- ¡Tu eres un alfa y deberías comportarte cómo tal!
- ¡A mi me vale mierda eso! - Gruñó - ¡No me importan las putas jerarquías que hay en este mundo!
El pelinegro se quedo quieto por un momento y llevo su mano hacia su mejilla por aquella cachetada que no vio venir.
- ¡Respétame que soy tu madre!
- ¿Y eso que? - Preguntó - ¿Acaso yo tengo la culpa de que lo seas?
- Niño maleducado, yo no te crie así.
Ella no se iba a dejar avergonzar por su propio hijo aunque fuera una omega.
- Claro que no me criaste así, ya que tu nunca estuviste para mí.
- No permitiré que me hables así jovencito - Respondió - Así que te casaras con esa omega.
Ella quería que su hijo le diera un nieto, que tuviera una pareja perfecta como la omega que había seleccionado y no se dejaría intimidar de su propio hijo, el debía casarse con aquella omega.
El pelinegro gruñó ante ese comentario, el no se iba a dejar y el mismo sabía que su madre estaba buscando la muerte.
- No me casaré con ella, así que metete en la cabeza eso, Se-ji.
El estaba totalmente relajado, ya que le importaba poco y nada de lo que ella decía. No tenía nada que perder, después de todo, nunca llevó una buena relación con su madre.
- Nos vemos luego, vendré más tarde a recoger mis cosas.
- Tu no te puedes ir de aquí, solo me tienes a mi y a tú padre.
- Estas muy equivocada - Sonrió - Con permiso, me tengo que ir.
- Sobre mi cadáver.
Con la idea de que el pelinegro no se fuera del lugar se paro enfrente de él bloqueando su paso, aún que en el fondo en ese momento tenía un poco de miedo.
- No tengo tiempo para esto.
Con la paciencia por los suelos empujó a su madre, lo que ocasionó que ella terminará en el piso.
El pelinegro salió de la casa con sus manos en los bolsillos dispuesto a ir a la casa de su novio.
Pará el, la familia no importaba cuándo te tratan como la mierda.