podrías llamar una grúa? - me pidió cuando se dio la vuelta. Me hizo gracia, aunque la situación era una putada, aquella chica me pareció muy graciosa. 

- Claro - respondí amablemente. 

Mientras sacaba el móvil y me disponía a llamar al mecánico de mi pueblo vi como ella se quedaba en un lado mirando el coche y la vi reírse. Qué extraña es. Se acababa de quedar tirada en mitad de una carretera desértica y se estaba riendo como si la situación fuese muy graciosa. Quizás se reía para no llorar, aunque parecía que no le importaba. 

- Seguro que tiene arreglo - le dije para... ¿animarla? Aunque no creo que lo necesitara, lo hice para romper el hielo. 

- Es que tarde o temprano tenía que ocurrir - comentó y se río de nuevo- El coche este casi va con taca-taca... Así que tampoco me sorprende. Al menos ya ha dejado de salir humo, por un momento pensaba que se iba a incendiar.

Me dispuse a llamar al mecánico, a los pocos minutos me acerqué a ella para comentarle lo que me habían dicho. 

- Me ha dicho que tardará un poco - le indiqué a la desconocida. 

- ¿Cuánto es un ''poco''? - cuestionó.

- Quizás una hora o una hora y media... - respondí un poco dubitativo y ella puso una mueca de desagrado. Estaba muy ocupado ahora mismo. 

- ¿Me voy a quedar una hora y pico aquí tirada? - preguntó ella con fastidio. 

- Nono, él recogerá el coche, lo llevará a su taller y me avisará. Si quieres puedo acercarte.

- Oh... - se sorprendió por mi invitación y se puso algo tímida - No te preocupes... Si puedo meterme en el coche y dormir hasta que venga... - le interrumpí. 

- En serio, me pilla de paso. El taller está en mi pueblo.

- ¿Seguro que va bien?

- Claro que sí - contesté con una sonrisa y ella me sonrió de vuelta. Me encaminé a mi camioneta y le escuché decir detrás de mí. 

- ¡Espera! ¡Se me olvidan los tacones! - la vi correr hacia el coche y salió con ellos en la mano. Me reí al verla, vaya personaje. 

Se montó en mi coche, se acomodó en el asiento y cogió aire. 

- Huele bien - expresó y le señalé un ambientador que había comprado hace más de un mes. Increíble que aún oliese. Encendí la radio con la música del USB sonando y vi de reojo que ella reconocía algunas canciones. 

- Tengo curiosidad - hablé mientras miraba al frente - ¿A dónde te diriges?

- Ehh... pues... - le miré por un segundo ¿Por qué dudaba tanto? - No tengo ningún destino, la verdad.

Punto y Aparte » Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora