Hazel.
Lo pensé mucho, pensé mucho en si me dejo llevar de esto que estoy empezando a sentír o si le pongo un stop.
Llegue a la conclusión de que si, si le daría una oportunidad, nos daría una oportunidad. No quiero que pase el tiempo y pensar en lo que pudo haber pasado y no pasó.
Así que por eso estoy aquí, con mi jefe en unos de los restaurantes más pijos de la ciudad para hablar de nosotros, si es que lo hay.
Cuando abrí el menú se me agrandaron los ojos, joder ¿que son estos precios?
Aunque venga de una familia adinerada, a muy temprana edad me independice con una ayuda inicial de mis padres porque si, se opusieron a eso con el pretexto de que todo lo que es de ellos es mío, que yo soy su única y legítima heredera de todo la fortuna widget, yo les respondí que cuando ellos pasaran a mejor vida si me correspondería, pero mientras no y esperaba que duraran largos años de vida todavía. Además quería tener mis propias cosas.
A pesar de todo eso, los precios me sorprendieron, joder quien es su sano juicio de cinco mil libras por una pasta italiana.
—¿Ya sabes que vas a pedir? —Me preguntó.
—Mhm, creo que agua está bien, digo pensándolo bien hoy lleve almuerzo, lo dejé en la oficina y con una calentada en el microondas estará más que listo para comer—Digo con una sonrisa y el me miro con cara de ¿enserio?
—¿Que pasa?—Pregunta.
—Como que ¿que pasa? ¿No has visto los precio de estos platillos, joder ni que estuviéramos en la mismísima Italia—El se echó a reír—No te rías—Dije con un puchero.
—Joder, Hazel es que solo tú saltas con estas cosas. No estamos en Italia, pero los chefs si lo son.
—Bueno, me conformo con ir y comer pizza italiana en cualquier lugar y que me cobren 25 libras, aunque sea de dudosa procedencia.
—Ya, elige lo que quieras, cualquier cosa.
—Pero...
—Pero nada, tengo Billones esperando a ser gastados, Hazel.
Si será idiota, millones no, billones. Que humilde me salió.
—Luego no te quejes—Digo y luego el levanta las manos en forma de rendición.
Luego llegó el mesero y ordenamos, yo pedí la especialidad de la casa que era un Provolone al horno con tomate y el ordeno un Ossobuco de ternera al horno, también pidió una botella de vino blanco. Mientras esperamos nos trajeron unas entradas que eran unos Trapizzino que es la fusion entre pizza y sandwich.
Cuando lo traen y lo pruebo no puedo evitar gemir de lo bueno que está. Dios esto es una delicia.
Cuando levanto la mirada veo que el me mira muy fijamente.
—¿Que? —pregunto y me hago la desentendida.
—Gemiste.
—¿QUE?—Es obvio que se que lo hice, pero es fue muy vergonzoso así que voy a hacer como que no recuerdo.
—Si, gemiste cuando lo probaste y eso sonó muy...
—Ni digas a que sonó, por favor—Digo con las mejillas muy rojas. El al ver esto comenzó a reír, reír a carcajadas.
—Basta—Digo entre enojada y avergonzada—Las personas nos están viendo—le digo al darme cuenta que las personas comenzaron a vernos.
—Ya, Ya —Dice secándose unas lágrimas que le brotaron por la risa. Yo lo miro de mala manera.
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Desde que te encontré (Nueva versión)
Любовные романыElla: madre soltera, con un sueño frustrado y trabajando para darle lo mejor a su hija. El: Dueño de una de las Editoriales más grandes del país. Dos vidas completamente diferentes, un solo camino. Se supone que el dejo de creer en el amor, pero cua...