Capitulo 5.

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HAZEL.

Me levanto a las 5:40 AM ya que hoy lamentablemente no es día feriado ¿Qué significa eso? Que tengo que ir a trabajar.

Estoy súper nerviosa ya que ayer mi superior me llamó y me dijo que el jefe había llegado de sus vacaciones. Espero en lo profundo de mi ser realmente perderme llevar bien con el. No quiero problemas ni un ambiente tóxico en mi área de trabajo.

Luego de que me baño, visto y maquillo preparo el desayuno. Una ves está listo entro a la recámara de Heather para despertarla.

—Buenos días, mi amor—Le doy algunos besos en la cara— es hora de despertar.

—No quiero—Se tapa más con la manta.

—No es de querer, señorita.

—No quiero ir.

—Lo años pasan rápido Heather. Cuando menos lo pienses estarás en la universidad y...

—¿uni que? Mamá, para eso falta una eternidad—Rio.

—No, cuando menos lo creas ya habrás crecido y te irás de mi lado y...

—Mami, no otra vez—Se a lo que se refiere. A veces imagino como mi hija crece, va a la universidad, se muda de mi lado y hace una vida lejos de mi. A veces quisiera que ella viviera conmigo para siempre, pero se que es imposible. Ella tiene que crecer, volar, tener una familia y ser feliz.

—Tienes razón, nada de sentimentalismos. Es hora de salir de la cama, vamos.

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Llevé a Heather a la escuela y de camino al trabajo me pasó lo que a muchas personas les pasa cuando manejan, por culpa de gente imprudente e idiota.

Claramente yo tenía preferencia en doblar hacia la derecha, pero el muy idiota se metio al medio como si fuera inmortal.

Una ves siento que no me golpee en ningún lado bajo del carro. Veo que de la Mercedes negra  que me chocó sale un hombre con traje y...

¡ESTO NO PUEDE SER! Tiene que ser una broma.

—¿Tú, otras vez? —Le habló al mismo chico que me encontré ayer en el supermercado. Por cierto ese traje le queda divin... ¿Pero Hazel qué haces? Te acaba de chocar ¿y tú alagandolo?

—Primero se dice hola—Me responde.

—¿Hola? ¿Luego de que me acabas de cocar? —miro mi jeep negra la cual tiene una abolladura en la parte izquierda de adelante.

—Oh no, tú me chocaste a mi.

—¿yo? —Digo ofendida—Tenía preferencia, idiota.

—¿idiota? Pero si usted es la loca aquí—¿Me acaba de llamar loca? O, eso si que no.

—Animal—Me defiendo.

—Grosera.

—Estupido.

—Niñata.

—Gilipollas.

—Loca, ah no, eso ya lo dije—Dice el apenas en un susurro y eso hace que empiece a reir.

—¿Ve? Está LOCA.

—¿Loca yo? tú fuiste el casi me mata.

—Ay, no exagere que sólo la roce.

—¿Solo me rozó? en serio est... espera ¿entonces si admites que fuiste tú el que me atropelló?

—Si, lo admito.

—Ja, entonces aquí claramente el loco es otro.

—Bueno, me disculpo. Yo no quería que pasara...

—créeme, ninguno de los dos quería que pasara.

—Bueno el caso es que lo siento. Realmente no te vi y pagaré por todos lo gasta de tu jeep.

—Gracias—Respondo un poco extrañada ya que no me espera esa amabilidad de su parte—¡Genial! Ahora llegaré tarde al trabajo. Seguro me van a despedir—pienso mientras veo el reloj de mi muñeca.

—Si quieres te llevo–Se ofrece Blake.

—Oh no, eso sería molestar y es lo que menos quiero, llamaré a un taxi.

—Insisto. Yo la atropellé, yo la llevo.

Si no estuviera muy apurada no tomaría la oferta. Al fin y al cabo sigue siendo un desconocido, pero no me puedo dar el lujo de llegar tarde el primer día en que el voy a conocer a mi jefe.

—Mhm, está bien. Pero no puedo dejar mi auto aquí.

—No te preocupes, llamaré a alguien y le diré que lo lleve a un taller—Dice despreocupado.

—Está bien—Digo no muy segura.

Abro la puerta de mi jeep, saco el bolso y todo lo que necesito, luego me dirijo al asiento del copiloto de su mercedes. —el ya tenía la puerta abierta para mi, que caballeroso.

—Binito coché—Digo.

—Gracias—Responde una vez terminamos de subirnos a su auto—Y tranquila que no te voy a llevar a la selva a matarte—Suelto a reír.

—Lo siento si te ofendí con mi actitud. pero he visto muchas películas—Respondo.

—Pásame la dirección.

—¿Qué dirección?

—La de tú trabajo—ríe.

—Ah si, cierto—Busco la dirección en mi teléfono y se lo paso. Trato de actuar normal porque no quiero admitir, ni que se de cuenta que lo estoy mirando más de lo normal. He observado que sus ojos son una mezcla de verde y azul, hermoso a mi pareces.

Ese traje, este auto se ven muy caro, por lo que deduzco que tiene dinero.

—¿Está dirección es correcta? —El pregunta con una sonrisa.

—Si, ¿Por qué?

—¿Trabjas ahí?—Pregunta curioso.

—Mhm, si—respondo simplemente.

—El mundo si es chiquito—Dice bajito, pero llego a oírlo.

—¿Qué has dicho? —Me hago la desentendida.

—Nada—Responde. Curioso.

El conduce y yo varias veces me pierdo en su cuerpo, en su rostro, en sus manos. He de admitir que es muy guapo. Lo que me llama la atención es que varias veces lo noto hido, como si se desconectara de este mundo. Tal vez por eso me chocó.

¿Qué sucederá contigo, Blake?

Sacudo la cabeza a quitándome todo lo que había pensado.

Veo que el se parquea, pero no en donde yo y todos lo empleados lo hacen, no.

El se parquea en donde dice Jefe.

—No—Digo en voz alta.

—Oh si—responde con una sonrisa maliciosa.

Ay Dios mío.

Este idiota es mi jefe.

Desde que te encontré (Nueva versión) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora