Tarde o temprano

176 20 3
                                    

Cecile

Mi vida desde un inicio fue marcada, ser un rango alto y cargan con toda esa responsabilidad jerárquica me lleno de dolor, sufrimiento y luchas innecesarias conmigo misma. Al principio no lo entendí, y tampoco quise hacerlo.

Pero... llegaste tú, destruiste el mundo a tu alrededor solo para cuidar de alguien a quien tu querías, no hubo mayor prueba de amor y lo sabía, estabas enamorado.

Pero aun así en todo eso quería creer que tu me pertenecías, te ayude, te libere y te ame.

John.

Tu solo nombre quitaba mi angustia, eras capas de protegerme, pero ¿era digna de eso? No claro que no, intente manipularte para obtener el lugar que me correspondía. Sin embargo, caí ante ti, me doblegué a tu voluntad y al final solo me usaste.

El tiempo paso, pero ahora era diferente, no pedias ni suplicabas mi ayuda, yo me ofrecí a ser esa persona con quien podrías cargar y compartir tus penas. Seria tu apoyo.

Finalmente me enamore, como si de una película romántica se tratase, al final me enamore del villano.

Un villano que sacrificaría su vida por quienes ama... Entonces me pregunte ¿Cómo no amarte?

Sinceramente quería caer inconsciente totalmente, pero me dolía, me dolía tanto el verte destruyendo todo a tu alrededor.

Si, elegí morir por mi amiga, un anormal.

Mi decisión por mi cariño valía totalmente la pena, pero no puedo dejar que cargues con todo, aun no y mientras este cuerpo pueda seguir luchando hare lo posible para detenerte, te salve una vez, y lo haría un millón de veces más. Lástima que esta sería la última.

Te amo John... Gracias por todo Cariño fui la mujer mas feliz sobre la tierra.

Seraphina

Mi mundo se destrozó, algo que no era mi amigo estaba frente a mis ojos. Del suelo látigos negros emergieron y con ello empalaron múltiples ocasiones a sus oponentes.

Si hubiesen sido más lentos... hubieran muerto.

El frenesí continuo, golpeando, cotando y aplastando persona por persona.

Un brazo voló a mi frente... Era una carnicería.

John... No se detendría, estaba roto. Lagrimas incontenibles surgían de sus ojos mientras peleaba, gritos de rabia y sus dientes apretados me hacían casi sentir el mismo dolor que el sentía.

-Tenemos que irnos- Hablo mi hermana tomando a Arlo y jalándome con ella hacia su compañero

-N-NO, no lo dejare, no lo abandonare una vez más-

-¡PUEDE MATARTE!-

-¡Entonces moriré!- No lo iba a dejar, no una vez más.

Rayos negros caían al suelo, se estaba descontrolando, su poder estaba creciendo demasiado, estaba fuera de control.

-¡JOOOOHN!- Mi cabeza giro con incredulidad

Estaba ella... mi amiga.

Cecile

Con una mano en su estómago cubriendo su herida.

Sus piernas tambaleantes se movieron y tan pronto como dio el primer paso comenzó a caer.

Golpeando la mano de mi hermana me liberé de su prisión y corrí, el tiempo pareció ralentizarse un poco.

Mis deseos de ayudarla eran mayores, mi necesidad de detener a John lo era todo.

En mis ojos un leve destello de azul volvió y por unos pocos segundos el poder me inundo.

-Es suficiente, estoy harta de ser una carga para todos, yo puedo pelear mis propias batallas- con eso corrí y tan pronto como lo hice aparecí al lado de mi amiga. La sostuve.

-¡Necesita nuestra ayuda!-

Ella simplemente asistió y caminamos, sentí como el poder me dejaba lentamente, pero por primera vez en mi vida era suficiente.

Estacas negras emergieron, no seria capaz de alejarme con ella en medio. Dos atravesaron mis piernas, caí de rodillas solo para ver dos más aproximándose a mi cabeza.

Látigos verdes las empujaron fuera mi vista. Mi mirada rodo, de la boca de Cecile sangré broto.

-Vamos-

Lagrimas caían de mis ojos, el dolor era insoportable, pero una vez mas me puse de pie. La sangre se filtraba, no me importo, era todo o nada.

John

-¡JOHN!- Una voz me llamo.

Pero mi mente se perdió, quería regresar el tiempo, no podía, quería hacer algo para detenerme, no podía.

Los recuerdos volvieron, mi vida en New Bostin, Keon y todas mis desgracias.

"Monstruo" Es cierto, simplemente me engañe al pensar que ya no lo era.

Siempre sucedía lo mismo, estaba condenado al fracaso. Una vida son felicidad, sin amor y sobre todo sin aquellos a quien amo. Una vida sin ti.

No quiero, no quiero esto, no puedo hacerlo, no puedo si no estas tú.

No tiene sentido.

-Eres un mounst...-

-Demuestra a todos quién eres-

La oscuridad tambaleo y se fragmento.

Recuerdos me inundaron Seraphina, Cecile, mi padre. Ellos estaban para mi cuando los necesitase.

Me rompí, no era digno de ellos.

A mi vista había sangre, desesperación, miedo. Un solo individuo estaba siendo sujetado de la barbilla por mi mano. Empale su pierna sujetándolo al suelo, no me detendría, no iba a poder, iba a matarlo.

Envolví mi mano de relámpagos negros, atravesaría su corazón, sufriría lo que yo sufrí, pero a diferencia de mi lo libraría de ese dolor muy pronto. Una verdadera lástima.

Seraphina

Iba a matarlo, joder.

-¡Ve!- Ordeno Cecile

Corrí tan rápido como mis débiles piernas podían.

-¡NO LO HAGAS!- Sujete su brazo

Su rostro se giro levemente y con ello una sonrisa lo adorno.

-Quítate perra- Se sacudió y Sali disparada contra una pared.

Intente reponerme, pero el ya estaba encima mi o.

-Mira lo que has causado-

Piso mi herida, grite de dolor, pero aún seguía viendo esos ojos dorados.

-In-ntentó ayudarte-

Su brazo se estiro y del suelo una estaca surgió.

La tomo entre sus manos, iba apuñalarme.

-Ya no te necesito-

Su mano se propulso hacia mi pecho. Sonreí.

-Ahora-

Látigos verdes lo envolvieron y con ello su mirada de asombro se pagó hacia una pared.

-Es suficiente John-

Lagrimas brotaron de sus ojos.



Desarrollando personajes  al cien 

unCORRECTEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora