IRTE

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Seraphina

La vida misma es horrible, pero cuando estabas aquí todo era diferente, eras luz a mi opaca vida, mi razón de seguir adelante, la única persona de la cual me había enamorado en todo logar y en todo momento eras tú y poco a poco ese amor se había vuelto una lealtad irreconocible para todos, estaría para ti como lo fuiste todo para mí.

Entonces llego el día, te falle y te perdí, pero volviste por mí una vez más, diste un paso atrás con tal de salvarme, aunque te costara la vida de la persona qué amabas, falle y merecía morir por mis actos, pero y ella se aferraron tanto a mí, que pronto uno falleció y el otro desaparecido.

Me dolían mucho, quería morir mas que nunca, pero no podía, sabia que afuera de estas puertas seguías vigilándome, desde el lugar mas remoto esperando que mi vida por primera vez tocara el color rosa.

Lagrimas y lagrimas adornaban mi rostro, el calor de la humedad reflectaba lo mucho que te extrañaba y pronto lo sentí, el poder inundo cada uno de mis sentidos, solo que esta vez era diferente, el gris se expandió tanto fuera de mí que parecía un mundo distinto, lo sabía mi poder había crecido una vez más y con ello la llave a muchas de las respuestas que necesitaba.

Adentrándome en aquel mundo opaco vi con claridad todo a mi alrededor, el tiempo manipulado no era el de los demás, ahora era mi propio tiempo, lo había logrado controlar, pude crear mi propio tiempo, mi propia habitación infinita.

Pronto el cansancio adorno cada parte de mí, y así sin más mi cuerpo debilitado comenzó a caer al suelo no sin antes sonreír y pronunciar hacia mí misma.

-¡Voy a salvarte!-

-John...-


En otro lugar

La fría lluvia cernía sobre un cuerpo, algo maltratado, pero aun en pie, el fuego negro parecía ser dominado y con ello cada rincón de aquellos laboratorios eran quemados hasta las cenizas, a la distancia las sirenas de policía parecían acercarse aún más, dando media vuelta un resplandor negro con naranja emergió de aquel sujeto así desapareciendo sin siquiera dejar rastro. Parecía como si el viento mismo se lo hubiera llevado.

Mientras esto sucedía un adulto de apariencia agraciada observaba en lo mas alto de uno de los edificios circundantes.

-Te has vuelto muy poderoso niño- Con estas palabras y media sonrisa desapareció de la escena al igual aquel misterioso hombre encapuchado.

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