El amor traiciona al cuerpo

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Seraphina

No sabia como sentirme, pues si mi amigo había vuelto, no como quería, pero estaría para mi cuando más lo necesitara...

Solo que...

Al verlo con alguien más mi corazón me dolió, verlo feliz con alguien mas que no sea yo me hirió.

Nunca supe que era el amor, pues la familia que tuve no me lo permitió... Desde que soy niña siempre soñé con ser normal, ser alguien libre y cuando lo tuve no lo valoré.

Mi tiempo con el era feliz, tranquilo y divertido, todo lo que algún día pude soñar me lo dio.

Me enamore, pero nunca lo exprese, pues no sabía cómo hacerlo.

Pensé que era una amistad, si siquiera sabia que era eso, nunca tuve amigos, el fue el primero, único y diferente, siempre recalcando todo de mi... me hizo mejor persona.

Amor, un sentimiento que provoca mariposas en el estómago, o eso es lo que dicen, para mí era eso y más, me sentía viva y mi vida llena de color.

El gris del tiempo congelado me mortificaba, demostraba lo mucho que me odiaba por no darme la oportunidad de ser feliz, pero cuando el llego a mi poco dejo de importarme, se volvió en un gris insignificante algo momentáneo y ninguna tortura más.

No quería pensar ya mas en esto, el era feliz y debía respetarlo, no necesitaba seguir hundiéndome a mi misma, solo que es tan difícil hacerlo, pensar que la primera persona que estuvo para mi no seria con la cual compartiría el resto de mi vida me dolía.

Lo amaba.

Si amarlo era que me gustase todo de el en cualquier faceta entonces si... lo amaba.

John

Anoche después de hablar todo lo que necesitaba con Seraphina llegue extremadamente exhausto a casa, realmente quería dormir, simplemente me quite mis zapatos y me dispuse a acostarme en el piso al lado de la cama de mi ahora novia.

-Ahí no, duerme conmigo "amor"- la mire un poco extrañado a lo cual me devolvió la mirada mientras palmeaba suavemente con su mano un lado de la cama.

-Es un poco estrecha ¿no lo crees? – conteste

-No importa-

Su mirada fue seria a lo cual trague saliva, quien pensaría que el estudiante mas poderoso de Wellston, el Joker que infundio terror en sus enemigos tendría miedo de su novia.

Rio con ironía, como si de una lectora de mentes se tratase.

No quería enojarla así que obedecí y me acosté a su lado, estaba nervioso por decirlo menos, pero su toque lento y constante por mi espalda calmo mi tensión.

-John... sabes, siempre quise enamorarme de alguien, pero mi estatus como rango alto me lo impedía, muchas veces admiraba lo felices que eran otras personas con sus parejas, lo cual solo me hizo sentirme peor-

Me gire a mirarla

-Pero al conocerte realmente, no pude evitar quererte proteger, quería cuidarte y me hice tu amiga, pronto eso se volvió amor, pues tu...-

La interrumpí con un beso.

-Estaré para ti, me hiciste una mejor persona- mi latir del corazón movió mi cuerpo por cuneta propia provocando que mis manos se enroscaran en su cintura.

-No voy a dejarte, no voy a dañarte-

-Solamente quiero amarte-

Mis palabras la conmovieron, pues ella se aferro a mi pecho, parecía tan débil como un simple cristal que podría romperse en cualquier momento. No lo permitiría.

Con esas palabras ambos cerramos nuestros ojos callando en un sueño total.

Cecile

Lentamente abrí mis ojos solo para ver a mi amado acostado a mi lado mientras unos pocos rayos de luz que atravesaban las cortinas mostraban su angelical rostro. El era guapo, muy guapo.

Con delicadeza me solté de su agarre y me dirigí a la mini cocina que pertenecía al dormitorio para prepararle un buen desayuno.

Momentos después el olor abundaba cosa que lo hizo despertase. Sabia muy bien que el era un excelente cocinero, pero yo era mejor.

Prepare un sencillo plato de huevos con tocino y pan tostado para los dos.

-Buenos días- me saludo dándome un beso en mi mejilla

-Buenos días cariño- dije mientras le abrazaba el pecho, era realmente fuerte.

-Comamos y alistémonos para la escuela-

Ambos nos sentamos a la mesa y comimos amenamente. Después de un rato nos levantamos y me ofrecí a lavar los platos mientras él se bañaba.

Rápidamente terminé con mi labor mientras el seguía bañándose a lo cual pensé algo no muy puro.

Me adentre en el baño con solo una toalla rodeándome, no estaba lista para hacer eso pero ahora erramos pareja, además muchas veces me había visto solo con mi ropa interior y no se había inmutado. Mi cuerpo no era feo, estaba perfectamente cuidado y además mis atributos eran considerables, pero al él no parecía importarle.

-Q-Que demonios- se sorprendió tanto que callo de bruces al suelo

-Tócame y te mataré- dije mientras me deshacía de mi toalla

Únicamente trago saliva mientras miraba mi encanto y yo apreciaba el suyo.

Si me lo preguntaran era como un dios griego.

El baño transcurrió normalmente mientras reíamos y jugábamos con el jabón y el agua, pues a nuestra vista nuestros cuerpos desnudos no eran motivo de morbo ni lujuria.

Me respeto y eso lo hizo ganarse mil puntos Cecile más.

Salimos del baño y nos vestimos ambos con nuestro uniforme escolar, pero el parecía tener un problema. Su cabello.

-Déjame ayudarte- dije mientras sostenía su toalla y delicadamente secaba cada mechón de cabello que poseía.

Al terminar de arreglarnos tomaos nuestras cosas y salimos de la habitación.

Sobra decir que parecía nervioso mientras flexionaba y contraía sus dedos, entonces lo supe, él quería tomar mi mano.

-Que lindo eres- dije mientras entrelazaba mis dedos con los suyos

El solo giro su mirada hacia un lado, quien lo diría, él, una persona fría y cruel podía ser tan tierno.

-Te amo- dije mientras besaba su mejilla.

Con esto emprendimos el viaje hasta la entrada de la escuela en la cual muchos estudiantes nos recibieron con miradas sorprendidas, entre los cuales muchos murmullos destacaban cosa que para John solo le hizo ponerse aun mas rojo. Parecía un tomate.

Mi vida ya tenia todo lo que quería, un amor, un amigo y sobre todo un compañero, alguien con quien podría contar. John.

Mi amor.

Y así nos adentramos en la escuela, esperando que m vida y la de el fuera por el camino correcto, un camino lleno de luz y esperanza.

Desafortunadamente no todo sale como queremos...

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