Cazadores

Solo dolor

Hyunjin estaba harto. Harto de las expectativas, de su madre, de su manada... de todo. Cada segundo que pasaba sintiéndose prisionero de su destino como próximo líder lo llenaba de problemas. No quería más deberes ni responsabilidades. Quería ser libre, quería amar sin miedo. Quería, a Jisung. O al menos, eso creía.Pero Jisung llevaba tres meses sin responderle. Ni una llamada, ni un mensaje. Solo vacío.Desde aquella noche en que, sin querer, lo marcó —mostrándole todos sus recuerdos más oscuros—, Jisung desapareció, huyendo de la bestia que vivía en él. La bestia que había matado para proteger. La bestia que también amaba. Con el corazón hecho pedazos, tomó el papelito rosa con el número de Felix. Ese chico de sonrisa brillante y ojos color miel que, por alguna razón, se había cruzado en su vida justo cuando más lo necesitaba. ¿Llamarlo? ¿Para qué? Pero lo hizo. Quizás por curiosidad, por nostalgia, por esa vocecita en su pecho que rogaba ser amado. 

 Y ahí estaba ahora. Un mes después.Hyunjin y Felix compartían risas, charlas, noches... y cuerpos. Pero no corazones. No aún.Félix, por su parte, estaba completamente perdido. ¿Cómo era posible que se enamorara así? Hyunjin era todo lo que quería: guapo, divertido, con una oscuridad en los ojos que le hacía desear abrazarlo hasta sanar sus heridas. Pero también era cruel, indiferente. Solo lo buscaba cuando quería sexo, cuando el silencio de su propia soledad se volvía insoportable.Y aun así, Félix lo amaba. Con locura.Hyunjin despertó solo. Como de costumbre. La cama aún tibia, pero vacía. Iba a levantarse cuando Félix salió del baño, con la bata apenas cerrada, una sonrisa que iluminaba el cuarto. 

Buenos días, cariño —dijo con suavidad, dejando un beso en los labios aún adormilados de Hyunjin—. Pedí café y postre para el desayuno.Hyunjin se vistió en silencio.—¿No vas a desayunar conmigo? —preguntó Félix, con un puchero.—No tengo apetito —respondió seco.Félix sonrió, pero sus ojos se nublaron.—Está bien... nos vemos luego.Hyunjin no respondió. Salió sin mirar atrás.Apenas la puerta se cerró, Felix se desplomó en la cama, abrazando la almohada que aún olía a Hyunjin.—¿Por qué te amo tanto si tú no me amas...? —susurró, su voz quebrándose entre sollozos. 

¿Dónde pasaste la noche? —preguntó Minho, cruzado de brazos.—No empieces, Minmin —gruñó Félix—. Estoy bien.—¡Estás llorando! ¡Tu olor está empapado en tristeza y frustración! ¿Quién es el idiota que te trata así?—Nadie. Yo sé lo que hago.—¡Mentira! Te estás rompiendo por dentro. No puedo quedarme de brazos cruzados —dijo Minho, con rabia contenida.—Si te importa tanto, déjame caer solo. Pero no me quites la única oportunidad que tengo de sentir que merezco ser amado.Minho se quedó en silencio. No había palabras contra eso. 

En secreto, con Jeongin y Seungmin—Hay que separarlos —dijo Minho, desesperado—. No puedo ver a Félix así.—Seungmin tiene un plan. Pero... será doloroso.—¿Más de lo que ya está sufriendo —Sí —respondió Jeongin—. Pero a veces hay que romper para reconstruir.---Más tarde, esa nocheFélix se quedó solo en su cuarto, abrazando una caja. Dentro había cartas que nunca le dio a Hyunjin. Confesiones. Dibujos tontos. Fotografías que tomaba en secreto. Y un regalo: un dije de plata con una pequeña estrella. —Te amo tanto

Holaaaaaaa Solo quería decirles que muchas gracias por Leer mi historia, revise los capítulos anteriores y me emociono ver que personas lo estaban viendo, sinceramente no esperaba que lo vieran, pero me siento feliz y agradecida 

No puedo publicar en horario o fecha establecida, pero si estaré subiendo de 3 a 5 capítulos una vez en la semana cuando pueda, hagan Stream a Hellevator para que llegue a los 100M